Remehibe

miércoles, 11 de junio de 2008

Ken Griffey Jr. tendría más de 700

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Dejemos por este día de evocar la historia del béisbol que protagonizaron los peloteros negros del siglo XIX e inicios del XX, para comentar hechos relevantes que hoy suceden en las Ligas Mayores:

Para empezar, claro, claro, de no haber sido por sus constantes lesiones, Ken Griffey Jr., tuviera no 600, sino ¡más de 700 cuadrangulares!

¿Recuerda cuando –antes de Barry Bonds- los expertos y todo el mundo beisbolero aseguraban/vaticinaban que el “Jr” iba camino a ser el primero en superar los 755 de Hank Aaron?

Pero déjeme decirle algo: si el hijo de Ken Griffey se mantiene saludable, ya en su etapa de madurez como pelotero, en un descuido pudiera acercarse al récord de 762 de Bonds… a la par de A-Rod, ya sabe usted.

Dios nos de vida a usted y a mi para ver esto ¿no?

Algo quizás nunca visto…

Entrando a otro aspecto: Me llamó la atención lo escrito por el colega especialista en béisbol “y otras cositas”, Juan Francisco González Iñigo en sus famosas y prestigiadas “LUPAS, verá:

Se trata de los triunfos recientes de los Padres de San Diego en extra-innings y por el mismo marcador de cuatro noches seguidas: 2 a 1, lo que califica de “increíbles y todo un record histórico en la Gran Carpa”.

¿Será…?

Pero siguió de largo:

Cita como unos Padres diezmados, mal dirigidos, con una nómina de 80 mdd, le ganaron primero a los favoritos Cachorros de Chicago y luego por tercera vez seguida a los Mets de NY –ambos con una nómina de 130 mdd–. Y pues como que…

Por ello, Juan Francisco advierte que a los llamados “equipos grandes” les sobra talento, pero les falta lo que les sobra a los Padres y a los Marlins: hambre, ganas y menos vacas sagradas.

Apunta cómo mientras mayor es la nómina es menor el riesgo en el campo y la labor de equipo; “los mismísimos Yankees, con una nómina anual de 256 mdd, siguen en el sótano de la división este de la LA, con la peor relación nómina-resultados”.

Afirma que el mejor equipo en esta relación son los Marlines de la Florida, cuyos jugadores cobran 44 mdd, poco menos de lo que uno solo de los NYY (A-Rod), y llevan un récord de 32-28.

Por los novatos…

Finalmente aborda este ángulo:

Los Padres están de nuevo en la pelea y gracias a los novatos y a los desechos de otros equipos.

Con sus lanzadores estelares Peavy, Young, Estes y Prior en la enfermería, compraron de urgencia lanzadores de donde pudieron.

El más notable es Joshua Banks (2-0 y 0.39), lanzador derecho de 26 años cedido por los Blue Jays de Toronto el mes pasado a cambio de 20 mil dlls.

En 23 entradas como abridor de los Padres, Banks, una revelación ya que únicamente ha admitido una carrera, otro record para la franquicia, mostrando gran comando en todos sus lanzamientos, tanto rectos como rompientes.

Incluso, concluye, lleva mejor campaña que los consagrados Pedro Martínez, Johan Santana y Carlos Zambrano, que ganan 10 o más millones de dólares por temporada.

No pues si.

Muy bien, Juan Francisco. Muy bien.

Adrián González

De los “Carmelitas”, hay que destacar la presencia de Adrián González: 292 con 17 HR y 56 CP y aún cuando no aparece entre los primeros cinco candidatos, pudiéramos verlo en el próximo 79 Juego de Estrellas en el Yankee Stadium de Nueva York.

De ser seleccionado, lo cual debe suceder, caray, tendría su primera participación en el juego estelar de media campaña.

Adrián está hasta hoy en lo que es su mejor campaña desde que llegó a ese béisbol: es cuarto en jonrones y tiene empate en el primer sitio en impulsadas con Chase Utley, de los Filis.

Haga changuitos.

Pésima narración

Llega interesante correo de Rafael Kuri, verá.

Agárrense, colegas:

Querido Jesús, te estoy enviando la copia de mensaje que le envié a AYM SPORTS. A ver que te parece mi apreciación. Palabra que hasta da coraje la poca calidad y pésima narrativa de dos señores que se creen cronistas.

Transmiten los juegos con el sonido desde la Ciudad de México y el video de origen. El audio ¡no tiene el ambiente del partido! Palabra que parece un velorio...(Dicen TIGERES en lugar de TIGRES!!!! y no tienen siquiera el line-up de los jugadores.

¡Es tristísimo!

Te mando un abrazo y haber si le mandamos este mensaje tambien a SKY para que hagan algo al respecto.

Este es el texto de Rafael:

Amigos de AYM SPORTS, solo para SUPLICARLES mejoren sus transmisiones por SKY. Utilicen por favor las NARRACIONES ORIGINALES de los partidos. Es una verdadera lástima y es verdaderamente lamentable la narración de los partidos por dos señores que no tienen ni siquiera la lista de los jugadores al dizque "narrar" los juegos.

Si de por si son poquísimos los partidos que podemos ver por SKY, por lo menos que sean amenos y con mas profesionalismo en lo que se refiere a sus cronistas.

El sonido de origen sería mucho mejor ya que sin el sonido ambiental de los juegos parecen un verdadero velorio.

¡No es posible!

Ojalá la crítica que les envío sea de beneficio tanto para nosotros los espectadores como para ustedes que seguramente hacen su mejor esfuerzo. Gracias.

Rafael Kuri M.,
Ahuehuetes Sur 320
Col. Bosques de las Lomas
México D.F. 11700.

“Home Run” Johnson

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Antes de que arribara el siglo 20, Grant “Home Run” Johnson fue el slugger más temible del béisbol.

Se ubicó como el más famoso shortstop antes de que John Henry “Pop” Lloyd apareciera en escena.

Grant, llamó la atención por ser siempre un jugador estrella de los mejores equipos de su tiempo.

Ahora, a más de una centuria, es uno de los 39 jugadores y ejecutivos provenientes del béisbol negro bajo consideración por un panel de expertos en béisbol para ingresar con todos los honores al Salón de la Fama del Béisbol de EU.

