Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx
En la historia del béisbol de México es famoso “Don Pantalones” apodo con el cual se conoció el notable pítcher y cerrador veracruzano, Guillermo “Memo” López.
Quienes le vieron lanzar entre los 40´s y 50´s, admiraron la clase de coraje, entrega y pundonor que siempre manifestaba sobre la loma de pitcheo, especialmente en las horas claves y decisivas de cada partido donde veía acción.
El gran Pedro Barbosa, de quien ya escribí y publiqué su rica trayectoria como jugador amateur y profesional, cuando lo entrevisté en julio pasado en el estadio Monterrey lo recordó con añoranza y admiración diciendo que, en efecto, fue un pítcher “de muchos pantalones” que no se amilanaba y menos se atemorizaba ante la calidad y poder bateador de sus contrarios.
“Cuántas veces le vimos oportunos relevos ante los bateadores más poderosos de aquellos tiempos”, reiteró emocionado don Pedro de tan sólo recordar la figura del pítcher veracruzano, ahí en su palco en el estadio de los Sultanes.
Hermano de Bernardo López
A Memo López lo entrevisté para El Dictamen de Veracruz en la intimidad de su hogar allá por 1975.
En esa agradable e inolvidable charla, entre fotos y recuerdos de su enorme trayectoria, por supuesto recordamos a su hermano Bernardo, otro de los grandes receptores de todos los tiempos en la pelota mexicana y con quien también hizo gran pareja.
Y así como Bernardo destacó como todo un estelar de la receptoría con los equipos donde militó, Memo fue siempre un gran protagonista tanto como abridor o cerrador, haciéndolo con entrega, valentía, control e inteligencia.
En su trayectoria, “Don Pantalones” jugó en nueve circuitos y entre los más importantes figuran: La Liga Mexicana, Costa del Pacífico, Peninsular, Arizona-Texas y del Golfo.
Llegó en la “Epoca de Oro”
Fue en 1946 cuando debutó en el béisbol profesional con los Industriales de Monterrey que dirigía Lázaro Salazar, precisamente con quien 18 años más tarde concluyó su formidable carrera.
Lo interesante fue que su arribo se dio en el periodo que se denominó “La Epoca de Oro del Béisbol Mexicano” donde por la presencia de una enorme cantidad de notables estrellas extranjeras de EU, Ligas Negras y el Caribe, el pelotero mexicano tenía que mostrar capacidad, talento y calidad para poder jugar.
Sin embargo, por su juventud, su estancia con el equipo regiomontano fue breve ya que tan sólo participó en seis encuentros, sin concretar un triunfo, pero mostrando que no iba a ser un lanzador “del montón”.
Llegaron sus mejores años
Para 1947, Memo López ya vestía la franela de los Pericos de Puebla y ahí comenzó a registrar grandes momentos al lado de su hermano Bernardo, Beto Avila, Guillermo “Huevito” Alvarez, “Chanquilón”, “Molinero”…
Ese año con Puebla tuvo de mánagers a Adolfo Luque y a Napoleón Reyes a la siguiente temporada, siendo tambien uno de los “caballos” del pitcheo al lado de Adrián Zabala, Sandalio Consuegra, Salvatore Maglie y Agapito Mayor…¡clase de lanzadores!
Para 1948, ya hecho todo un lanzador, la afición poblana no olvida cuando el 5 de junio tuvo memorable actuación al parar la extraordinaria racha del cubano Roberto Ortiz, quien llevaba 35 juegos seguidos pegando de hit.
Luego, colaboró en los campeonatos obtenidos por los Diablos Rojos en 1956 manejados por Salazar y los Petroleros de Poza Rica en 1959 bajo el mando de Luis “Camaleón” García.
Formidable con El Aguila
Pero sus mejores años estaban aún por venir y fue con los Rojos del Aguila de Veracruz y ante su propia gente, con quienes llegó en los 50´s a grandes alturas ya que ahí tuvo dos temporadas de 18 triunfos, una de 14 y otra de 19.
En el 52 junto a Lino Donoso, Mario Ariosa, “Huevito” Alvarez, Jaime “Loco” Abad (fue Novato del Año) ayudó a coronarse al Aguila que fueron tripulados por Santos Amaro, siendo fiel testigo de cómo su compañero René Gonzáles se adjudicó el título de bateo con .370.
En igual forma, Memo López formó parte del equipo campeón del Aguila en 1960, dirigidos de nuevo por Santicos Amaro.
