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jueves, 10 de enero de 2008

Garibay y sus 9 banderines

Al Bat
Garibay y sus 9 banderines
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Ahora, juntos, veamos en el tiempo la brillantísima carrera como manager de Memo Garibay iniciada en 1949 con Unión Laguna, equipo con quien en 1950 obtuvo como le dije ayer su primer banderín como estratega.

Sería ese campeonato con los laguneros el primero de sus siete en el béisbol de la Mexicana y Costa del Pacífico, además de otros dos en la Arizona-México.

Garibay, sin duda, se ubicó a la altura de los grandes pilotos del béisbol escribiendo páginas gloriosas y al igual que Lázaro Salazar también ganó siete banderines en la pelota mexicana.


Y así como “El Príncipe” obtuvo el tricampeonato con los Industriales de Monterrey (47 al 49), Garibay hizo lo propio en la Costa con los Venados de Mazatlán en las campañas de 1952-53, 1953-54 y 1954-55, algo formidable. Ambos tienen ese récord, vigente en la pelota nacional.

Cerró con broche de oro

Resulta imposible olvidar cuando al término del campeonato, su tercero al hilo, Garibay y sus Venados se enfrentaron al equipo campeón de la Invernal Veracruzana, los Petroleros de Poza Rica:

En la serie de cinco a ganar tres, Poza Rica se llevó en el puerto el primero 2-1 con pitcheo de tres hits de Robert “Bob” Mitchell Garber, superando a Ronnie Kline. La carrera de los Venados fue producto de un cuadrangular de Felipe Montemayor y párele de contar.

En el segundo choque los veracruzanos le encontraron la bola a Daniel “La Coyota” Ríos y pronto se pusieron arriba 7-0. Sin embargo, jonrones de Ray Zonta y Nippy Jones ante Al Grunwald acercaron el cartón.

George Genovese, el timón petrolero movió a Grunwald a primera y trajo a la loma a Wilfirdo Salas y ¡…error!: el cubano Raúl Navarro ¡le pegó sensacional grand slam para el 8-7 definitivo!

Se fueron a Poza Rica y Memo Garibay designó a Procopio Herrera para el tercero, una decisión más que certera: ganó 3-1 y con ellos estaban a un triunfo del campeonato.

El cuarto decisivo fue entre Garber y “La Coyota”, el hombre de todas las confianzas de Garibay y se fueron a un duelo de 0-0 hasta la octava en que el norteamericano lanzaba sin hit ni carrera y Ríos para dos hits.

Pero todo se escribió en la apertura del noveno cuando el propio Daniel Ríos ¡conectó el cuadrangular de la victoria a Garber para la coronación!

Los petroleros amenazaron al cierre pero “Balazos” Martínez y Ronnie Kline entraron en ayuda de “La Coyota” para preservar un histórico triunfo.

Garibay cerraba así con broche de oro su tricampeonato ante un poderoso equipo donde estaban Pepe Bache, “Cañitas” Moreno, Bobby Knopp, Roy Parker, Gene Collins, Clarence Buheller, Memo López, Emilio Ferrer, Lolo Juárez, Ramiro Caballero…

Garibay tuvo a Angel Castro, Epitacio “La Mala” Torres, Rubén Amaro, Dick “Siete Leguas” Hall, Montemayor, Zonta, Kline, Procopio, Barney “Grillo” Serrell, “Zacatillo” Guerrero, Glen Cox, Alfonso Ruiz y el prospecto Alfredo “Yaqui” Ríos.

En el viejo circuito costeño logró otro título en la campaña de 1957-58, el último año de esa potente liga que dio paso a la Invernal de Sonora, más tarde en 1965-66 Sonora-Sinaloa y desde el 70-71 Mexicana del Pacífico.

Garibay también conquistó dos campeonatos con los Mineros de Cananea en 1955 y 1956 en la Liga Arizona-México.

Otros tres banderines

En la Liga Mexicana ganó tres banderines; el del 50 con Torreón y luego en 1960 con los Tigres capitalinos, éste, apoyado en gran forma por Beto Avila y Luis Tiant, quien en ese tiempo cifraba 19-20 años de edad.

Beto había terminado su carrera en la Gran Carpa (1959/Bravos de Milwaukee) y una semana después del campeonato con los Tigres, anunciaría su retiro definitivo como pelotero activo.

También ayudó en forma por demás notable el cubano Luís Tiant (17-7), camino a convertirse en toda una estrella en la mejor pelota del mundo. Un año antes (1959), el nativo de Marianao tuvo con los bengaleces horrible 5-19 y luego el 61 logró 12-9.