Y la verdad, contados son aquellos que pueden argumentar que la carrera de Johnson no es digna de consideración para ser un inmortal en Cooperstown.

Un ganador en el béisbol cubano

Grant Johnson fue también un ganador en Cuba como infield y capitán de la Havana Reds a los que hizo campeones para convertirse en el primer nativo de EU en conseguir un título de la fuerte pelota invernal.

En sus cinco años en el béisbol isleño promedió .319, alcanzando una temporada un .424 como su mejor average.

Promedió .309 en la campaña 1908-09 y logró gran notoriedad cuando alcanzó a batear .412 en unos juegos de exhibición en la isla contra los Tigres de Detroit (1909) de Ty Cobb y Sam Crawford.

En 19 partidos amistosos contra los mejores jugadores ligamayoristas (All Stara), acumuló .293 de bateo.


Bateador de élite

Nació en 1874 en Findlay, Ohio y desde sus inicios en el béisbol demostró ser un poderoso bateador derecho, de los hoy llamados de Elite.

Asistió a la Escuela Pública 9 en su ciudad natal de Findlay, Ohio, donde estudió el nivel de enseñanza universitaria.

A sus 20 años de edad comenzó a destacar como campo corto con el fuerte equipo semiprofesional Findlay Sluggers (1894).

Fue la temporada en que impactó a todos por volarse la barda en 60 veces para implantar un record, una hazaña que le hizo ganarse el apodo de “Home Run”.

Más tarde en esa misma campaña fue invitado para jugar un rato en la pelota profesional con el equipo Dubuque.

En 1895 jugó al lado de Bud Fowler con el Page Fence Giants en Adrian, Michigan; Johnson fue el capitán y el shortstop, al estilo actual de Derek Jeter.

Esa vez pegó .471 y su equipo logró una exitosa temporada con 118-36 para un excelente porcentaje de .766.

Después de la campaña de 1898 los Page Fence Giants enfrentaron problemas financieros y no pudieron continuar, por lo que Johnson se llevó a los mejores jugadores a jugar con el Chicago Columbia Giants (1899).

Luego de esa campaña donde lució de Nuevo en el campo corto, se enfundó en la franela de los Chicago Unions.

Bateador natural

Fue un bateador natural, caracterizándose por su confianza para seleccionar mejor los lanzamientos, lo que le valió siempre mantenerse con excelente average.

Incluso, era un bateador inteligente y frío ante toda presión del juego, de ahí que después de su .397 en 1910 con los Lelands Giant, en Nueva York logró .374, .413 y .371 en 1911-1913 jugando en un alto nivel competitivo.

Su poder fue comparable al de Frank “Home run” Baker, de los Atléticos de Filadelfia, aunque en la era de la “bola muerta”, optó por ser un bateador de contacto sin pensar en las bardas.

Y al igual que Baker, sus jonrones –aunque ya no fueron numerosos–, sí llegaban en los momentos más oportunos para reforzar su famoso apodo por el resto de su carrera.

Por supuesto, hay que decirlo, al llegar el nuevo siglo Grant “Home Run” Johnson tuvo la desgracia de tener que compartir su apodo con el tercera base de los Atléticos de Filadelfia, Frank Baker, un Salón de la Fama.

Con “Pop” Lloyd

Cuando llegó el siglo 20, “Home Run” Johnson acaparó la atención por su bateo con los Cuban X-Giants (1903), Philadelphia Giants (1905) y Brooklyn Royal Giants (1909) y en 1910 al lado de John Henry “Pop” Lloyd y Rube Foster con los Leland Giants, un equipo que tenía su propio parque en un barrio blanco.

Con los Cuban X Giants, “Home Run” conquistó el banderín en 1903, pero a la siguiente temporada cayeron en un play off final ante los poderosos Gigantes de Filadelfia.

También fue parte de los Philadelphia Giants, ayudándoles a ser campeones los siguientes dos años.

Luego, por varios años fue capitán de los Brooklyn Royal Giants y contribuyó a que ganaran el título en 1909; sin embargo al siguiente año tuvo que dejar el equipo en abril cuando el propietario de la franquicia, John W. Connor rechazó contratarlo.

Ello provocó una discordia entre ambos, pero lo más grave fue que Connor lo acusó de que trató de influir con otros jugadores para que se fueran con él a los Leland Giants. Lo cierto es que “Home Run” firmó con Rube Foster, pero no a otros peloteros de los Royals.

Bueno, pues tras dejar Grant Johnson al equipo de Rube Foster, junto con Lloyd, de short, se incorporó a los Lincoln Giants (1913) donde jugó como segunda.

Johnson utilizó su versatilidad para mantenerse como todo un estelar y formó un excelente infield al lado del legendario Lloyd, quien ya mostraba tener enorme potencial para llegar a Cooperstown, tal como sucedió.

Precisamente fue en esos días en que Babe Ruth identificó a Lloyd como el más grande jugador de todos los tiempos, imagínese que halago y honor.

El “Dad”, de los peloteros

En los principios de la segunda década del siglo XX, Johnson fue ya un jugador veterano establecido y de acuerdo a la prensa se convirtió en un “pelotero de alta clase que no representaba su verdadera edad”.

En esta etapa de su carrera fue llamado el “Dad” de peloteros, siendo el gran favorito de la muchedumbre beisbolera y su ingeniosos refranes, buen juego y excelente conducta, le hizo ganar muchos amigos.

Cambió su mecánica de bateo

Durante los últimos años de la “bola muerta”, jugó con los Pittsburgh Colored Stars of Buffalo y luego dirigió a los Gigantes de Buffalo en 1923.

Fue un buen instructor de jóvenes jugadores, compartiendo con ellos valiosos consejos. En adición a ello, también fue gustaba de cantar, con magnífica voz de barítono.

De acuerdo con su obituario en el Findlay, Ohio, Morning News Courier el 6 de septiembre de 1963, “El señor Johnson era un ex miembro del coro de la Iglesia AME y era conocido en la ciudad y del condado por su capacidad musical”. Fue miembro Bethal de la Iglesia Bautista en Buffalo, NY

El fornido jugador se abstuvo de vicios, se mantuvo con magnífica condición física y siguió jugando con equipos de Ligas Menores hasta que finalmente en 1932 se retiró. ¡Contaba ya con ¡58 años de edad!

