Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com
Honor a Jackie Robinson por su legado al béisbol.
Imposible dejar en el olvido que este día, hace 61 años, rompió la barrera de color en la Gran Carpa.
Hoy, en su memoria y como expresión de noble homenaje, peloteros afroamericanos están usando su famoso número 42, retirado del béisbol de Ligas Mayores.
Como parte de las festividades del día de Jackie Robinson, todos los equipos de béisbol han organizado una ceremonia especial previo a sus juegos de este día para reconocer las contribuciones y los logros de Jackie Robinson en el béisbol y los derechos civiles.
En este marco de recordatorio, Ligas Mayores seleccionó a Nueva York y al Shea Stadium para la máxima celebración por ser la ciudad sede cuando los Doddgers de Brooklyn paralizaron al mundo al alinear al primer pelotero negro en ese béisbol.
La Major League Baseball ha elegido a Shea Stadium como el sitio para comenzar el festejo del Día de Jackie Robinson. Aunque Robinson siempre fue miembro de los Dodgers, los Mets se consideran en parte herederos de ese legado. Esta fue la ciudad de Grandes Ligas que Robinson llamó su hogar, y los Mets sienten la responsabilidad de honrar ese hecho: MLB.
Esta noche el Empire State Building estará iluminado por este aniversario.
Hoy también se anuncia que Robert Redford producirá y tendrá uno de los papeles protagónicos en una película sobre Jackie Robinson, la que se centrará en la relación que tuvo con el presidente de los Brooklyn Dodgers, Branch Rickey, que será personificado por el famoso artista. El comunicado no indicó quién se pondrá en la piel de Robinson.
No es la primera vez que la vida de Robinson llega a la gran pantalla. El jugador, que murió en 1972, protagonizó en 1950 "The Jackie Robinson Story".
La nueva película cuenta con la aprobación de la viuda de Robinson, Rachel, la familia Rickey y las Grandes Ligas de Béisbol, aseguró el comunicado.
Cuando los Mets inauguren el moderno Citi Field en Flushing en abril del 2009, todos los fans serán recibidos por la Rotonda dedicada a Jackie Robinson, un salón con el estilo del Ebbets Field en donde jugaban los Dodgers cuando tenían su hogar en Brooklyn.
La mezcla entre un estadio y un museo miniatura, la rotonda tendrá una estatua de Robinson como esfuerzo de consolidar su legado por los próximos años.
Al entrar a la Rotonda, se apreciará y admirará la estatua de Robinson vistiendo el uniforme de los Dodgers de Brooklyn, junto una inscripción en el muro de atrás: "Una vida no tiene importancia, excepto por el impacto que tenga en otras vida".
1947: Año de Jackie Robinson
Vayamos a 1947, conocido como el Año de Jackie Robinson, un verdadero héroe del béisbol.
Así es.
Jackie, trascendió en el tiempo como uno de los jugadores más excitantes de su tiempo convirtiéndose en el primer pelotero negro del siglo 20 en jugar en Ligas Mayores y romper la barrera de color que prevalecía hasta ese entonces.
El caballero hecho atleta; un ejemplo en casi todos los aspectos de su vida; era el primer atleta de cuatro modalidades en la UCLA. Jugaba beisbol y basquetbol, corría y saltaba en pista, además dominaba completamente el campo de futbol americano. En 1941 Jugó con Los Angeles Bulldogs.
Encabezó la marathón en 1939 con un promedio de doce yardas. Quedó en segundo lugar en la ofensiva total de la Conferencia del Pacífico en 1940, mostrando ese estilo agresivo en la carrera que sería su clásica característica en los diamantes del beisbol. Fue un héroe duro de detener en cualquier lugar.
Jackie Robinson era educado, estructurado y altamente moral. Un estudiante americano completo, con un honorable cargo de oficial de la Armada. Y todos esto le haría el candidato ideal para ingresar a las Grandes Ligas de beisbol si podía mantener su orgullo y temple en orden.
Plantación de algodón…
Pero, ¿qué tal si vemos un poco atrás la vida de este héroe americano?
Jackie Robinson nació en Cairo, Georgia, en enero 31 de 1919. Su familia trabajaba en una plantación de algodón en condiciones no mucho mejores que cuando los negros eran esclavos en el viejo sur de los Estados Unidos.
Su padre abandonó la familia antes de que Jackie cumpliera los dos años de edad. Y, con la esperanza de una vida mejor, su madre empacó pertenencias y con sus cinco hijos se mudó a un barrio de Pasadena, California.
El beisbol para Jackie fue desde niño su actividad favorita. En su sector, entonces no había discriminación entre blancos y negros, de tal forma que podían divertirse y conocer sus talentos desde temprana edad.
