Remehibe

lunes, 7 de abril de 2008

Beto y Espino



Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Los estadios de béisbol de Veracruz y de Cancún, ya sabe usted, se llaman Beto Avila, honrando así su memoria y grandeza como pelotero.

La Liga Invernal Veracruzana también lleva su nombre, lo mismo que prestigiado circuito de béisbol infantil del hermoso puerto jarocho.

Qué honor, ¿no?

Y es que así como Espino, Fernando, Vinicio y Aurelio, por sólo citar a cuatro grandes, Beto dimensionó su figura en el béisbol más allá de lo normal.

Fue de esos peloteros que ¡hacían pisa y corre desde segunda base…! Lo hizo en México y en Ligas Mayores!

Y si de parques se trata, Héctor Espino no se queda atrás: los de Hermosillo y Chihuahua también llevan su nombre.

Qué decir de “Espinaca”:

Que a un pelotero se le reconozca por varios y notables apodos, no cualquiera: “El Niño”, “El Rebelde”, “El Superman”, “El Asesino”… de Chihuahua.

¿Algún otro apelativo, mi querido Windy?

Bien:

¿Qué otros peloteros en México tienen más de un estadio con su nombre?

Buena pregunta.

Curioso: ¿Por qué en EU ningún parque de béisbol profesional se llama Babe Ruth?

Máximos jonroneros

Se reporta Horacio Ibarra, historiador del Recinto Sagrado con sede en Monterrey y nos refresca la memoria:

Los máximos jonroneros de la pelota mexicana con más de 500: Héctor Espino, Nelson Barrera, Eduardo Jiménez, Alejandro Ortiz y Andrés Mora.

“Bateadores de grueso calibre que dejaron un historial incomparable en su paso por los dos circuitos beisboleros más importantes de la República. Los cuartos bats de sus respectivos equipos que causaron las delicias de los aficionados durante muchos años con sus batazos de vuelta entera”.

Así es, mi querido Horacio.

Y da las cifras:

Espino, 752 cañonazos con 453 en verano y 299 en invierno. Nelson, 586, con 455 en verano para el récord de todos los tiempos y en el invierno, 131.

Jiménez suma 550, único activo. 351 y 199.Ortiz conectó 535 y Mora 517.

Matías Carrillo es otro cañonero que podría agregarse a la lista, siempre y cuando le aguante el gas para conectar los 16 que le faltan hasta el momento.

Ronnie Camacho, otro de los notables sluggers, se quedó con 457.

Un equipo llamado…

Bueno, al fin, sabadito lindo, bonito y pues no todo debe ser seriedad en este mundo, mire usted:

Unos chamacos hermosillenses de los años 60`s tenían tanta admiración por Jorge Fitch que a su equipo de béisbol ¡le pusieron su nombre!

Cuando en 1963 Ronnie Camacho estableció en la Mexicana su récord de cuadrangulares con 39, al regresar a Empalme le organizaron inolvidable celebración que ¡incluyó la misma cifra de de barriles de cerveza!

Caray, qué fiesta.

Y pensar que me la perdí por haber tomado en esos días el tren a Peñasco y luego a la estación Coahuila, también llamado Km 57 y Luis B. Sánchez, ¡comisarías de BC y Sonora divididas por la vía del ferrocarril!

Se reporta “Mi Sangre”, el doctor Vicente Arturo Carranza Fernández y me dice que los Tigres de Cancún “utilizaron ¡cuántos años!” entre Matías Carrillo y Julio Franco, para anotar una carrera.

Y concluye: “Qué hermosura de profesionales del beisbol...... con esa condición, esos años y por supuesto esas facultades.......es digno de admirarse.....”.

Y dice bien.

Otra: Creo que fue en Baltimore donde al develarse una estatua del Babe, ¡aparecía bateando de derecho!

Obvio, la volvieron a cubrir y la pidieron a la escultora que por favor, ¡hiciera bien el trabajo!

Ah: cuando a Pepe Canseco le pegó la pelota en su cabeza y ésta voló tras la barda, Mmmmm, ¿cómo andaría el ahora acusador?

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