Al dejar el béisbol como jugador activo, se quedó a trabajar en Buffalo en la New York Central Railroad Company. Después de abandonar el diamante de béisbol se quedó en Buffalo y trabajó con el New York Central Railroad Company.

Más tarde, por su avanzada edad, perdió el sentido de la vista, por lo que ingresó a una institución para ciegos en Erie, un suburbio de Buffalo, NY.

Grant Johnson…murió en 1964 en Buffalo, NY, a los 90 años de edad.

Fallece “El Prisci” Zepeda

Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

In memoriam.

Prisciliano Zepeda, “Prisci” para sus amigos, se despidió físicamente de este mundo a las seis de la mañana de este viernes 6 de junio de 2008.

Por esas cosas de la vida decidió partir al cielo el mismo día en que llegó a este mundo el inmortal Héctor Espino, en 1939.

En paz descanse, el amigo.

Y mis sentimientos para sus hijos Jesús, Cesar, su sobrino Gabriel y toda su familia que en toda la vida han sido cobijados por el aprecio, respeto y cariño de quienes les han tratado y conocido.

Gente, sin duda, de béisbol, softbol, deporte y esa amistad de la buena.

Prisciliano, un hombre fuera de serie, con la broma y el chascarrillo a flor de labio con sus amigos y quien tuvo en el béisbol una profunda pasión.

Jugador, dirigente, patrocinador y promotor incansable y de grata presencia como aficionado en el viejo y desaparecido “Fernando M. Ortiz” y antes, en su niñez/adolescencia, en “La Casa del Pueblo”.

Gustó de la historia del béisbol como no se imagina, la que compartía todos los días. Trasladaba su memoria hacia los momentos más grandes de la pelota.

¡Cuánta riqueza humana le envolvía; cuán agradable era platicar con él, siempre atento y caballero.



Imposible olvidar un instante que hoy evoco con profundo respeto:

El día en que la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE), tuvo a bien rendirle en diciembre de 2001 un emotivo y sincero homenaje en reconocimiento a su notable trayectoria.

Su tributo ocurrió la noche del 13 de diciembre del 2001 en la ceremonia de Premio al Mérito:

Esa vez “El Prici” fue galardonado junto con Antonio “Tucas” Carrillo Sagasta, Alfonso Romero Huerta, Gilberto López Arredondo, Roberto Balderas Uribe, Héctor Raúl “Cachi” Alegría, Marcelo Cruz Alvarado, Jesús “Abisinio” López, María Guadalupe Rico de Ramírez (+), José “Garrincha” Barbosa, José “Peché” Arias y Humberto Larios.

En verdad, fue todo un privilegio honrar su rica historia en el deporte y la vida social hermosillense como ejemplar padre de familia, algo que compartimos con muy buena vibra esa noche todos los presentes.

Hoy, al paso del tiempo, hemos recibido muy tempano esta triste noticia, pero que sabemos y sentimos, el “Prisci”… “aguantó hasta que cayó el tercer out”, partiendo sereno hacia el Gran Creador.

Un abrazo.

Lo cambiaron ¡por 10 bats!

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Nunca es tarde para comentarlo:

A Francisco J, García Puebla, nuestro famoso “Kiko”, un formidable lanzador de softbol en aquellos años de la Prepa Central de la Unison, le llamó la atención el reciente cambio de un pítcher ¡por diez bats!

Un cambalache, uff, del todo singular, que si no.

“Kiko” habla de John Odom, del mismo nombre de estelar lanzador de los Atléticos de Oakland de los 70´s, aunque aquel con el apodo de “Blue Moon”.

Esta información se publicó por todos lados, señalándose que en los tres años de Odom en Ligas Menores de béisbol pasó prácticamente inadvertido… hasta que ganó notoriedad al ser transferido de esa forma.

Ya si no.

Odom jugaba en los Calgary Vipers y fue “vendido” a los Laredo Broncos por apenas diez bats de maple (No. 4), luego de que presuntamente se complicara su situación migratoria en Canadá por un incidente criminal del pasado (gulp!).

La nota señala que Odom expresó, “No me importa (...) eso hará mejor mi historia si llego a jugar en Grandes Ligas”.


El pitcher originario de Atlanta jugó en la Clase A con los Gigantes de San Francisco, de 2004 a 2006, año en que salió de la organización.


El precio de un bat de la marca Prairie Sticks es de 69 dólares por pieza, por lo que la transferencia tuvo un valor económico estimado en los 690 dólares.


Esta curioso traspaso no es el primero que intenta el equipo de los Calgary Vipers en su historia, ya que en el pasado, buscaron adquirir a un pitcher a cambio de ¡mil 500 asientos para un estadio!

Caray, mi Kiko, cosas veredes.

Batboy cambiado por un jugador

Está como aquella de cuando al gran batboy, Tomás “Tommy” Espinoza (+) ¡fue cambiado aquí en nuestro béisbol invernal por un jugador!

Tommy, otro orgullo empalmense, ganó fama mundial por la forma en que entretenía al aficionado haciendo mil y una diabluras al grado tal de que acostumbraba bañarse ¡con tierra del campo de juego!

A mi, aquel inolvidable y apreciado Tommy, cómo me hacía reír, la verdad, y no se lo diga a nadie, pero muchas veces lo veía más a él, que las incidencias del juego.

Ah: si de batboy famosos se trata, pues no olvidemos como Jorge Tellaeche, después de andar en esas funciones con diversos equipos (Angeles de Puebla/campeones en 1979)… ¡llegó a ser mánager de los Tomateros de Culiacán y de los Saraperos de Saltillo!

O aquella del Benjamín “Papelero” Valenzuela, quien en la Liga de la Costa siendo batboy con los Cañeros de Los Mochis, un buen día fue dado de alta para que sustituyera en el partido al “Charrascas” Ramírez…¡y de ahí ya sabe en lo que se convirtió el gran “Pape”!

miércoles, 28 de mayo de 2008

Adrián González

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Los Padres de San Diego tienen en su primera base, el estelar Adrián González, una pieza muy fina e invaluable.

