Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com
Antes de que arribara el siglo 20, Grant “Home Run” Johnson fue el slugger más temible del béisbol.
Se ubicó como el más famoso shortstop antes de que John Henry “Pop” Lloyd apareciera en escena.
Grant, llamó la atención por ser siempre un jugador estrella de los mejores equipos de su tiempo.
Ahora, a más de una centuria, es uno de los 39 jugadores y ejecutivos provenientes del béisbol negro bajo consideración por un panel de expertos en béisbol para ingresar con todos los honores al Salón de la Fama del Béisbol de EU.
Y la verdad, contados son aquellos que pueden argumentar que la carrera de Johnson no es digna de consideración para ser un inmortal en Cooperstown.
Un ganador en el béisbol cubano
Grant Johnson fue también un ganador en Cuba como infield y capitán de la Havana Reds a los que hizo campeones para convertirse en el primer nativo de EU en conseguir un título de la fuerte pelota invernal.
En sus cinco años en el béisbol isleño promedió .319, alcanzando una temporada un .424 como su mejor average.
Promedió .309 en la campaña 1908-09 y logró gran notoriedad cuando alcanzó a batear .412 en unos juegos de exhibición en la isla contra los Tigres de Detroit (1909) de Ty Cobb y Sam Crawford.
En 19 partidos amistosos contra los mejores jugadores ligamayoristas (All Stara), acumuló .293 de bateo.
Bateador de élite
Nació en 1874 en Findlay, Ohio y desde sus inicios en el béisbol demostró ser un poderoso bateador derecho, de los hoy llamados de Elite.
Asistió a la Escuela Pública 9 en su ciudad natal de Findlay, Ohio, donde estudió el nivel de enseñanza universitaria.
A sus 20 años de edad comenzó a destacar como campo corto con el fuerte equipo semiprofesional Findlay Sluggers (1894).
Fue la temporada en que impactó a todos por volarse la barda en 60 veces para implantar un record, una hazaña que le hizo ganarse el apodo de “Home Run”.
Más tarde en esa misma campaña fue invitado para jugar un rato en la pelota profesional con el equipo Dubuque.
En 1895 jugó al lado de Bud Fowler con el Page Fence Giants en Adrian, Michigan; Johnson fue el capitán y el shortstop, al estilo actual de Derek Jeter.
Esa vez pegó .471 y su equipo logró una exitosa temporada con 118-36 para un excelente porcentaje de .766.
Después de la campaña de 1898 los Page Fence Giants enfrentaron problemas financieros y no pudieron continuar, por lo que Johnson se llevó a los mejores jugadores a jugar con el Chicago Columbia Giants (1899).
Luego de esa campaña donde lució de Nuevo en el campo corto, se enfundó en la franela de los Chicago Unions.
Bateador natural
Fue un bateador natural, caracterizándose por su confianza para seleccionar mejor los lanzamientos, lo que le valió siempre mantenerse con excelente average.
Incluso, era un bateador inteligente y frío ante toda presión del juego, de ahí que después de su .397 en 1910 con los Lelands Giant, en Nueva York logró .374, .413 y .371 en 1911-1913 jugando en un alto nivel competitivo.
Su poder fue comparable al de Frank “Home run” Baker, de los Atléticos de Filadelfia, aunque en la era de la “bola muerta”, optó por ser un bateador de contacto sin pensar en las bardas.
Y al igual que Baker, sus jonrones –aunque ya no fueron numerosos–, sí llegaban en los momentos más oportunos para reforzar su famoso apodo por el resto de su carrera.
Por supuesto, hay que decirlo, al llegar el nuevo siglo Grant “Home Run” Johnson tuvo la desgracia de tener que compartir su apodo con el tercera base de los Atléticos de Filadelfia, Frank Baker, un Salón de la Fama.
Con “Pop” Lloyd
Cuando llegó el siglo 20, “Home Run” Johnson acaparó la atención por su bateo con los Cuban X-Giants (1903), Philadelphia Giants (1905) y Brooklyn Royal Giants (1909) y en 1910 al lado de John Henry “Pop” Lloyd y Rube Foster con los Leland Giants, un equipo que tenía su propio parque en un barrio blanco.
Con los Cuban X Giants, “Home Run” conquistó el banderín en 1903, pero a la siguiente temporada cayeron en un play off final ante los poderosos Gigantes de Filadelfia.
También fue parte de los Philadelphia Giants, ayudándoles a ser campeones los siguientes dos años.
Luego, por varios años fue capitán de los Brooklyn Royal Giants y contribuyó a que ganaran el título en 1909; sin embargo al siguiente año tuvo que dejar el equipo en abril cuando el propietario de la franquicia, John W. Connor rechazó contratarlo.
Ello provocó una discordia entre ambos, pero lo más grave fue que Connor lo acusó de que trató de influir con otros jugadores para que se fueran con él a los Leland Giants. Lo cierto es que “Home Run” firmó con Rube Foster, pero no a otros peloteros de los Royals.
