Lunes 14 de Enero del 2008
Siguieron los “breaks” a favor de los Yaquis y fue notorio que los Tomateros no tomaron la ventaja en la segunda entrada, pues el corredor más adelantado era Donny León, que tras de su operación no se ha recuperado totalmente. Resulta que León y Danny González estaban en base con dos outs, cuando vino un sencillo entre short y tercera de Adán Amezcua y a pesar de que Botts en el izquierdo perdió momentáneamente la pelota, lo pararon en tercera, porque no hubiera llegado. Claro que tuvo mucho que ver, el ponche que Lehr le recetó a Benjamín Gil, para el tercer out. Estaba luciendo más Jorge Campillo y en la quinta le abrió Jason Botts con descomunal jonrón por el lado derecho y con dos outs, sencilo de Murillo, base a Franco, más un triple de Albino Contreras, puso casi número definitivos. Con ese dominio de los pitcheres, el partido duró 2.19 horas, según nuestro reloj y 2.20 en forma oficial. La entrada bajó un poco, aunque se esperaba que igualara la de una noche antes.
Durante mucho tiempo se supo que Héctor Espino había terminado su gran carrera con 310 jonrones, pero muchos no sabían que se le habían agregado 11 que bateó en postemporada, en la época que se jugaron tres round robin seguidos entre 1968 y 1970. No hace mucho, en la actual administración del Ing. Renato Vega Alvarado, buscando uniformidad en las estadísticas, solamente se tomaron en cuenta los que bateó en campañas regulares y ahora la marca le sigue perteneciendo, pero con 299 y posiblemente sea para siempre. Cuando yo investigué los jonrones del chihuahuense en postemporada, lo hice hace bastantes años, sin tomar en cuenta los que había bateado en esos round robin, así que saqué 18 y al darlos a conocer en el segundo juego entre Yaquis y Tomateros, me di cuenta que en realidad son en total 29 los que tiene Espino, por lo cual los 20 de Karim García, quedan bastante lejos de la marca.
Cuando Héctor Espino bateó 19 jonrones en 1969-70, lo hizo en apenas 213 turnos legales. Vino el round robin donde Hermosillo se enfrentó a Mochis, Culiacán y Obregón, sumando 72 viajes más, en los cuales bateó 8 cuadrangulares, lo que hacía un total de 27 en 285 turnos, mientras que la marca existente en ese momento la tenía Ronnie Camacho de Empalme, que en 1963-64 conectó 27 jonrones en 83 juegos y 306 veces al bat. Por algún tiempo se afirmó que Espino había empatado el récord de Ronnie, pero finalmente quedó que había bateado 19 en temporada regular y los otros fueron en postemporada. Nunca pudimos saber porque la presidencia de la liga, aprobó que los números de postemporada se agregaran a la regular.
Los “muñecos” posiblemente salieron de Cuba, para el resto del mundo del béisbol. En Estados Unidos poco a poco una gran mayoría de jugadores americanos se convirtieron en superticiosos. Aquí en México desde que empezó el béisbol, sobre todo en el Sureste, llegaron cubanos con esas chupercherías y ahora forman parte del béisbol. Si estás ganando, ponen el line-up donde mismo. Si es todo lo contrario, cambia de lugar. Si el autobús en gira se va por un camino y ese día ganan, le dicen al chofer que siga la misma ruta en el siguiente juego. Si un pitcher gana con una camiseta, la sigue utilizando sin lavarla, hasta que pierde. Muchos no permiten que sus cascos sean limpiados y al terminar una temporada, tienen unas costras gruesas de mugre. Ahora vimos que por un lado se están dejando crecer la barba porque están ganando y en cuanto pierdan se van a rasurar…Después más lanzamientos.
Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx
Siguieron los “breaks” a favor de los Yaquis y fue notorio que los Tomateros no tomaron la ventaja en la segunda entrada, pues el corredor más adelantado era Donny León, que tras de su operación no se ha recuperado totalmente. Resulta que León y Danny González estaban en base con dos outs, cuando vino un sencillo entre short y tercera de Adán Amezcua y a pesar de que Botts en el izquierdo perdió momentáneamente la pelota, lo pararon en tercera, porque no hubiera llegado. Claro que tuvo mucho que ver, el ponche que Lehr le recetó a Benjamín Gil, para el tercer out. Estaba luciendo más Jorge Campillo y en la quinta le abrió Jason Botts con descomunal jonrón por el lado derecho y con dos outs, sencilo de Murillo, base a Franco, más un triple de Albino Contreras, puso casi número definitivos. Con ese dominio de los pitcheres, el partido duró 2.19 horas, según nuestro reloj y 2.20 en forma oficial. La entrada bajó un poco, aunque se esperaba que igualara la de una noche antes.
Durante mucho tiempo se supo que Héctor Espino había terminado su gran carrera con 310 jonrones, pero muchos no sabían que se le habían agregado 11 que bateó en postemporada, en la época que se jugaron tres round robin seguidos entre 1968 y 1970. No hace mucho, en la actual administración del Ing. Renato Vega Alvarado, buscando uniformidad en las estadísticas, solamente se tomaron en cuenta los que bateó en campañas regulares y ahora la marca le sigue perteneciendo, pero con 299 y posiblemente sea para siempre. Cuando yo investigué los jonrones del chihuahuense en postemporada, lo hice hace bastantes años, sin tomar en cuenta los que había bateado en esos round robin, así que saqué 18 y al darlos a conocer en el segundo juego entre Yaquis y Tomateros, me di cuenta que en realidad son en total 29 los que tiene Espino, por lo cual los 20 de Karim García, quedan bastante lejos de la marca.
Cuando Héctor Espino bateó 19 jonrones en 1969-70, lo hizo en apenas 213 turnos legales. Vino el round robin donde Hermosillo se enfrentó a Mochis, Culiacán y Obregón, sumando 72 viajes más, en los cuales bateó 8 cuadrangulares, lo que hacía un total de 27 en 285 turnos, mientras que la marca existente en ese momento la tenía Ronnie Camacho de Empalme, que en 1963-64 conectó 27 jonrones en 83 juegos y 306 veces al bat. Por algún tiempo se afirmó que Espino había empatado el récord de Ronnie, pero finalmente quedó que había bateado 19 en temporada regular y los otros fueron en postemporada. Nunca pudimos saber porque la presidencia de la liga, aprobó que los números de postemporada se agregaran a la regular.
Los “muñecos” posiblemente salieron de Cuba, para el resto del mundo del béisbol. En Estados Unidos poco a poco una gran mayoría de jugadores americanos se convirtieron en superticiosos. Aquí en México desde que empezó el béisbol, sobre todo en el Sureste, llegaron cubanos con esas chupercherías y ahora forman parte del béisbol. Si estás ganando, ponen el line-up donde mismo. Si es todo lo contrario, cambia de lugar. Si el autobús en gira se va por un camino y ese día ganan, le dicen al chofer que siga la misma ruta en el siguiente juego. Si un pitcher gana con una camiseta, la sigue utilizando sin lavarla, hasta que pierde. Muchos no permiten que sus cascos sean limpiados y al terminar una temporada, tienen unas costras gruesas de mugre. Ahora vimos que por un lado se están dejando crecer la barba porque están ganando y en cuanto pierdan se van a rasurar…Después más lanzamientos.
Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx
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