El domingo, con su tablazo 14 teniendo dos en base, con dos outs y empate a 9 en la 18ava, ¡zas!, tablazo por arriba del jardín central para dejar en el terreno a los Rojos y vámos, ¡eres un héroe mi Adrián!

El paisano refrenda una vez más su enorme calidad y talento: nomás batea .284, con 14 cuadrangulares, camino a mínimo 40, y 43 impulsadas.

Adrián también sigue llevándose de la mano con su firma de casa: tiene trece dobles, además de un triple. En batazos de dos bases, el año pasado conectó 46.

En sus últimos diez juegos lleva cinco para la calle, con 14 impulsadas, de modo que con esta clase de ofensiva está casi asegurando su presencia en el próximo Juego de Estrellas en Nueva York, señor, dígame usted.


Su slugging, es de .555.

Por supuesto que con este ritmo bateador, González lleva paso para superar su .282, 30 jonrones y 100 producidas del 2007.

Enhorabuena.

Escenas imborrables

Vea usted:

Primero fue Rube Wadell, quien en 1904 abanicó a 343.

Luego llegó Bob Feller, quien en 1946, lograría 348.

Más tarde, en 1965, apareció en el firmamento Sandy Koufax para imponer una nueva marca: 382.

Pero la historia no iba a terminar ahí:

En 1973, Nolan Ryan sorprendió al mundo con 383.

Y, desde entonces, es el récord vigente.

El texano en esa campaña fascinaba con su velocidad de 100.9 millas por hora, sólo comparable a la de Bob Feller (98.6).

Formidable.

Frank y Brooks

Frank y Brooks Robinson formaron una espectacular pareja con los Orioles, allá por los 60’ s.

Frank había jugado con los Rojos en 1956 y ahí fue nombrado el Jugador del Año. Luego, el 61 también se adjudicó el de Más Valioso.

Sin embargo, en forma inexplicable, fue cambiado por los Rojos hacia Baltimore después de la temporada de 1965.

Y claro, Robinson pronto dio de que hablar al convertirse en el líder en porcentaje de bateo, en jonrones y en carreras producidas en la Americana.

Fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Americana en 1966.

En ese momento se constituyó en el único jugador en adjudicarse tan notable honor en ambos circuitos.

Era un tolete de miedo.

Eventualmente, en 1974, se convirtió en el primer manager manejador negro de las Ligas Mayores, con Cleveland.

Brooks Robinson

Brooks Robinson también se ganó el reconocimiento como el mejor tercera base de su generación, posiblemente de todos los tiempos.

Cuando se retiró el 77, después de veinte acrobáticos años con Orioles, demostró que sus esfuerzos habían sido tomados en cuenta, logrando un lugar muy especial dentro de las páginas de oro del big show.

Su forma espectacular de fildeo le hizo merecedor a eso y muchas otras cosas más.

Nadie olvidará su defensiva; quizás a usted también le tocó gozar en aquella década. Clase de atrapadas y riflazos que soltaba a primera.

Nadie como él.

De gran corazón

Bobby Richardson era pequeño de estatura pero de gran corazón y habilidad para jugar beisbol. Por muchos años hizo un gran trabajo para los Yaquis de Nueva York, allá en la década de los sesentas.

Y fue en una Serie Mundial, la del 60, en la que mostró su gran valía: Empujó contra los Piratas doce carreras en siete juegos, implantando en ese entonces una gran marca.

El ojiverde de Richardson se había caído de la cama en eso de impulsar compañeros porque en la temporada normal en 150 choques tan solo había enviado a home a 26 Yankees.

Hombre de hierro

Hubo un lanzador a quien se le conoció como el “Hombre de Hierro”, Joe McGinnity, porque parecía indestructible, lo que es decir bastante.

Pero había algo de ello, verá usted:

En su carrera ganó tres dobles juegos en el espacio de un mes.

Lanzando para los Gigantes de Nueva York ganó seis juegos en tres días. En uno de esos partidos aceptó sólo una carrera y en los oros dos, un par de anotaciones.

Y, en uno se ellos, él mismo ganó la batalla:

Cómo? Increíble: ¡se robó el home!

Era el Nolan Ryan de aquella época: durable, durable: Cuando tenía 54 años de edad, aún seguía lanzando en Ligas Menores.

Frank Grant

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Grant, el más formidable y completo jugador/segunda base del siglo XIX tuvo por nombre Ulysses Franklyn.

Stovey, el pítcher más grande de la misma centuria, se llamó George Washington.

Sol White, un jardinero/manager y ejecutivo, pionero de las Ligas Negras y por muchos años un activo escritor deportivo que en 1907 publicó la primera historia del béisbol afroamericano, fue bautizado como King Solomon.

Y Robinson, el primer pelotero negro del siglo 20, era Jackie Rooselvelt.

Caray, qué emblemáticos nombres, ¿no?

Bien, como un noble, significativo y profundo espíritu/ homenaje a sus notables carreras en el béisbol, vamos juntos a las historias de Grant, Stovey y Sol White:

Ulysses Franklyn:

Ulysses Franklin (Frank) Grant se convirtió en uno de los grandes pioneros de las Ligas Negras jugando para los mejores equipos de fines del siglo 19 y principios del 20.

Conceptuado como el más grande jugador afroamericano del siglo 19, ingresó en el 2006 al Salón de la Fama del Béisbol de EU, convirtiéndose en uno de los primeros de su época en recibir tal honor.

Para llegar a Cooperstown, fue seleccionado vía el Comité Especial de las Ligas Negras y de la Liga Pre-Negro y con él también fueron entronizados Ray Brown, Willard Brown, Andy Cooper, Pete Hill, Biz Mackey, Alex Pompez, Cum Posey, Louis Santop, Mule Suttles, Ben Taylor, Sol White, J. L. Wilkinson y Jud Wilson, y los cubanos José Méndez y Cristóbal Torriente.

De los inducidos, Grant y Sol White, por la insultante segregación racial, serían representantes del periodo más oscuro del béisbol negro del vecino país.

De su tiempo, los pítchers zurdos Stovey (Newark/34-15) y Robert Higgins/Syracuse(19-8) compiten por el mismo reconocimiento. Esos registros en ganador y perdidos los tuvieron en la temporada de 1877.

