Al Bat
“Musulungo” Herrera
Por Jesús Alberto Rubio
¿Recuerda usted al gran “Musulungo” Herrera?
Ya debe saber que uno de sus vástagos, Ricardo “Ricky” Gutiérrez, brilló como campo corto con varios equipos a partir de los Padres de San Diego en 1993, hasta el 2004.
Seguramente coincide conmigo en que Roberto “Musulungo” Herrera, como receptor y umpire, fue todo un personaje del béisbol en México.
Del notable gigantesco “Musu” hay tanto que contar de su trayectoria tanto en la pelota mexicana como en otras latitudes donde fue también gran protagonista.
La historia del “Musulungo” es del todo gratificante para el béisbol.
Fue un cátcher de carácter jocoso, supo ganarse el cariño de la afición y se distinguió por ser un bateador de poder y de porcentaje.
Lo de su poder al bat lo demostró en 1970 cuando jugando con los Leones de Yucatán conectó cuatro cuadrangulares en tres partidos seguidos (ante Torreón), estableciendo récord para el equipo yucateco.
En su vida activa como pelotero se dejaba querer por la afición, la que siempre de una u otra forma le expresaba ese cariño y reconocimiento.
Quienes lo recuerdan y conocieron, no olvidan que en el anecdotario en torno su carácter, en su tiempo y quizá aún en estos años, le gustaba cantar, bailar, cantar… disfrutar a lo máximo la alegría.
Era el pelotero más pintoresco de la Liga Mexicana y siempre traía la sonrisa a flor de labio…. Aunque no faltaba cuando discutía a su muy peculiar estilo con los ampayers.
Le movió un gran sentido de la vida; cantaba, manifestaba su alegría y jugaba con toda entrega a la pelota, su verdadera pasión.
Incluso, fuera de los diamantes, ¡era policía en el aeropuerto de Miami!
Jugó en Ligas Menores de EU
Nació el 21 de abril de 1936 en La Habana.
Sus inicios en la pelota profesional se remontan a 1955 cuando fue firmado por los Rojos de La Habana y los Cardenales de San Luis.
Tuvo la oportunidad de jugar con los Cardenales y cuando lo subieron a entrenamientos primaverales, pero un brazo lesionado le impidió quedarse y lo regresaron a Ligas Menores.
Su estancia en el béisbol de EU fue de siete años, incluyendo cuatro en triple A.
Después de esa experiencia vendría a mostrar su talento al béisbol de Cuba, México, Venezuela, Nicaragua y Panamá.
En los 60`s, tuvo notables jornadas en el béisbol de Nicaragua donde llegaron a jugar peloteros de la talla de Julio “Jiqui” Moreno, Minervino Rojas, Daniel Morejón, Grant Jackson, George Scott, Evelio Hernández, Jim Shellemback, Marvin Thromberry, Felipe Montemayor, Tony Castaño, Panchón Gonzalez, “Deacon” Jones, Bob Oliver, Jim Driscoll… y ahí estaba el “Musu” con el equipo campeón Boer.
“Deacon” Jones
Aquel Grover Williams “Deacon” Jones fue quien siendo el mánager de Navojoa le dio en la primera serie de la temporada 72-73 la base intencional con caja llena a Héctor Espino en el estadio que hoy lleva su nombre.
Cuenta Alfonso Araujo que “Era el jueves 12 de Octubre de 1972 en el nuevo parque de Hermosillo, que en 1976 le dieron el nombre del chihuahuense, cuando en el primer episodio se le llenó la caja al pitcher de Navojoa, Greg Jaycox.
Entonces vino la orden y pasaron intencionalmente a Espino, pero siguió Jerry Hairston con hit que empujó la segunda y otro imparable de Alex Robles, metió dos más. En la sexta, Espino con doble empujó la quinta y sexta, con las que ganaron por 6-3 y limpiaron a los Mayos...
Aquella decisión no había funcionado al mánager estadounidense.
Y luego, cuando todo mundo supo que Jones había sido despedido, lo cierto es que la directiva de Medias Blancas de Chicago le pidió al Club Navojoa que lo retuviera, por lo que el “sacrificado” fue Jorge Fitch, quien era el coach de tercera base, esto contado en fecha reciente aquí en Hermosillo por el mismo ex gran shortstop hoy miembro del Recinto Sagrado.
