The Pittsburgh Crawfords, campeones de la Negro National League en 1935, incluyó futuros miembros del Salón de la Fama en Cooperstown. Ahí se ve a Oscar Charleston, primero a la izquierda; y desde la derecha, Satchel Paige, segundo, Josh Gibson, cuarto, Cool Papa Bell, séptimo y Judy Johnson, octavo.
Al Bat
Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com
Usted seguramente sabe de Oscar Charleston.
Una grandeza como pelotero… en las Ligas Negras.
Se caracterizó por batear con poder y porcentaje, además de tener excepcional rapidez y un poderoso brazo, como jardinero, a propósito del tema que hemos abordado en estos últimos días.
Y al igual que otros peloteros negros que nunca pudieron jugar en Ligas Mayores por la barrera de color prevaleciente hasta 1947, ingresó en 1976 al Salón de la Fama de Cooperstown.
En su carrera de ¡35 años! en el beisbol, Oscar siempre fue un el hombre de mayor poder al bat con los equipos que jugaba.
Lucía un cuerpo grueso y pesado –tipo Hack Wilson– y pegaba tan duro que nadie podía batear para alto porcentaje... y correr las bases como el viento como él.
Al igual que el inmenso Joshua Gibson, en aquellos años tuvo la reputación de todo un slugger.
Tanto Charleston como Cool Papa Bell fueron reconocidos como los mejores jardineros centrales del beisbol de Ligas Negras.
Su fildeo era implacable. Lo hacía todo en los jardines. Tenía un brazo zurdo más educado que fuerte y sus espectaculares engarces son legendarias.
En Charleston hubo tres aspectos formidables: hiteador, gran fildeador y... luchador.
El amó realmente esas tres cosas, las que están documentadas en los anales de la historia del beisbol.
Alguien dijo una ocasión que fascinaba ver la forma tan dura en que bateaba Charleston.
Vio acción en 53 partidos de exhibición contra los mejores jugadores blancos de Ligas Mayores y ahí también se lució al promediar .318 con once cuadrangulares, de muy larga distancia.
Cuentan peloteros que le vieron jugar que cuando se embasaba utilizaba toda su entrega y fuerza para conseguir anotar carreras.
Era formidable.
Al igual que Babe Ruth, Charleston tenía gran predilección por la buena vida... y las mujeres.
También, como Ruth, era un formidable amigo aunque a veces no reconocía sus errores.
El también pasó a la historia al convertirse en el primer mánager-jugador con los Pittsburgh Crawford.
En esta función, fue timón de varios equipos por ... ¡40 años!
Ya más entrado en años, por problemas crónicos de su corpulento cuerpo, pasó a jugar la primera base donde también hacía muy bien todas las cosas.
En Filipinas…
Oscar McKinley Charleston, quien nació en Indianapolis (1896-1954) tuvo su primera incursión en el beisbol organizado en 1912 en Las Filipinas, cuando fue miembro de la Armada de los EU.
Tenía entonces... 15 años de edad y ya jugaba como todo un profesional.
Dos años más tarde él fue el único afro-americano en la Liga de Manila, Filipinas.
En 1915 firmaría con Indianapolis ABCs y el 16 con ese equipo capturó el título de las Series Mundiales Negras al vencer al Chicago American Giants.
Jugó con el Chicago American Giants en 1919, pero al siguiente año retornó a los ABCs cuando el equipo se fue a la recién formada Negro National League.
En 1921 impactó con su típico poder: fue líder del circuito en bate (.426), triples (10), jonrones (14) y estafas (28), coleccionado 79 hits en 50 partidos.
En la década de los 20´s, Charleston también jugó con el St. Louis Giants, los Harrisburg Giants (incluso de mánager) y Philadelphia Hilldales.
Por supuesto que se enfundó en la franela de los famosos Homestead Grays (1930) y fue parte de los su enorme equipo del 31 al lado de Josh Gibson, Smokey Joe Williams, Ted Page, and Ted “Double Duty” Radcliffe.
De 1932 a 1938 fue jugador-mánager de los Pittsburgh Crawfords, un formidable equipo.
Oscar Charleston se retiró como pelotero activo en 1941 con un porcentaje global de .357.
Durante la II Guerra Mundial, Charleston jugó para los Filadelfia Stars (1941-1950).
Entre los más grandes
En 1999. Charleston fue rankeado por The Sporting News como el No. 67 en su lista de los 100 Más Grandes del Béisbol de todos los tiempos y solo uno d elos cinco en recibir ese honor como representante del béisbol de Ligas Negras hasta antes de 1947.
También fue nominado como finalista por las Ligas Mayores para integrar al Mejor Equipo de la Centuria (All-Century).
Por su parte, el escritor de béisbol, Bill James en su New Historical Baseball Abstract, ubicó a Charleston como ¡el cuarto mejor pelotero de todos los tiempos!