Bueno, pues tras dejar Grant Johnson al equipo de Rube Foster, junto con Lloyd, de short, se incorporó a los Lincoln Giants (1913) donde jugó como segunda.
Johnson utilizó su versatilidad para mantenerse como todo un estelar y formó un excelente infield al lado del legendario Lloyd, quien ya mostraba tener enorme potencial para llegar a Cooperstown, tal como sucedió.
Precisamente fue en esos días en que Babe Ruth identificó a Lloyd como el más grande jugador de todos los tiempos, imagínese que halago y honor.
El “Dad”, de los peloteros
En los principios de la segunda década del siglo XX, Johnson fue ya un jugador veterano establecido y de acuerdo a la prensa se convirtió en un “pelotero de alta clase que no representaba su verdadera edad”.
En esta etapa de su carrera fue llamado el “Dad” de peloteros, siendo el gran favorito de la muchedumbre beisbolera y su ingeniosos refranes, buen juego y excelente conducta, le hizo ganar muchos amigos.
Cambió su mecánica de bateo
Durante los últimos años de la “bola muerta”, jugó con los Pittsburgh Colored Stars of Buffalo y luego dirigió a los Gigantes de Buffalo en 1923.
Fue un buen instructor de jóvenes jugadores, compartiendo con ellos valiosos consejos. En adición a ello, también fue gustaba de cantar, con magnífica voz de barítono.
De acuerdo con su obituario en el Findlay, Ohio, Morning News Courier el 6 de septiembre de 1963, “El señor Johnson era un ex miembro del coro de la Iglesia AME y era conocido en la ciudad y del condado por su capacidad musical”. Fue miembro Bethal de la Iglesia Bautista en Buffalo, NY
El fornido jugador se abstuvo de vicios, se mantuvo con magnífica condición física y siguió jugando con equipos de Ligas Menores hasta que finalmente en 1932 se retiró. ¡Contaba ya con ¡58 años de edad!
Al dejar el béisbol como jugador activo, se quedó a trabajar en Buffalo en la New York Central Railroad Company. Después de abandonar el diamante de béisbol se quedó en Buffalo y trabajó con el New York Central Railroad Company.
Más tarde, por su avanzada edad, perdió el sentido de la vista, por lo que ingresó a una institución para ciegos en Erie, un suburbio de Buffalo, NY.
Grant Johnson…murió en 1964 en Buffalo, NY, a los 90 años de edad.
Se ubicó como el más famoso shortstop antes de que John Henry “Pop” Lloyd apareciera en escena.
Grant, llamó la atención por ser siempre un jugador estrella de los mejores equipos de su tiempo.
Ahora, a más de una centuria, es uno de los 39 jugadores y ejecutivos provenientes del béisbol negro bajo consideración por un panel de expertos en béisbol para ingresar con todos los honores al Salón de la Fama del Béisbol de EU.
Y la verdad, contados son aquellos que pueden argumentar que la carrera de Johnson no es digna de consideración para ser un inmortal en Cooperstown.
Un ganador en el béisbol cubano
Grant Johnson fue también un ganador en Cuba como infield y capitán de la Havana Reds a los que hizo campeones para convertirse en el primer nativo de EU en conseguir un título de la fuerte pelota invernal.
En sus cinco años en el béisbol isleño promedió .319, alcanzando una temporada un .424 como su mejor average.
Promedió .309 en la campaña 1908-09 y logró gran notoriedad cuando alcanzó a batear .412 en unos juegos de exhibición en la isla contra los Tigres de Detroit (1909) de Ty Cobb y Sam Crawford.
En 19 partidos amistosos contra los mejores jugadores ligamayoristas (All Stara), acumuló .293 de bateo.
Bateador de élite
Nació en 1874 en Findlay, Ohio y desde sus inicios en el béisbol demostró ser un poderoso bateador derecho, de los hoy llamados de Elite.
Asistió a la Escuela Pública 9 en su ciudad natal de Findlay, Ohio, donde estudió el nivel de enseñanza universitaria.
A sus 20 años de edad comenzó a destacar como campo corto con el fuerte equipo semiprofesional Findlay Sluggers (1894).
Fue la temporada en que impactó a todos por volarse la barda en 60 veces para implantar un record, una hazaña que le hizo ganarse el apodo de “Home Run”.
Más tarde en esa misma campaña fue invitado para jugar un rato en la pelota profesional con el equipo Dubuque.
En 1895 jugó al lado de Bud Fowler con el Page Fence Giants en Adrian, Michigan; Johnson fue el capitán y el shortstop, al estilo actual de Derek Jeter.
Esa vez pegó .471 y su equipo logró una exitosa temporada con 118-36 para un excelente porcentaje de .766.