Cantaba, tocaba bongo, bailaba…
“Musulungo” era algo por demás especial y peculiar.
Sus años grandes en la pelota mexicana fueron con los Leones de Yucatán y por ello le pedí al colega Carlos Castillo que me hablara del gran Musulungo y mire que en menos de 24 horas ya tenía su respuesta:
Don Carlos Castillo, quien le conoció y admiró en su hermosa Mérida, nos cuenta de la clase de personalidad del cubano:
“Fue todo un personaje dentro y fuera del diamante. Era muy respetuoso con todo el que se le acercaba y también del que le gritaba desde las gradas, que en muchas ocasiones no eran palabras agradables.
Le gustaba cantar en clubes nocturnos por el solo hecho de cantar. Todo con medida. Cuando en algunas ocasiones se hacía un evento artístico antes del inicio de un partido "Musu" lo alegraba cantando, tocando el bongo y bailando.
Siempre traía "pleito" con Adolfo "Tribilín" Cabrera que eran de "película" pero todo con el mayor respeto y simpatía en sus frases.
Yo tuve oportunidad de escucharlos en 1972 cuando los "Leones" viajaron a Guadalajara y Víctor "Lobo" Sáiz me permitió estar en el doug out, pues ya me conocía como anunciador del "Carta Clara", cargo que desempeñé durante 41 años.
Como umpire, Roberto era respetado en sus decisiones detrás del pentágono, pero tuvo la desgracia, lo recordarás que en un play off, de hacer sus presentaciones musicales y fue sorprendido por Treto (así, sin nombre ni título) y expulsado de por vida.
Nunca regresó este hombre espectáculo al beisbol mexicano. Según los chismes, "Musulungo" trabajaba en el aeropuerto de Miami y hasta ahí, porque con quien tengo contacto, René "Tata" Solís, ha perdido la pista de muchos de ellos.
Es todo lo que te puedo contar, Jesús.
Y aprovecho recordarte entre los umpires olvidados, aquel Zubieta, tabasqueño, que era acertadísimo en el conteo de bolas y strikes, hombre-espectáculo.
En una ocasión, el último lanzamiento para terminar el juego, aquí en el parque Carta Clara, repentinamente Zubieta retrocedíó casi hasta la puerta de su dogout, dio una maroma sobre la espalda, se levantó y decretó el strike y el fin del encuentro.
Desapareció sin dejar huella. El me platicó en una ocasión que también actuaba de árbitro de fútbol y tal vez a ello se habría dedicado un tiempo. Un recuerdo con todo el respeto que se merecen”.
Gracias, Carlos.
Siete veces sobre los .300
“Musulungo” debutó en 1965 con Reynosa en la Liga Mexicana y su primera campaña bateó .353, 16 jonrones y 74 producidas. Al siguiente verano pegó .342.
El 68 y 69 jugó para los Pericos de Puebla y con ellos promedió .318 y .341.
Luego, entre el 70 y el 72 fue parte muy especial de los Leones de Yucatán con quienes pegó para .312, .318 y .327. Hasta aquí, ¡siempre se mantuvo sobre la cifra mágica!
En el 73 con los mismos Leones bajó por vez primera de los .300 al promediar 254 y sus últimas dos temporadas logró .263 con Tampico y .289 con Coahuila para totalizar un excelentísimo .313, 111 jonrones y 588 impulsadas.
Su retiro
Tras 20 años como profesional llegó el momento del adiós, precisamente en 1975 al encontrarse jugando en Panamá.
Decidió ser umpire
Pero no se iba ir tan fácil de la pelota, su eterno amor. Ese mismo año decidió incursionar en el ampayeo, una tarea que se marcó como nuevo reto a pesar de no ser un rol nada fácil y poco apreciado.
Por fortuna, fue una gran decisión y por su experiencia como pelotero, además de tomar cursos en México y EU logró mantenerse en esa función ni más ni menos que 24 años.
Ahora, ¿dónde estará viviendo el gran “Musu?
Ojalá y lo sepa usted y nos lo diga.
Sería algo por demás especial localizarlo.
Ojalá.
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