Fue también campeón en el 62 con los Sultanes de Monterrey, los que tuvieron por cierto el debut triunfal del mánager Clemente “Sungo” Carrera y de Héctor Espino…. ¡Nomás!
Esa vez, con “Don Pantalones” también brillaron Panchillo Ramírez, Evelio Hernández, Mike Cuellar, Tony Dicochea, Rodolfo “Mulo” Alvarado, Juan Piedra, René Gutiérrez; Alonso Perry, Vinicio García, Jaime Corella, Juan Delís, Bill Parsons, Alfredo “Yaqui” Ríos y otros estrellas de lo que fue una enorme campaña para los Sultanes.
Logró 136 victorias
En la Liga Mexicana acumuló récord de 136 victorias y 109 derrotas con 3.69 de carreras limpias admitidas y 871 abanicados.
En 1984, junto a Alfonso “La Tuza” Ramírez, Miguel “Becerril” Fernández, Gabriel Atristain y Manuel González Caballero, fue entronizado como miembro del Salón de la Fama del Béisbol Profesional en México.
Su partida física
Pero como siempre sucede, todos los humanos tenemos un destino y Memo no podía ser la excepción y será precisamente el próximo día 21 del mes en curso cuando se recordará su tercer aniversario de fallecimiento.
Su deceso se dio a las 5 de la mañana del jueves 21 de 2004 en Poza Rica, Veracruz, lugar donde residía. Había estado hospitalizado por problemas en el riñón, pero falleció por un infarto al miocardio.
Ahora a Memo le sobreviven su esposa doña Aída Cervantes de López, sus hijos Aída Luisa, María del Socorro, María Guadalupe, Guillermo y nietos.
“Don Pantalones”, que “se fajaba y de a buenas”, partió al cielo a integrarse a algún staff de pitcheo y quizá, acorde a esta nueva época, exclusivamente como cerrador… faltaba más.
Inolvidable el gran Memo López.
Descanse en paz.
jarubio@guaymas.uson.mx
Quienes le vieron lanzar entre los 40´s y 50´s, admiraron la clase de coraje, entrega y pundonor que siempre manifestaba sobre la loma de pitcheo, especialmente en las horas claves y decisivas de cada partido donde veía acción.
El gran Pedro Barbosa, de quien ya escribí y publiqué su rica trayectoria como jugador amateur y profesional, cuando lo entrevisté en julio pasado en el estadio Monterrey lo recordó con añoranza y admiración diciendo que, en efecto, fue un pítcher “de muchos pantalones” que no se amilanaba y menos se atemorizaba ante la calidad y poder bateador de sus contrarios.
“Cuántas veces le vimos oportunos relevos ante los bateadores más poderosos de aquellos tiempos”, reiteró emocionado don Pedro de tan sólo recordar la figura del pítcher veracruzano, ahí en su palco en el estadio de los Sultanes.
Hermano de Bernardo López
A Memo López lo entrevisté para El Dictamen de Veracruz en la intimidad de su hogar allá por 1975.
En esa agradable e inolvidable charla, entre fotos y recuerdos de su enorme trayectoria, por supuesto recordamos a su hermano Bernardo, otro de los grandes receptores de todos los tiempos en la pelota mexicana y con quien también hizo gran pareja.
Y así como Bernardo destacó como todo un estelar de la receptoría con los equipos donde militó, Memo fue siempre un gran protagonista tanto como abridor o cerrador, haciéndolo con entrega, valentía, control e inteligencia.
En su trayectoria, “Don Pantalones” jugó en nueve circuitos y entre los más importantes figuran: La Liga Mexicana, Costa del Pacífico, Peninsular, Arizona-Texas y del Golfo.
Llegó en la “Epoca de Oro”
Fue en 1946 cuando debutó en el béisbol profesional con los Industriales de Monterrey que dirigía Lázaro Salazar, precisamente con quien 18 años más tarde concluyó su formidable carrera.
Lo interesante fue que su arribo se dio en el periodo que se denominó “La Epoca de Oro del Béisbol Mexicano” donde por la presencia de una enorme cantidad de notables estrellas extranjeras de EU, Ligas Negras y el Caribe, el pelotero mexicano tenía que mostrar capacidad, talento y calidad para poder jugar.
Sin embargo, por su juventud, su estancia con el equipo regiomontano fue breve ya que tan sólo participó en seis encuentros, sin concretar un triunfo, pero mostrando que no iba a ser un lanzador “del montón”.