Sería el 14 de septiembre cuando los Tigres se coronaron 3-2 ante Monterrey gracias a un doblete productor de Beto Ávila en la onceava y teniendo en la loma al formidable Tiant.

A Luis Tiant lo vimos lanzar en la campaña 69-70 en el “Fernando M. Ortiz” con los Naranjeros de Hermosillo. Traía credenciales de haber lanzado seis años con Cleveland en el Big Show, pero su brazo no andaba del todo bien: tuvo 7-5 y 2.94 en 15 Salidas.

Arturo Cacheux, con 15 victorias y Memo Luna (11-6), ayudaron a la conquista del campeonato, lo mismo que Emilio Ferrer, Aaron Flores, César “Oloroso” Gutiérrez, Mauro Ruiz y Jesús Robles.

Con aquel glorioso equipo que el 4 de agosto de ese año experimentó por vez primera con un cuadro netamente mexicano, también estuvieron José “Pasitos” Echeverría en primera (ganó la triple corona ofensiva con .369/17HR/131CP); Carlos Ramírez Muro en el short; Jesús “Chuy” Bustamante, Roberto Montelongo e Hilario “Cuadrado” Peña en la tercera; de receptores, Memo Frayde, Dick Czekaj y el boricua Wilfredo Ramírez… y Beto en la segunda.

En los jardines tuvo a Luis Sayas (campeón estafador con 30);, Ricardo “Chamaco” Garza y Rubén Esquivias.

Suficiente para Garibay, quien con su experiencia y conocimientos de estratega iba a lograr otro trofeo de campeón.

El último título

Su último gallardete lo obtuvo en 1967 con los Charros de Jalisco, el primero de su historia. El otro, en el 71, pero ya dirigidos por “Cananea” Reyes, cuando aquel famoso repunte ante Saltillo que lo tenía 3-0 en contra.

La historia de la coronación del 67 se dio contra los Sultanes en un partido donde el circuito todavía no tenía el sistema de play offs, de modo que el equipo con más victorias era el campeón.

El partido decisivo fue en el desaparecido estadio Tecnológico de Guadalajara, coronándose 8-2 ante Monterrey con pitcheo del dominante Andrés Ayón.

Pasta de campeones

En aquella gran temporada hubo un momento en que dibujó de pies a cabeza a aquellos Charros de Jalisco que iban a luchar a toda costa por el campeonato de la Mexicana:

Ocurrió el 28 de junio y se iban a colocar seis juegos y medio arriba de los Broncos de Reynosa dirigidos por Luis “Tite” Arroyo, ex estrella relevista de los Yankee de NY y a nueve de los Diablos Rojos, sus contrincantes en el estadio del Seguro Social:

Los pingos ganaban el decisivo en la sexta 4-0 con Rubén Soqui tirando pelota de cuatro hits, en tanto el abridor Panchito Ramírez y su relevo Bob Cooligan habían fracasado. Pero la historia iba a cambiar dramáticamente.

Viniendo de atrás los Charros de Memo Garibay sacaron “la casta” y en forma sensacional a partir de la séptima le dieron la vuelta al cartón para ganar el campeonato 7-4.

Todo empezó con cuadrangular de Winston Llenas para el 1-4 y luego en la octava Ramón “El Diablo” Montoya quiso atrapar en ese juego otra línea de cordón de zapato a batazo de Elrod Hendricks, pero olvídese, la bola se fue hasta el fondo del jardín central para un jonrón de campo con hombres en tercera y segunda para el empate a 4. Enseguida vino Llenas a dar el puntillazo con otro de cuatro esquinas para el 5-4. Luego en la novena hicieron dos más y ¡bye, bye luciferes1

Juan Suby entró a relevo los dos innings finales y cerró toda posibilidad al México que esa vez rindió loas al Jalisco y su estratega Garibay.

Aquellos Charros tuvieron una inspiración en el campeón pítcher en ganados y perdidos, Andrés Ayón (25-6) y el de efectividad, Juan Suby (2.36); Simón Betancourt (12-8 y Waldo Velo ganando once veces, así como el efectivo cerrador Manuel Lugo.

En el conjunto charro también brillaron Orestes “Minnie” Miñoso, Gabriel Lugo, Domingo Rivera, Eladio Urías, Pepe Rodríguez, Roberto Méndez, Pancho García, Juan Francisco Menchaca, Ildefonso Ruiz, Panchillo Ramírez, “Benjamín “Cananea” Reyes, aún un jardinero derecho regular.

Con este banderín, Garibay cerraría todo un notable ciclo como mánager de equipos en invierno, verano y EU.

Mañana, su ubicación entre los grandes estrategas del béisbol mexicano que le llevó al Recinto Sagrado; su brillante etapa como administrativo… y su trágica muerte.

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