Después de la campaña de 1898 los Page Fence Giants enfrentaron problemas financieros y no pudieron continuar, por lo que Johnson se llevó a los mejores jugadores a jugar con el Chicago Columbia Giants (1899).
Luego de esa campaña donde lució de Nuevo en el campo corto, se enfundó en la franela de los Chicago Unions.
Bateador natural
Fue un bateador natural, caracterizándose por su confianza para seleccionar mejor los lanzamientos, lo que le valió siempre mantenerse con excelente average.
Incluso, era un bateador inteligente y frío ante toda presión del juego, de ahí que después de su .397 en 1910 con los Lelands Giant, en Nueva York logró .374, .413 y .371 en 1911-1913 jugando en un alto nivel competitivo.
Su poder fue comparable al de Frank “Home run” Baker, de los Atléticos de Filadelfia, aunque en la era de la “bola muerta”, optó por ser un bateador de contacto sin pensar en las bardas.
Y al igual que Baker, sus jonrones –aunque ya no fueron numerosos–, sí llegaban en los momentos más oportunos para reforzar su famoso apodo por el resto de su carrera.
Por supuesto, hay que decirlo, al llegar el nuevo siglo Grant “Home Run” Johnson tuvo la desgracia de tener que compartir su apodo con el tercera base de los Atléticos de Filadelfia, Frank Baker, un Salón de la Fama.
Con “Pop” Lloyd
Cuando llegó el siglo 20, “Home Run” Johnson acaparó la atención por su bateo con los Cuban X-Giants (1903), Philadelphia Giants (1905) y Brooklyn Royal Giants (1909) y en 1910 al lado de John Henry “Pop” Lloyd y Rube Foster con los Leland Giants, un equipo que tenía su propio parque en un barrio blanco.
Con los Cuban X Giants, “Home Run” conquistó el banderín en 1903, pero a la siguiente temporada cayeron en un play off final ante los poderosos Gigantes de Filadelfia.
También fue parte de los Philadelphia Giants, ayudándoles a ser campeones los siguientes dos años.
Luego, por varios años fue capitán de los Brooklyn Royal Giants y contribuyó a que ganaran el título en 1909; sin embargo al siguiente año tuvo que dejar el equipo en abril cuando el propietario de la franquicia, John W. Connor rechazó contratarlo.
Ello provocó una discordia entre ambos, pero lo más grave fue que Connor lo acusó de que trató de influir con otros jugadores para que se fueran con él a los Leland Giants. Lo cierto es que “Home Run” firmó con Rube Foster, pero no a otros peloteros de los Royals.
Bueno, pues tras dejar Grant Johnson al equipo de Rube Foster, junto con Lloyd, de short, se incorporó a los Lincoln Giants (1913) donde jugó como segunda.
Johnson utilizó su versatilidad para mantenerse como todo un estelar y formó un excelente infield al lado del legendario Lloyd, quien ya mostraba tener enorme potencial para llegar a Cooperstown, tal como sucedió.
Precisamente fue en esos días en que Babe Ruth identificó a Lloyd como el más grande jugador de todos los tiempos, imagínese que halago y honor.
El “Dad”, de los peloteros
En los principios de la segunda década del siglo XX, Johnson fue ya un jugador veterano establecido y de acuerdo a la prensa se convirtió en un “pelotero de alta clase que no representaba su verdadera edad”.
En esta etapa de su carrera fue llamado el “Dad” de peloteros, siendo el gran favorito de la muchedumbre beisbolera y su ingeniosos refranes, buen juego y excelente conducta, le hizo ganar muchos amigos.
Cambió su mecánica de bateo
Durante los últimos años de la “bola muerta”, jugó con los Pittsburgh Colored Stars of Buffalo y luego dirigió a los Gigantes de Buffalo en 1923.
Fue un buen instructor de jóvenes jugadores, compartiendo con ellos valiosos consejos. En adición a ello, también fue gustaba de cantar, con magnífica voz de barítono.
De acuerdo con su obituario en el Findlay, Ohio, Morning News Courier el 6 de septiembre de 1963, “El señor Johnson era un ex miembro del coro de la Iglesia AME y era conocido en la ciudad y del condado por su capacidad musical”. Fue miembro Bethal de la Iglesia Bautista en Buffalo, NY
El fornido jugador se abstuvo de vicios, se mantuvo con magnífica condición física y siguió jugando con equipos de Ligas Menores hasta que finalmente en 1932 se retiró. ¡Contaba ya con ¡58 años de edad!
Al dejar el béisbol como jugador activo, se quedó a trabajar en Buffalo en la New York Central Railroad Company. Después de abandonar el diamante de béisbol se quedó en Buffalo y trabajó con el New York Central Railroad Company.
Más tarde, por su avanzada edad, perdió el sentido de la vista, por lo que ingresó a una institución para ciegos en Erie, un suburbio de Buffalo, NY.
Grant Johnson…murió en 1964 en Buffalo, NY, a los 90 años de edad.
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