Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx
El béisbol es una cajita de sorpresas, todo puede suceder; a veces surge la magia, la suerte o los santos pueden dar la espalda y hasta el mejor barco puede naufragar e irse a pique.
Un año podemos ver a un equipo en todo su esplendor, su apogeo como campeón y, al otro, tirando la toalla o arrastrando la cobija, como solíamos escribir en los 70`s.
¿Dónde está entonces la diferencia entre una y otra temporada aún cuando sean los mismos jugadores?
¿El mánager?
¿La directiva?
Ya sabe de qué hablo.
Cierto es que esta vez el Ing. Enrique Mazón Rubio se la está jugando con el Paquín Estrada.
Juega con las probabilidades.
La estadística, la matemática, la inteligencia, la experiencia… con la ley de las probabilidades en torno a un estratega.
Posibilidad-probabilidad que le puede ser muy satisfactoria.
Pero, ya sabe: hay que esperar.
Esta pelotita redonda y cómo da vueltas.
Pero, vale, si hay que reconocer que Enrique se ha ido por un “caballo pura sangre”, ganador en toda la extensión de la palabra.
Con el Paquín, Mazón Rubio le apuesta a la garantía de seguridad y la verdad puede funcionarle.
Esos que llegan tarde y…
Ahora bien, vamos a ver cómo el nuevo manager Naranjero manejará el asunto de los ligamayoristas que llegan tarde (y no dejan dormir) y todavía se llevan grandes tajadas de dólares (30 mil, por ejemplo), por “ponerse en forma”.
Sí, hermano: unos, para subir a la loma una-dos o tres veces… otros, quienes en rol tan corto nunca alcanzan a ponerse en ritmo bateador…. entre otros casos ya conocidos por su bajo rendimiento.
Ah: y los que piden permiso para casarse en plena temporada.
Manager mexicano
Lo que es admirable es cómo la noticia del arribo a la organización de Paquín ha sido plenamente aceptada por cronistas y aficionados.
Y es que cómo que ya anhelaban desde hace años a un timón mexicano.
Y con justa razón.
Paquín Estrada llega a una gran organización, eso ni quien lo discuta.
Una franquicia con una combinación de excelentes veteranos, con nuevos talentos que la próxima campaña vendrán todavía “más hechos”: Iván Terrazas, Jorge Guzmán, Jesús Cota, César Tapia y de quien se habla maravillas, el zacatecano Germán Durán.
¡Qué paquete, paisano!
Tiene Paquín de sobre para echar mano y si no pasa otra cosa, si no se le atraviesan los Idus de Marzo, pues ya se imaginará lo que puede suceder en la campaña 2008-2009.
Gran regalo
Mejor, vea las reacciones que han llegado con su contratación, fiel balanza del ambiente que priva en Hermosillo sobre su adquisición:
Primero, la del amigo Paco Salazar Encinas:
“Excelente, excelente.
La directiva naranjera, que se mueve rápido y eficientemente, no se anduvo por las ramas y nos regala un manager mexicano, nada más y nada menos que el de más campeonatos en el beisbol nacional.
Ocurre después de 14 temporadas de managers norteamericanos, de esos cortados con la misma tijera que le apuestan al jonrón. (en la pasada serie por el campeonato de la Liga Nacional entre Rockies y Dbacks, Clint Hurdle y Bob Melvin ¡no mandaron un solo toque de bola!).
Veremos nuevamente en el “Héctor Espino robos de base y jugadas agresivas, beisbol colmilludo pues... del que gusta tanto a la afición, el único beisbol con el que se le puede ganar a nuestros competidores caribeños.
Felicidades Enrique, Dr. León Lerma, Juanito Aguirre, Paquín y toda la afición naranjera. Un abrazo...”
Volverá la afición al estadio
Víctor de la Torre, director de Comunicación de la Universidad de Sonora y vocero y junto con su hermano Antonio de la Liga del Béisbol del Río Sonora (su portal es www.sanfelipedejesusson.com), considera que con el Paquín la afición naranjera regresará con gran entusiasmo al “Héctor Espino”.
En su correo, expresa: “Rubio: Esa si es noticia de agrado. Tanto y tanto esperar un estratega mexicano para los Naranjeros, pues ahí lo tendremos.
Si me encuentro al Paquín en una calle de esta desnaranjada ciudad, lo primero que haría es decirle: ¡Bienvenído señor! Y si, ahora muchos volveremos al estadio.....”.
Le concedo la razón a Víctor.