Pero, a medida que pasaba el tiempo, los Robinson tenían que luchar para sobrevivir. Jackie ayudaba su madre lustrando zapatos, repartiendo periódicos y otras actividades.
Incluso tuvo alguna influencia y participación de descarriado con una pandilla de niños pobres. Por fortuna el ministro de la iglesia del lugar logró que Jackie canalizara su energías en el deporte, donde fue excelente.
Uno de sus hermanos, logró destacar en el atletismo y tuvo participación en las Olimpiadas de Munich, en 1936 donde ganó medalla de plata en los 200 metros planos.
Pero cuando regresó a casa se percató que el éxito tenía sus limitaciones si se era negro.
Aquellos años era la época de los famosos Trotamundos de Harlem donde se podía destacar en el deporte en el pueblo tan sólo con tener talento para jugar basquetbol.
En el beisbol las Ligas Negras ponían cientos de atletas negros uniformados y decenas de aficionados en las tribunas.
En 1930 las Ligas Negras, en efecto, era el negocio en poder de ellos más grande de América.
No fue el beisbol sino el futbol americano le que le dio a Robinson una beca para ir a estudiar a la Universidad de California (UCLA), donde conoció a la mujer que se convirtió en la persona más importante de su vida: Rachel, con quien procreó tres hijos.
El mayor, Jackie Jr., moriría en un accidente automovilístico tras luchar por rehabilitarse del problema de la drogadicción, vicio que tomó en la guerra de Vietnam.
“El no quería que nos involucráramos mucho hasta que no terminara la universidad. Se amaba mucho así mismo”, expresa Rachel.
Pero,... un día de 1941 tuvo que viajar a Hawai a trabajar en construcción, dejando lo que él llamaba su “sueño mundial de academia y atletismo”.
Iba en un buque de regreso a casa cuando llegaron las noticias del ataque japonés a Pearl Harbor.
El sueño mundial que él y los EU habían vivido llegó a su fin.
En la ola de patriotismo que inundaba a la nación el reclutamiento jaló a atletas prominentes como Joe DiMaggio, Joe Louis, entre muchos otros estrellas de diversos deportes.
Robinson se dio cuenta las diferencias y reestricciones entre blancos y negros, algo que no estuvo dispuesto a tolerar y una vez se enfrentó a la ley marcial para probar ese punto, pero para tenerlo “quieto” la Armada lo nombró oficial mayor representando a los oficiales negros.
El y Joe Louis lucharon hombro a hombro para evitar en el ejército la marginación racial de que eran objeto.
Después de la Armada, Jackie firmó para jugar con los Monarcas de Kansas City, en las Ligas Negras. Fue el pelotero mejor pagado en ese circuito, ganando cien dólares por semana.
El beisbol negro era desconocido para la mayoría de los americanos blancos pero tenía muchos seguidores leales que admiraban su estilo vivaz para jugar y su profundo talento.
Intrigaba su talento
El talento de Robinson intrigaba a los Dodgers de Brooklyn mientras que también exploraban al catcher Roy Campanella y al poderoso joven pitcher Don Newcombe.
Branch Rickey, presidente de los Dodgers de Brooklyn dirigía a su organización de beisbol como un rey benévolo a pesar de su áspera imagen. Creía en un tratamiento igualitario para los negros.
Y cuando invitó a Jackie a Nueva York para unirse a su destacado equipo, Rickey hizo que su estrategia resultase:
“Tenía que ofrecerle un panorama real, con palabras y gestos, por todos los medios para que se diera cuenta frente a quién estaba y a lo que iba a aceptar, porque tenía que saber que iba a ser atacado y le recordarían su madre.... Quería saber si podía ser capaz de manejarse así mismo de manejarse bajo tales condiciones. Luego, llegamos al acuerdo de que durante tres años tendría que poner la otra mejilla y decidimos lo que sería un verdadero campo de juego”. Su respuesta, iba ser el bateo”.
La temporada de Jackie en 1946 con los Royals de Montreal, fue su destino de ensayo para el año histórico que habría de venir.
Fue en octubre de 1945 cuando Branch Rickey, anunció la firma de Jackie Robinson, shortstop de los Monarcas de Kansas City, además de Johnny Wright y Ray Parlow, pitchers de las Aguilas de Newark. Jackie fue enviado a Montreal y los otros dos a Tres Ríos, Quebec, en la Liga Internacional.
Montreal mostró ser una ciudad cosmopolita al aceptar su presencia ya que en el equipo nunca habían tenido a un jugador negro. Pero había otros estadios donde provocaba choques.
Empero, Robinson respondió con su bateo y llevó al título de esa Liga Internacional a los Royals. Fue líder bat .349 y 113 impulsadas, guiando también al banderín de la entonces conocida como Pequeña Gran Serie Mundial.