Sin duda, una calificación de muy alta dimensión en torno al legendario jardinero que hoy recordamos y que fue conocido como “El Cometa de Hoosier”.
Oscar, murió a sus 57 años de edad el 5 de octubre de 1954, en Filadelfia, Pensylvania.
Una grandeza como pelotero… en las Ligas Negras.
Se caracterizó por batear con poder y porcentaje, además de tener excepcional rapidez y un poderoso brazo, como jardinero, a propósito del tema que hemos abordado en estos últimos días.
Y al igual que otros peloteros negros que nunca pudieron jugar en Ligas Mayores por la barrera de color prevaleciente hasta 1947, ingresó en 1976 al Salón de la Fama de Cooperstown.
En su carrera de ¡35 años! en el beisbol, Oscar siempre fue un el hombre de mayor poder al bat con los equipos que jugaba.
Lucía un cuerpo grueso y pesado –tipo Hack Wilson– y pegaba tan duro que nadie podía batear para alto porcentaje... y correr las bases como el viento como él.
Al igual que el inmenso Joshua Gibson, en aquellos años tuvo la reputación de todo un slugger.
Tanto Charleston como Cool Papa Bell fueron reconocidos como los mejores jardineros centrales del beisbol de Ligas Negras.
Su fildeo era implacable. Lo hacía todo en los jardines. Tenía un brazo zurdo más educado que fuerte y sus espectaculares engarces son legendarias.
En Charleston hubo tres aspectos formidables: hiteador, gran fildeador y... luchador.
El amó realmente esas tres cosas, las que están documentadas en los anales de la historia del beisbol.
Alguien dijo una ocasión que fascinaba ver la forma tan dura en que bateaba Charleston.
Vio acción en 53 partidos de exhibición contra los mejores jugadores blancos de Ligas Mayores y ahí también se lució al promediar .318 con once cuadrangulares, de muy larga distancia.
Cuentan peloteros que le vieron jugar que cuando se embasaba utilizaba toda su entrega y fuerza para conseguir anotar carreras.
Era formidable.
Al igual que Babe Ruth, Charleston tenía gran predilección por la buena vida... y las mujeres.
También, como Ruth, era un formidable amigo aunque a veces no reconocía sus errores.
El también pasó a la historia al convertirse en el primer mánager-jugador con los Pittsburgh Crawford.
En esta función, fue timón de varios equipos por ... ¡40 años!
Ya más entrado en años, por problemas crónicos de su corpulento cuerpo, pasó a jugar la primera base donde también hacía muy bien todas las cosas.
En Filipinas…
Oscar McKinley Charleston, quien nació en Indianapolis (1896-1954) tuvo su primera incursión en el beisbol organizado en 1912 en Las Filipinas, cuando fue miembro de la Armada de los EU.
Tenía entonces... 15 años de edad y ya jugaba como todo un profesional.
Dos años más tarde él fue el único afro-americano en la Liga de Manila, Filipinas.
En 1915 firmaría con Indianapolis ABCs y el 16 con ese equipo capturó el título de las Series Mundiales Negras al vencer al Chicago American Giants.
Jugó con el Chicago American Giants en 1919, pero al siguiente año retornó a los ABCs cuando el equipo se fue a la recién formada Negro National League.
En 1921 impactó con su típico poder: fue líder del circuito en bate (.426), triples (10), jonrones (14) y estafas (28), coleccionado 79 hits en 50 partidos.
En la década de los 20´s, Charleston también jugó con el St. Louis Giants, los Harrisburg Giants (incluso de mánager) y Philadelphia Hilldales.
Por supuesto que se enfundó en la franela de los famosos Homestead Grays (1930) y fue parte de los su enorme equipo del 31 al lado de Josh Gibson, Smokey Joe Williams, Ted Page, and Ted “Double Duty” Radcliffe.
De 1932 a 1938 fue jugador-mánager de los Pittsburgh Crawfords, un formidable equipo.
Oscar Charleston se retiró como pelotero activo en 1941 con un porcentaje global de .357.
Durante la II Guerra Mundial, Charleston jugó para los Filadelfia Stars (1941-1950).
Entre los más grandes
En 1999. Charleston fue rankeado por The Sporting News como el No. 67 en su lista de los 100 Más Grandes del Béisbol de todos los tiempos y solo uno d elos cinco en recibir ese honor como representante del béisbol de Ligas Negras hasta antes de 1947.
También fue nominado como finalista por las Ligas Mayores para integrar al Mejor Equipo de la Centuria (All-Century).
Por su parte, el escritor de béisbol, Bill James en su New Historical Baseball Abstract, ubicó a Charleston como ¡el cuarto mejor pelotero de todos los tiempos!
Sin duda, una calificación de muy alta dimensión en torno al legendario jardinero que hoy recordamos y que fue conocido como “El Cometa de Hoosier”.
Oscar, murió a sus 57 años de edad el 5 de octubre de 1954, en Filadelfia, Pensylvania.
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