De pítcher a la segunda base

Nació en Pittsfield, Massachussets, el 1ro. de agosto de 1865 y sus padres fueron Franklin Grant y Frances (Hoose) Grant.

De adolescente, fue un pítcher del béisbol amateur en Plattsburgh, NY y firmó su primer contrato profesional, como segunda base, con el Meriden, Connecticut, de la Eastern League, en 1886, equipo que se movió a Buffalo de la Liga Internacional.

En su primera campaña fue líder bateador del equipo con .340 y al siguiente año pegó .366, pero todavía vendría lo mejor.

Pronto se iba a constituir en un talentoso afroamericano en aquel poderoso circuito donde, al llegar con los Buffalo Bisons, de inmediato un periódico lo anunció como un “español” (ic) (“spaniard”).

Grant era uno de los contados peloteros negros que “cruzaron la línea” para jugar en Ligas Menores, con equipos ubicados desde Kansas a Connecticut y en esos días eran etiquetados como “españoles”, “portugueses” y árabes”.

Por fortuna, Grant tuvo oportunidad de demostrarla al mundo su gran talento antes y después de las famosas reestricciones “Jim Crow” establecidas para expulsar todo jugador negro de la pelota profesional en EU.

Grant fue un acrobático/versátil segunda base de lo major de su Era, especialmente con los Buffalo Bisons de la Liga Internacional en la década de los 80`s.

En 1866 bateó .344 y los ayudó a lograr marca sobre .500 para un quinto lugar del circuito.

Fue líder de varias categorías ofensivas de su equipo o de la liga en diversas ocasiones, tanto en bateo, average, robos de base, total de bases y jonrones.

A pesar de no tener un físico de “tronquero”, fue admirable por su “power” al bat pegando jonrones, extrabases… y poderoso brazo.

Logró otros porcentajes de .326, .340, .346 y .328.

En 1887 a sus 22 años de edad fue campeón en jonrones (11), extrabases (49) y en estafas fue el líder de sus Búfalos (40). También impactó por sus diez triples y 27 dobles.

Ese mismo año impactó al lograr el ciclo de bateo y en otro partido robarse en plato ¡dos veces!

Grant tuvo el apodo de “Colored Dunlap”, en honor del jugador blanco “Tiro Seguro” Dunlap, el mejor segunda base de su tiempo.

Por su forma de jugar, repetidamente impresionó al béisbol organizado de los blancos.

En 1887 el veterano manager de los Bisontes, John Chapman, valuó a Grant por sus servicios en 5 mil dólares, un verdadero elogio ya que Chicago había vendido a Boston al súper estrella Mike Nelly, en 10 mil.

Frank Grant fue también notable por ser el primer jugador negro en jugar con un mismo equipo del béisbol organizado (Buffalo, 1886-1888) en tres temporadas consecutivas… imagine eso.

La segregación racial y primera liga de negros

El sentimiento anti-negro no fue la excepción en la Liga Internacional, siendo su equipo, Buffalo, el único en oponerse a esa denigrante segregación racial.

Desde 1887 la temporada estuvo marcada por frecuentes evidencias de antagonismo racial entre los jugadores blancos contra los negros.

Precisamente fue en 1887 cuando se formó la primera liga de béisbol negra en la historia: The National Colored Base Ball League, o también llamada la League of Colored Baseball Clubs que sólo tuvo de vida dos semanas.

Jugando con sólo peloteros negros, el circuito abrió el 6 de mayo y llegó a su fin el 23 del mismo mes. Su presidente fue Walter S. Brown, manager del Pittsburgh Club. Los otros equipos fueron:

Baltimore Lord Baltimores (2-4 ), Boston Resolutes (1-0), Cincinnati Browns (no jugáron), Louisville Fall City (1-2), New York Gorhams (2-2), Philadelphia Pythians (4-1), Pittsburgh Keystones (3-4) y Washington Capital Citys (sin jugar).

Para 1888 tal situación se agudizó y para Grant fue el último año… y en la pelota organizada.

Y con todo lograr a su fiel costumbre un buen año, por supuesto que sintió la fuerte y desenfrenada presión racial.

Ese año tuvo .331 con 11 jonrones y a la defensiva, mire, sucedió lo siguiente: los oponentes jugadores blancos se barrían con tanta fuerza con los spikes en alto sobre la segunda base, por lo que mejor decidió terminar la temporada en el jardín derecho.

No, pues así quién no.

Un vigoroso antecedente

Al ser expulsados los peloteros negros del béisbol blanco organizado, Grant se fue a jugar con poderosos equipos negros donde también fue la gran figura de los Cuban Giants, Big Gorhams y Philadelphia Giants, ya de frente al siglo 20.

Después de un año con lose Cuban Giants, retornó a las ligas menores blancas con Harrisburg, Pennsylvania.

Luego, Grant volvió con los mismos Cuban Giants a fines de los 90´s, para finalizar su gran carrera en 1902 y 1903 con los Philadelphia Giants.

Para fines de su carrera, en 1903, las Ligas Negras de ese tiempo constituyeron un riquísimo y vigoroso antecedente para lo que más tarde, gracias a la contribución de los Fowler, Walker, Stovey, Higgins, Sol White y Grant, entre muchos otros talentos jugadores, a partir de 1920 se iba a ver con Andrew “Rube” Foster… hasta mediados de los años 40s`.

Frank Grant, moriría el 27 de mayo de 1937 a la edad de 71 años en la ciudad de Nueva York. Y al igual que Sol White, su compañero en Cooperstown, está sepultado sin alguna placa que recuerde su memoria.

Viene la LNS

* El próximo 28 abrirá hostilidades en el “Estrellas Empalmenses”; grandes expectativas para este 2008.

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Gran gusto estar presente, ayer aquí en Hermosillo, en la reunión de la Liga Norte de Sonora (LNS) que el próximo miércoles 28 inaugurará campaña en el estadio “Estrellas Empalmenses”.

Además, se anunció que al primer juego inaugural Rieleros-Ostioneros de Guaymas, asistirá el gobernador Eduardo Tours Castelo y pues qué bien.

En la reunión, excelentes fraternidad con el presidente del circuito, el doctor Joaquín Hernández y sus principales colaboradores, además del presidente del Club Cerveceros de Tecate, mi dilecto amigo “Mi Sangre”, el doctor Vicente Arturo Carranza Fernández, de modo que con eso está dicho todo.