Saludos, amigos.
jarubio@guaymas.uson.mx
El béisbol es una cajita de sorpresas, todo puede suceder; a veces surge la magia, la suerte o los santos pueden dar la espalda y hasta el mejor barco puede naufragar e irse a pique.
Un año podemos ver a un equipo en todo su esplendor, su apogeo como campeón y, al otro, tirando la toalla o arrastrando la cobija, como solíamos escribir en los 70`s.
¿Dónde está entonces la diferencia entre una y otra temporada aún cuando sean los mismos jugadores?
¿El mánager?
¿La directiva?
Ya sabe de qué hablo.
Cierto es que esta vez el Ing. Enrique Mazón Rubio se la está jugando con el Paquín Estrada.
Juega con las probabilidades.
La estadística, la matemática, la inteligencia, la experiencia… con la ley de las probabilidades en torno a un estratega.
Posibilidad-probabilidad que le puede ser muy satisfactoria.
Pero, ya sabe: hay que esperar.
Esta pelotita redonda y cómo da vueltas.
Pero, vale, si hay que reconocer que Enrique se ha ido por un “caballo pura sangre”, ganador en toda la extensión de la palabra.
Con el Paquín, Mazón Rubio le apuesta a la garantía de seguridad y la verdad puede funcionarle.
Esos que llegan tarde y…
Ahora bien, vamos a ver cómo el nuevo manager Naranjero manejará el asunto de los ligamayoristas que llegan tarde (y no dejan dormir) y todavía se llevan grandes tajadas de dólares (30 mil, por ejemplo), por “ponerse en forma”.
Sí, hermano: unos, para subir a la loma una-dos o tres veces… otros, quienes en rol tan corto nunca alcanzan a ponerse en ritmo bateador…. entre otros casos ya conocidos por su bajo rendimiento.
Ah: y los que piden permiso para casarse en plena temporada.
Manager mexicano
Lo que es admirable es cómo la noticia del arribo a la organización de Paquín ha sido plenamente aceptada por cronistas y aficionados.
Y es que cómo que ya anhelaban desde hace años a un timón mexicano.
Y con justa razón.
Paquín Estrada llega a una gran organización, eso ni quien lo discuta.
Una franquicia con una combinación de excelentes veteranos, con nuevos talentos que la próxima campaña vendrán todavía “más hechos”: Iván Terrazas, Jorge Guzmán, Jesús Cota, César Tapia y de quien se habla maravillas, el zacatecano Germán Durán.
¡Qué paquete, paisano!
Tiene Paquín de sobre para echar mano y si no pasa otra cosa, si no se le atraviesan los Idus de Marzo, pues ya se imaginará lo que puede suceder en la campaña 2008-2009.
Gran regalo
Mejor, vea las reacciones que han llegado con su contratación, fiel balanza del ambiente que priva en Hermosillo sobre su adquisición:
Primero, la del amigo Paco Salazar Encinas:
“Excelente, excelente.
La directiva naranjera, que se mueve rápido y eficientemente, no se anduvo por las ramas y nos regala un manager mexicano, nada más y nada menos que el de más campeonatos en el beisbol nacional.
Ocurre después de 14 temporadas de managers norteamericanos, de esos cortados con la misma tijera que le apuestan al jonrón. (en la pasada serie por el campeonato de la Liga Nacional entre Rockies y Dbacks, Clint Hurdle y Bob Melvin ¡no mandaron un solo toque de bola!).
Veremos nuevamente en el “Héctor Espino robos de base y jugadas agresivas, beisbol colmilludo pues... del que gusta tanto a la afición, el único beisbol con el que se le puede ganar a nuestros competidores caribeños.
Felicidades Enrique, Dr. León Lerma, Juanito Aguirre, Paquín y toda la afición naranjera. Un abrazo...”
Volverá la afición al estadio
Víctor de la Torre, director de Comunicación de la Universidad de Sonora y vocero y junto con su hermano Antonio de la Liga del Béisbol del Río Sonora (su portal es www.sanfelipedejesusson.com), considera que con el Paquín la afición naranjera regresará con gran entusiasmo al “Héctor Espino”.
En su correo, expresa: “Rubio: Esa si es noticia de agrado. Tanto y tanto esperar un estratega mexicano para los Naranjeros, pues ahí lo tendremos.
Si me encuentro al Paquín en una calle de esta desnaranjada ciudad, lo primero que haría es decirle: ¡Bienvenído señor! Y si, ahora muchos volveremos al estadio.....”.
Le concedo la razón a Víctor.
Saludos, amigos.
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