Llegaron sus mejores años
Para 1947, Memo López ya vestía la franela de los Pericos de Puebla y ahí comenzó a registrar grandes momentos al lado de su hermano Bernardo, Beto Avila, Guillermo “Huevito” Alvarez, “Chanquilón”, “Molinero”…
Ese año con Puebla tuvo de mánagers a Adolfo Luque y a Napoleón Reyes a la siguiente temporada, siendo tambien uno de los “caballos” del pitcheo al lado de Adrián Zabala, Sandalio Consuegra, Salvatore Maglie y Agapito Mayor…¡clase de lanzadores!
Para 1948, ya hecho todo un lanzador, la afición poblana no olvida cuando el 5 de junio tuvo memorable actuación al parar la extraordinaria racha del cubano Roberto Ortiz, quien llevaba 35 juegos seguidos pegando de hit.
Luego, colaboró en los campeonatos obtenidos por los Diablos Rojos en 1956 manejados por Salazar y los Petroleros de Poza Rica en 1959 bajo el mando de Luis “Camaleón” García.
Formidable con El Aguila
Pero sus mejores años estaban aún por venir y fue con los Rojos del Aguila de Veracruz y ante su propia gente, con quienes llegó en los 50´s a grandes alturas ya que ahí tuvo dos temporadas de 18 triunfos, una de 14 y otra de 19.
En el 52 junto a Lino Donoso, Mario Ariosa, “Huevito” Alvarez, Jaime “Loco” Abad (fue Novato del Año) ayudó a coronarse al Aguila que fueron tripulados por Santos Amaro, siendo fiel testigo de cómo su compañero René Gonzáles se adjudicó el título de bateo con .370.
En igual forma, Memo López formó parte del equipo campeón del Aguila en 1960, dirigidos de nuevo por Santicos Amaro.
Fue también campeón en el 62 con los Sultanes de Monterrey, los que tuvieron por cierto el debut triunfal del mánager Clemente “Sungo” Carrera y de Héctor Espino…. ¡Nomás!
Esa vez, con “Don Pantalones” también brillaron Panchillo Ramírez, Evelio Hernández, Mike Cuellar, Tony Dicochea, Rodolfo “Mulo” Alvarado, Juan Piedra, René Gutiérrez; Alonso Perry, Vinicio García, Jaime Corella, Juan Delís, Bill Parsons, Alfredo “Yaqui” Ríos y otros estrellas de lo que fue una enorme campaña para los Sultanes.
Logró 136 victorias
En la Liga Mexicana acumuló récord de 136 victorias y 109 derrotas con 3.69 de carreras limpias admitidas y 871 abanicados.
En 1984, junto a Alfonso “La Tuza” Ramírez, Miguel “Becerril” Fernández, Gabriel Atristain y Manuel González Caballero, fue entronizado como miembro del Salón de la Fama del Béisbol Profesional en México.
Su partida física
Pero como siempre sucede, todos los humanos tenemos un destino y Memo no podía ser la excepción y será precisamente el próximo día 21 del mes en curso cuando se recordará su tercer aniversario de fallecimiento.
Su deceso se dio a las 5 de la mañana del jueves 21 de 2004 en Poza Rica, Veracruz, lugar donde residía. Había estado hospitalizado por problemas en el riñón, pero falleció por un infarto al miocardio.
Ahora a Memo le sobreviven su esposa doña Aída Cervantes de López, sus hijos Aída Luisa, María del Socorro, María Guadalupe, Guillermo y nietos.
“Don Pantalones”, que “se fajaba y de a buenas”, partió al cielo a integrarse a algún staff de pitcheo y quizá, acorde a esta nueva época, exclusivamente como cerrador… faltaba más.
Inolvidable el gran Memo López.
Descanse en paz.
Pericos de 1947, de pie y de izquierda a derecha: Adolfo Luque, Bernardo López, Adrián Zabala, “Molinero” Montes de Oca, Sandalio Consuegra, Sal Maglie, Agapito Mayor, Napoleón Reyes, Beto Avila, Jesús “Chanquilón” Díaz, Adolfo Luna, Coty Leal y Arthur Pennington. Abajo: Alejandro Crespo, Narciso Thompson, Prof. Manuel Bernal Coach, Guillermo “Huevito” Álvarez, Alejandro “Cabezón” Uriarte, “Sagua” Hernández, Memo López y Francisco Campos (Ahijado de Adolfo Luque).
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