Con el entusiasmo que le caracteriza, el doctor Carranza tomó este año la batuta de la franquicia y para empezar se voló la barda designando a Fernando Elizondo como timonel del equipo, quien por experiencia y conocimientos en la materia hay de sobra.

Para empezar, Fernando fue el timón campeón de la anterior temporada con los Vaqueros de Agua Prieta.

Ahora con “Mi Sangre” el equipo de Tecate buscar este año conquistar su primer banderín en el circuito donde alguna ocasión fue un estelar del pitcheo con su natal Magdalena, la hermosa Magdalena de Kino.

Enhorabuena por el nieto de don Arturo Fernández Félix, uno de los grandes ex dirigentes de este béisbol, que, debemos decirlo, a lo largo de su rica historia hemos visto gran cantidad de peloteros de muy alta calidad.

Los ocho equipos

En la junta organizada por los Membrilleros de Magdalena, estuvieron presentes los representantes de los ocho equipos participantes, quienes dieron a conocer sus rosters, uniformes, logos y principales proyectos, como es el caso de la presidente de los Rojos de Caborca, CP Margarita Ramírez Celaya, quien anunció la celebración de los 60 años de estar su organización dentro del circuito.

Imagínese a una dama como jerarca de una franquicia de béisbol; sin duda, del todo plausible y bienvenido, claro que sí. Margarita estuvo acompañada de la licenciada Julieta Valdivia.

Por ahí también hizo acto de presencia Francisco “El Pato” Guizar, de los bicampeones Vaqueros de Agua Prieta, quien por supuesto dijo que con Alonso Téllez de timonel, van por el tricampeonato… ni modo que no.

Mi arquitecto Vladimiro Samaniego, como siempre toda amabilidad y caballerosidad, se trajo una proyección en CD de sus Rieleros de Empalme y habló con gran emoción sobre los trabajos de remodelación hechos al “Estrellas Empalmenses”.

Bueno, también dio a conocer que los famosos Tigres de Quintana Roo, con quienes tienen convenio, no les han enviado a sus jóvenes prospectos y pues en tanto llegan, advirtió echará mano de jóvenes talentos de la ciudad rielera.

Por cierto, con mucho orgullo citó al nuevo manager de los Rieleros, ni más ni menos que a Rodolfo “Rudy” Hernández. No, pues si.

Por Guaymas, a quien dirigirá el jarocho Felipe Gutiérrez Delfín (¿lo recuerdan jugando con Naranjeros?), estuvo Jesús Martínez Cabrera. Vamos ver si ¡ahora sí, paisanos!

Por los Azules de Mexicali, que jugarán en el ejido Cd. Victoria, un bonito parque con capacidad para unos dos mil aficionados, ya sabe usted, por las remodelaciones al Estadio Geo” que será sede de la próximo Serie del Caribe, la representación fue de Josué Escamilla.

José “Pepe” Aguila, por los Marineros de Ensenada y por Magdalena, Víctor Ochoa y la hermosa Paola Salazar y ni alegarle al ampayer.

También destacó la presencia del jefe de umpires, Chema Martínez y el colega Ramón Grijalva, compilador de La LNS.

Los demás mánagers:

Por pilotos la LNS no parará: Además de los que ya cité, Mexicali tiene a Tony de León; Ensenada a Roberto Heras; con los Rojos de Caborca está Gerardo Gutiérrez y Magdalena repite a Sergio “Kaliman” Robles.

Los Membrilleros, recuerde, es el máximo ganador de campeonatos del circuito con diez.

Convenios con la LMB

Veamos ahora con que clubes de la Liga Mexicana de Béisbol tienen arreglos/convenios las franquicias de la LNS:

Tecate con El Aguila de Veracruz y los Petroleros de Minatitlá, ¡saludos mi Héctor Zaragoza!; Caborca con Laredo y Olmecas; Membrilleros con los Sultanes de Monterrey y, obvio, los Dorados de Chihuahua.

Empalme con Los Tigres de Quintana Roo, Vaqueros con Saraperos y Guaymas con Los Diablos Rojos y, por supuesto, los Guerreros de Oaxaca.

La Liga de los Jugadores

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Continuemos: A partir de 1880 hubo más de 200 equipos independientes de negros que jugaban en todo EU.

Sólo unos cuantos jugadores negros pudieron jugar en equipos completamente blancos y la Liga Internacional permitió brevemente jugadores negros en sus clubes como política de la liga.

En 1887, sin embargo, ese circuito prohibió la admisión de más jugadores negros, aunque permitió que los jugadores que ya tenían contrato continuaran jugando.

De ese proceso histórico, como noble rescate/homenaje, debo citar a dos notables jugadores: George Washington Stovey y Frank Gant, los más grandes pítcher y segunda base de aquella centuria, respectivamente.

Por su grandeza, merecen un capítulo especial.

Hoy, para dar un descanso a la temática de aquellos pioneros negros del béisbol de EU y antes de arribar a la formación de la primera Liga Negra fundada por Rube Foster, abordaré el acontecer de aquella naciente Liga Nacional del siglo 19:

Perro, come perro

En aquellos días la Liga Nacional representaba la honestidad y los buenos negocios.

Hoy día, son sólo dólares y centavos.

“Antes solamente se preocupaba por la sublimación del deporte y su exhibición. Hoy su vista está fija en el torniquete. Los jugadores se compran, se venden y se intercambian como si fueran ovejas”: John Montgomery Ward.

Ward, el segunda base de los Gigantes de Nueva York, era una rareza entre los jugadores. Graduado en la escuela de Leyes en la Universidad de Columbia y en una época en la que los trabajadores en todas partes batallaban en sus derechos, estaba dispuesto a enfrentarse a los dueños de los equipos en sus propios términos.

Públicamente denunció la cláusula de reserva que entonces frenaba a los peloteros en su petición de escoger a su equipo de preferencia para jugar y los obligaban a aceptar el sueldo que los dueños estaban dispuestos a pagar.

“No hay escape alguno para el jugador. Si trata de eludir el cumplimiento de la norma inmediatamente se convierte en un profesional fuera de la ley y el poder de cada club organizado está en su contra.

