Remehibe

lunes, 14 de abril de 2008

Luke Easter

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

La afición que le tocó vivir y disfrutar lo que fue la Liga de la Costa del Pacífico, seguramente recuerda a aquel poderoso bateador de nombre Luscious “Luke” Easter.

Por su poder al bat, le llamaron “Big Luke”.

En la temporada 1954-1955 jugó primero con los “Tacuarineros” de Culiacán y luego llegó a los Naranjeros de Hermosillo.

En esa campaña fue el JMV por ser campeón jonronero (20), sublíder de bateo (.371) y de producidas (69).

Fue un poderoso slugger de su tiempo demostrando su poder en cualquier circuito donde jugó, como también ocurrió en las famosas Ligas Negras.

Además, el nativo de Jonestown, Mississippi el 4 de agosto de 1915, se distinguió por pegar cuadrangulares de muy larga distancia.

Cuentan que fue el primero en conectar un cuadrangular hasta los bleachers del jardín central del legendario Polo Grounds de NY, alcanzando una distancia de 475 pies. También dice que pegó otro igual en el Yankee Stadium.

El autor del libro “Jackie Robinson and his Legancy”, Jules Tygel, escribió que Easter fue una figura de enormes proporciones y el más espectacular de los pioneros negros que llegaron en la década de los 40`s a la Gran Carpa, comprando su poder con el de Babe Ruth.

Sustituyó a Josh Gibson

Antes de arribar a Ligas Mayores, Luke Easter jugó como jardinero y primera base de los Cincinnati Crescents y los Homestead Grays, (48 y 49) de las Ligas Negras de EU, bateando .311, 10 jonrones y .363 con 13 obuses en ambas temporadas.

Con los famosos Grays, a pesar de sus limitaciones defensivas, jugó el jardín derecho ya que la primera base era propiedad ni más ni menos que por Buck Leonard, pero llegó al equipo en reemplazo del poder en el line up de Josh Gibson, imagínese.

Como todo un slugger, ese año del 47 finalizó tercero en jonrones y en la siguiente temporada fue campeón bat con .403.

El siguiente invierno jugó en Puerto Rico y participó con los borinqueños en la primera Serie del Caribe celebrada en La Habana, Cuba.

Aquella temporada 48-49 “Big Luke” fue el campeón bat jugando con los Indios de Mayagüez al promediar .402, además de ser líder en triples (9) y dobles (27).

Por ello, y toda la trayectoria que ya llevaba, pronto le llegó la gran noticia: Cleveland le había comprado su contrato por 10 mil dólares a los Grays.

Siguió los pasos de Jackie Robinson

Al año siguiente, Luke Easter siguió los pasos de peloteros negros que a partir de 1947 con Jackie Robinson de abanderado, irrumpían en ese béisbol rompiendo así la ingrata barrera de color.

Con Cleveland primero llegaría Larry Doby (1947) y luego en 1948 el legendario pítcher Satchel Paige.

Al igual que Beto Avila (jugó 31 partidos) y Orestes “Minnie” Miñoso (9), el 49, Easter llegó a los Indios (a sus 34 años de edad), pero fue enviado a los Padres de San Diego en la Pacific Coast League, donde tras pegar 25 jonrones en 80 partidos, fue llamado al equipo grande.

Sin embargo luego de debutar el 11 de agosto de de ese mismo año, sólo pegó .222, sin ningún vuela cerca en 21 juegos.

Sin embargo, para 1950 Cleveland decidió quedarse con él y enviar a Washington al campeón bat del 46 (Senadores/.353) Mickey Vernon, quien era su primera base desde un año antes.

Tablazo de 477 pies

En 1950 pegó 28 jonrones, promedió .280 y empujó 107 carreras como gran Novato. Uno de ellos, de 477 pies y está considerado como el más extenso en el Cleveland Municipal Stadium. El histórico obús lo dio el 23 de junio.

Testigos de la época refieren que la pelota fue a caer en las altas gradas del jardín derecho (Sección 4) y oficialmente se dijo que había recorrido la distancia indicada.

En 1952 conectó 31 cuadrangulares, la cifra más alta de su carrera, uno abajo del campeón de la Liga Americana y su compañero de equipo, Larry Doby.

