Remehibe

lunes, 12 de noviembre de 2007

Lanzando para home

Martes 6 de Noviembre de 2007

Pase lo que pase en éste año de béisbol, siempre será recordada ésta temporada como la de más despidos de managers. Siempre hay una razón de peso, según los directivos por quitarle el puesto al manejador. La mayoría de nosotros, vemos que cuando un equipo no está ganando, es muy normal que despidan al dirigente, pero ha habido casos como el de Raúl Cano que al frente de los Mayos los tenía en el primer lugar, pero una desavenencia con el presidente del club, salió y poco después llegó a los Tomateros de Culiacán, llevándolos al ganar el campeonato. Todo ha cambiado en éstos tiempos, pues recuerdo como Tomás Herrera como manager de los Yaquis, trataba a sus peloteros como si fueran niños de escuela y los castigaba cuando perdían, a entrenar después de terminado el partido. Ahora la cosa es diferente y por “quítame estas pajas”, hay peloteros que tienen enfrentamientos con los manejadores y al final ganan el round, con el despido del manejador.

No sabemos si con la salida de Tim Johnson de la dirección de los Algodoneros, no viene Derrick White, pues ya habían hecho un trato con Mexicali, para que formara parte del equipo de Guasave. El cierre de White la temporada anterior, fue realmente sensacional, pues bateó de hit en los últimos 24 juegos. Faltando unos cuantos días para el cierre de la temporada regular, Derrick, estaba en décimo lugar con .312, pero bateó como desesperado en los últimos nueve juegos, seis contra Obregón y tres ante Los Mochis, bateando 16 imparables en 26 viajes, para un alto promedio de .615, que lo catapultó hasta un tercer lugar. Lo mejor es que en sus últimos once turnos legales, bateó 11 hits, para empatar una gran marca que impuso Lee Lacy de Hermosillo en 1971. Lo atractivo si debuta con Guasave, que haría en su primer turno y en su primer partido.

Platicando vía telefónica con el señor Ramón Palomares Ibarra de Culiacán, me dijo algo que me llamó la atención y fue que cuando tenía 18 años, ganó un viaje a la Serie Mundial de 1957 entre Bravos de Milwaukee y Yankees de Nueva York. “Fue una experiencia, realmente extraordinaria, pues conocer la ciudad de los rascacielos, entrar por un largo tunel a lo que es la isla de Manhatan, pero sobre todo estar en el Yankee Stadium, fue algo inolvidable”, nos contó el señor Palomares. Aprovechando la recta, me preguntó si Don Larsen, había venido a Obregón como bateador o como pitcher y si era cierto que estaba en el Salón de la Fama de Cooperstown. La respuesta fue que Larsen llegó como pitcher, pero era tan buen bateador que lo utilizaron como jardinero y bateó diez cuadrangulares. Sobre ser inmortal de Cooperstown, parece imposible, pues sus números fueron realmente muy pobres.

Sobre el Juego Perfecto que lanzó en la Serie Mundial de 1956, le conté una anécdota muy interesante. Cuando vino con Obregón en 1953-54, se hizo muy amigo de Francisco Burgos, que fue conocido como “Cuasi”. Tres años más tarde el señor Burgos, fue nombrado presidente del club Obregón en la desaparecida Liga de la Costa y se comunicó con Larsen, para que regresara en el siguiente invierno. “Vente para Nueva York y así ves la Serie Mundial”. El señor Burgos llegó a la ciudad de la Gran Manzana y el 7 de Octubre de 1956, se pusieron una “guarapeta” para celebrar el reencuentro y al día siguiente, Larsen alcanzó algo que nunca ha vuelto a suceder, lanzar un Juego Perfecto. Por supuesto Larsen se hizo famoso de la noche a la mañana y su posible regreso a Obregón, quedó truncado…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

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