Como la ley contra los esclavos fugitivos, la cláusula de reserva les niega un recurso o una manera de ganarse la vida y lo regresa amarrado y esposado al equipo del que intentó escaparse. Tenemos entonces el resultado curioso de un contrato que aparentemente es por siete meses, pero que lo ata por toda su vida profesional”: Ward.

En una reunión en Nueva York, Ward ayudó a fundar la hermandad de jugadores profesionales de beisbol. Fue el primer intento de peloteros para organizarse y estaban decididos para abolir la odiada cláusula de reserva.

Pero, Alberto Goodwill Spalding y los otros propietarios, no cedían ni un centímetro.

En 1889 trataron de consolidar aún más su poder al poner un techo al salario máximo: 2,500 dólares, añadiéndole el insulto a la injuria cobrándole a los jugadores el alquiler por el uso de los uniformes. Fue la gota que derramó la gota.

Liga de Jugadores

Contando con la ayuda de futuros dueños de equipos, Ward y la hermandad comenzaron una nueva Liga: La de los Jugadores. (The Players' National League of Professional Base Ball Clubs).

Al principio, les fue bien. 56 de los mejores jugadores dejaron sus equipos y se les unieron llevando consigo a sus seguidores.

“Estoy de acuerdo con la guerra sin cuartel. Quiero pelear hasta que uno de nosotros caiga muerto. De ahora en adelante, será un caso de perro come perro y el perro que tenga tendencias más sanguinarias, sobrevivirá”: Spalding.

El famoso magnate contraatacó rebajando el precio de las entradas para igualarlos con los de la Liga de Jugadores y amenazando con poner en la lista negra a cualquiera que se atreviera jugar con su enemigo y simultáneamente trataba de sonsacar a los estrellas de la nueva liga con sobornos.

Jim Kelly, por ejemplo, no aceptó 10 mil dólares. “Necesito el dinero, pero no puedo fallarle a los muchachos”, le contestaría a Spalding.

Desafiante, la Liga de los Jugadores, seguiría adelante.

Pero las tres ligas: la Nacional, la de los Jugadores y aquella de la cerveza y el whisky, comprobaron ser demasiadas. La asistencia decayó en todas.

Finalmente, no obstante su precaria situación económica, Spalding hizo su última jugada y demostrando una confianza que no sentía, demandó una rendición incondicional.

La Liga de los Jugadores no podía seguir sosteniéndose.

A finales de la década de 1890 había perdido 340 mil dólares, más de lo que sus inversionistas estaban en capacidad de pagar.

La nueva liga se desmoró. La hermandad de Montgomery Ward fue aplastada y la cláusula de reserva se mantuvo firme en su lugar Los peloteros quedaron aún más indefensos.

Los Red Sox, de Boston, fueron campeones de ese circuito.

Este fu el standing de esa liga… de un año:


Team Win Loss WPCT GB
Boston Reds 81 48 .628
Brooklyn Ward's Wonders 76 56 .576 6.5
New York Giants 74 57 .565 8.0
Chicago Pirates 75 62 .547 10.0
Philadelphia Quakers 68 63 .519 14.0
Pittsburgh Burghers 60 68 .469 20.5
Cleveland Infants 55 75 .423 26.5
Buffalo Bisons 36 96 .273 46.5


(Continuará).

Moses Fleetwood Walker: Contra la segregación racial

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

Moses Walker trasciende en el eterno tiempo como un hombre que además de jugar béisbol y ser pioneros negros de la Liga Mayor desde el siglo XIX, también luchó por los derechos civiles de los ciudadanos y en contra de la marginación racial.

Moses Fleetwood´se ubicó muy bien en el contexto social que le tocó vivir y siempre se opuso con firmeza a la creciente segregación en la sociedad norteamericana que le tocó ver y vivir en carne propia en su época.

Y en ese recorrido histórico siempre le acompañó su hermano Welday.

Muestras de aquel vi racismo, ya las conoce usted y, en su tiempo, encarnada por un ingrato anglosajón:

Reitero lo escrito hace días: El 14 de julio de 1887, Cap Anson, manager/jugador de los Chicago White Stockings, volvió a hacer de las suyas con su mentalidad racista:

En un juego programado ante los Newark Giants, vio que ahí estaban Moses Walker y George Stovey, por lo que hizo marchar a sus jugadores hacia el campo al estilo militar y exigiendo que no jugaran.

Los Gigantes capitularon y más tarde de ese mismo día los propietarios decidieron rechazar todo contrato de jugadores negros, acción que rápidamente apoyaron la Asociación Americana y la Liga Nacional.

Una vez mas el irracional Anson se había salido con la suya.

Y aun cuando se permitió que los jugadores que ya tenían contrato continuaran jugando, 1887 significó, de momento, el principio del fin para los afroamericanos en el beisbol profesional blanco.

Por ello, en los inicios de la década de 1880 hubo más de 200 equipos de negros que jugaban en todo el país de manera independiente.

Sus últimos días

En 1888 Moses se fue a jugar al Syracuse de la Liga Internacional y al siguiente año les ayudó a ganar el campeonato, aunque sólo pegó para un pobre .216 pobre.

Para 1889, aún con Syracuse pasaría a la historia como el último afroamericano en ese circuito

Finalmente, se retiró del béisbol a la edad de 33 años, en 1890. Enseguida, realizó estudios en la Universidad de Michigan, ingeniería, zoología, química y astronomía.

Lo asalta un racista

En 1891 Fleetwood Walker fue asaltado por un racista la tarde de un domingo por fuera de un bar en Syracuse cuando regresaba de una iglesia; al defenderse, mató con su cuchillo al atacante. Un jurado lo absolvió ante los aplausos de los espectadores.

Después de este evento, Moses se retiró definitivamente del béisbol y decidió pasar tranquilo junto con Beldar los siguientes años en su casa en Steubenville, Ohio, donde administraron un hotel de su propiedad.

Moses se convirtió en el editor de El Ecuador, una revista dedicada a África-América y en 1908 junto con Welday publicaron Our Home Colony, un tratado sobre el pasado, presente y futuro de la carrera de los negros en EU, considerado en la actualidad entre las mejores 20 obras que abogan por el retorno de los afroamericanos a África.