Easter logró un porcentaje de 7.1 jonrones, el más alto del circuito.

En su estancia de seis años con los Indios, totalizó .274, con 93 jonrones y 340 impulsadas.

Sus mejores campañas fueron los años 50, 51 y 52 al conectar 28, 27 y 31, con 103, 107 y 97 impulsadas, respectivamente.

Y en el mismo orden promedió al bat .280, .270 y .263. En el 53 pegó .303 con 7 jonrones y 31CP.

Acumuló 385 jonrones

En su estancia de seis años con los Indios, totalizó .274, con 93 jonrones y 340 impulsadas.

En las Ligas Negras acumuló .336 y en las Menores, .296, combinando finalmente en EU un total de 385 jonrones.

Su última temporada con los Indios fue en 1954, viendo acción tan sólo en seis partidos. El invierno de ese año llegaría precisamente a los “Tacuarineros” y terminaría jugando con los Naranjeros de Hermosillo.

Aquel 54 ya no le tocó gozar la enorme campaña de los Indios, que fueron campeones de la Americana estableciendo el récord de la época con 111 victorias (111-43) para luego ser limpiados por los Gigantes de Nueva York a pesar de ser los grandes favoritos. Fue el gran año del 54 de de Beto Avila y su corona de bateo de .341.

Primer negro con los Buffalo Bisons

El 55 se fue a jugar con el Charleston de la American y siguió demostrando su poder al conectar 30 de vuelta entera.

Luego en 1956 se enfundó durante tres campañas en la franera del Buffalo Bisons en la International League, convirtiéndose en el primer pelotero negro del siglo 20 en jugar con esa franquicia de Triple A.

También jugó otros seis años con los Rochester Red Wings, del mismo circuito, retirándose en 1964 a los 49 años de edad.

“Luke fue uno de los peloteros más populares en la historia de los Red Wing”, expresó su manager general Bob Drew. “El permanecía en el estadio hasta que se iban los últimos aficionados”.

Otro tablazo en Hermosillo

Cuando Culiacán castigó Easter por un pleito con un ampayer y luego de darlo de baja, los Naranjeros Hermosillo lo compraron en 20 mil pesos y aquí en Hermosillo siguió con su poderoso ritmo bateador.

Muchos aficionados de la época no olvidan otro de sus enormes cuadrangular, hecho ocurrido en el estadio de La Casa del Pueblo de Hermosillo.

Sucedió el 30 de enero de 1955, frente al estelar Ramiro Cuevas, de los Charros de Jalisco, quienes por cierto una temporada antes se llamaban “Medias Azules” en la vieja Liga de la Costa.


Fue un tablazo por el jardín derecho que voló la barda de madera a los 350 pies y la de ladrillo ubicada a 400, cayendo la pelota en la casa que tenía Enrique del Razo en una huerta atrás del parque.

Hay quienes aseguran que la bola viajó mínimo a una distancia de los 500 pies del plato, vaya usted a saber.

Su trágica muerte


Para su infortunio, Luke Easter tuvo un final trágico y lamentable cuando ya estaba retirado del béisbol.

El 29 de marzo de 1979 fue asaltado y recibió disparos en su pecho con una escopeta y un revolver especial 38 por dos individuos que le robaron 5 mil dólares de la nómina de la compañía en la que trabajaba al momento de salir de un banco en el suburbio Euclid, Ohio.

Luke, moriría al llegar al hospital. Sus victimarios, serían atrapados; a uno le dieron pena de 15 años de cárcel y al otro, de por vida.

Tenía 63 años y trabajaba como principal administrador de la Unión para la Alianza de los Trabajadores del Avión en TRW inc.

Actualmente, Easter es una leyenda y forma parte d elos Salones de la Fama de The Buffalo Athletic y Rochester Redwings, siendo considerado al paso del tiempo como uno de los jugadores más populares en la historia de los Indios de Cleveland.

También un estadio de la ciudad de los Indios un parque lleva su nombre, ubicado en el bulevar Martin Luther King..

Sus restos descansan en el Highland Park Cemetery de Cleveland, Ohio.

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