También establecieron una oficina de viajes para ayudar a los afroamericanos para viajar a Liberia e incluso fueron inventores y en ese trabajo recibieron en 1891 una patente para fabricar misiles de artillería.

En 1904 se trasladó a Cadiz, Ohio, donde manejó un teatro de ópera; sin embargo, en 1922 su esposa Ednah quien le acompañaba en esa nueva aventura, murió y optó mejor por regresar a Cleveland.

Moses Fleetwood Walker, murió en Cleveland, Ohio, el 11 de Mayo de 1924, a los 67 años de edad; Welday, el 23 de Noviembre de 1937 en el mismo lugar donde nació, Steubenville, Ohio.

Moses y Welday Walker

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com

A los hermanos Moses Fleetwood y Welday Wilberforce Walker se les considera los primeros peloteros negros en arribar en 1844 al béisbol de Liga Mayor de Estados Unidos del siglo 19.

Sin embargo, en este proceso histórico se investiga si el pionero negro en el béisbol ya de Liga Mayor del siglo 19 fue William Edward White.

Y es que trabajos recientes de los miembros de la Society for American Baseball Research (SABR), sugieren que White, mulato hijo de un blanco y una esclava negra, pudo haber sigo el primer afroamericano a nivel de Ligas Mayores, antes de Moses y Welday.

Señalan que White (1860-?) era un jugador de la Brown University y entró como sustituto en un juego de béisbol para el Providence Grays, de la Liga Nacional, el 21 de junio de 1879.

Donde no hay pierde es en “Bud” Fowler (John W. Jackson) como el primero en llegar a la pelota profesional de Liga Menor en esa centuria al jugar con un equipo blanco en New Castle, Pensilvania, el 17 de mayo de 1878.

“Bud” estaba lanzando para un equipo amateur en Chelsea, Mass., cuando fue contratado por los Lynn Live Oaks de la Asociación Internacional que habían perdido por lesión a su pítcher estelar.

Los Walker

Hoy continuaremos con los hermanos Walker quienes en 1844 se integraron a la Asociación Americana, antecedente de la Liga Americana actual.

Moses nació en Mount Pleasant, Ohio, lugar vital para los abolicionistas que trabajaban por la libertad de los esclavos, de tal forma que de niño vio los atropellos por la cual pasaban los hombres negros de su época, los que también sufría en carne propia

Fue hijo del Dr. Moses W. Walker, el primer físico afroamericano en Mount Pleasant, estudiando y jugando en el Varsity del Oberlin College desde 1878 hasta 1881. Luego se cambió a la Universidad de Michigan donde vio acción hasta 1882, logrando gran reputación como cátcher.

Moses Fleetwood firmó en 1883 para jugar como receptor en Ligas Menores con el equipo Toledo Blue Sockings (Medias Azules) cuando todavía no había implemento alguno para esa posición y los receptores jugaban casi con las manos desnudas. Los receptores no usaban peto protector ni careta y sufrían muchas lesiones.

Había un detalle/aspecto muy interesante en “Fleet”: era un hombre sumamente culto y preparado, graduado de derecho, griego, latín y francés de la Universidad de Michigan.

Allí jugaba como amateur cuando firmó como profesional con el Blue Sockings Toledo “AA” y después de su primer año en el que fueron campeones, el equipo pasó a formar parte de la Asociación Americana que formaba parte de las Ligas Mayores.

Así, de golpe y porrazo, pasaba a la historia como el primer afroamericano en jugar en aquella centuria en ese nivel de pelota.

En su debut causó revuelo, curiosidad y reacciones entre la multitud que lo observaba detenidamente en aquellos años en que persistía una pared de intolerancia anglosajona contra los peloteros negros.

Por ello, rápido sintió los efectos de la discriminación racial imperante en esa época.

Para empezar, el serpentinero irlandés, Tony Mullane, ignoraba las señales que le enviaba porque decía que no recibía órdenes de un negro.

Luego, el 10 de agosto de ese año en un juego de exhibición contra el Chicago White Stockings, el manager y futuro miembro de Cooperstown, Cap Anson, trató de que no lo dejaran jugar amenazando con abandonar el campo si no lo sacaban del partido.

Anson era sumamente racista y esa vez trató de cancelar el partido al ver a “Fleet” en el terreno de juego, por lo que descaradamente dijo: "Saquen ese negro del terreno de juego" e incluso él mismo trató de sacarlo con sus propias manos, pero no tuvo éxito.

El manager del Toledo, Charlie Morton, no le hizo caso a las alegaciones de Anson y mantuvo a “Fleet” en juego, por lo que Cap bajó la guardia, además de que se dio cuenta que no le pagarían –ni al equipo por concepto de la taquilla– si se salía del terreno de juego.

Incluso, el mánager del Toledo, Charlie Morton, había recibido una carta que decía que tenía 75 hombres decididos a linchar a Walker si se atrevía a aparecer en el campo de juego.

Walker, salió a jugar y nada sucedió.

Solo una temporada

Tenía 27 años cuando debutó el 1 de Mayo de 1884 con los Blue Stockings, con quienes jugó en 42 juegos. Bateó 40 hits en 152 turnos, con par de dobles y tres triples y promedió .263. Anotó 23 y, en esa época, no aparecían las carreras producidas

En realidad, la presencia de Moses F. Walker en Liga Mayor fue corta: una campaña.

En julio de 1884 se rompió una costilla y jugó esporádicamente en el resto de la temporada. Durante un mes estuvo lesionado y fue dado de baja el 4 de Septiembre, además de que en casi todos los parques no lo dejaban jugar.

Ese año su hermano menor, Welday, participó como jardinero en 6 juegos con el Toledo en una serie contra Indianapolis en 1884, antes que el equipo cerrara sus puertas a jugadores negros. Sólo bateó .182.

Luego, tras pasar dos temporadas en la Western y la Eastern Leagues en 1887 firmó con el Newark de la prestigiosa Liga Internacional y ahí se unió al pítcher George Washington Stovey para formar la primera batería todo-negra en el béisbol blanco.

Ese año fue positivo para los jugadores negros, ya que siete de ellos aparecieron en seis equipos.

(Continuará)