De ahí, saltaría a la historia, en Brooklyn:
Fanfarria y expectación
En la primavera de 1947 el beisbol llegó a Brooklyn con mucha más fanfarria y expectativa de la usual.
El día histórico de su inauguración, en abril 15, los Dodgers tenían de visitante a los Bravos de Boston.
Jackie Roosevelt Robinson debutaría como primera y el pitcher Johnny Sain en una victoria de 5-3 de sus Dodgers. El partido se efectuó el martes en el Brooklyn Ebbets Field, con una asistencia de 26,623 aficionados esperando ver a los Dodgers ... y a Jackie.
Algunos reportes hablan de que 14 mil afroamericanos se encontraban en las gradas.
Antes del juego, Jackie posó para muchas fotos.
Ya en el juego, Robinson fue el segundo hombre del primer ining en enfrentarse a Sain.
“No recuerdo alguna emoción especial en ese instante. Ni la banca demostró algo diferente. Jackie era un nuevo pelotero al que también había que hacer out”, expresó en aquellos días Johnny Sain.
Robinson se fue de 0-3 en su debut, pero al finalizar la campaña apantallaría al mundo beisbolero al ser nominado Novato del Año producto de su .297, 31 dobles, 5 triples, 12 jonrones, 48 impulsadas y 29 estafas para ser el líder en esa especialidad. (En su carrera se estafó 20 veces el home).
Y, desde su arribo, Dodgers ganaría den los siguientes diez años... seis títulos de la Nacional.
Fue el primer pelotero negro en llegar a la Gran Carpa desde que los hermanos Fleet y Welday Walker, jugaron en la Asociación Americana en la década de 1880.
Jackie Robinson saltó al campo como el primer pelotero negro Ligas Mayores y para él, hacerlo, fue una victoria personal, por lo que tuvo que salir a ganar día tras día durante los seis meses de su primera temporada. Había prometido no responder a las agresiones raciales, insultos o amenazas físicas, sino mantenerse en silencio.
Algunos peloteros amenazaron con boicotear los juegos (de los Filis y Cardenales). Pero hubo otros, como Pee Wee Rese, su compañero de equipo, quien lo protegió, haciendo una magnífica combinación como shortstop y segunda base dentro y fuera del campo.
Su esposa Rachel, habla de aquellos momentos:
“La entrada de Jackie al beisbol ocasionó reacciones hacia él, con acciones racistas, amenazas y alertaron a América sobre el hecho de que este problema no solamente estaba en el sur, sino también en el norte de EU; algo así como una conspiración de nuestra sociedad que creaba una atmósfera donde mucha gente que podía destacar, no tenía oportunidades”.
(Continuará).
Imposible dejar en el olvido que este día, hace 61 años, rompió la barrera de color en la Gran Carpa.
Hoy, en su memoria y como expresión de noble homenaje, peloteros afroamericanos están usando su famoso número 42, retirado del béisbol de Ligas Mayores.
Como parte de las festividades del día de Jackie Robinson, todos los equipos de béisbol han organizado una ceremonia especial previo a sus juegos de este día para reconocer las contribuciones y los logros de Jackie Robinson en el béisbol y los derechos civiles.
En este marco de recordatorio, Ligas Mayores seleccionó a Nueva York y al Shea Stadium para la máxima celebración por ser la ciudad sede cuando los Doddgers de Brooklyn paralizaron al mundo al alinear al primer pelotero negro en ese béisbol.
La Major League Baseball ha elegido a Shea Stadium como el sitio para comenzar el festejo del Día de Jackie Robinson. Aunque Robinson siempre fue miembro de los Dodgers, los Mets se consideran en parte herederos de ese legado. Esta fue la ciudad de Grandes Ligas que Robinson llamó su hogar, y los Mets sienten la responsabilidad de honrar ese hecho: MLB.
Esta noche el Empire State Building estará iluminado por este aniversario.
Hoy también se anuncia que Robert Redford producirá y tendrá uno de los papeles protagónicos en una película sobre Jackie Robinson, la que se centrará en la relación que tuvo con el presidente de los Brooklyn Dodgers, Branch Rickey, que será personificado por el famoso artista. El comunicado no indicó quién se pondrá en la piel de Robinson.
No es la primera vez que la vida de Robinson llega a la gran pantalla. El jugador, que murió en 1972, protagonizó en 1950 "The Jackie Robinson Story".
La nueva película cuenta con la aprobación de la viuda de Robinson, Rachel, la familia Rickey y las Grandes Ligas de Béisbol, aseguró el comunicado.
Cuando los Mets inauguren el moderno Citi Field en Flushing en abril del 2009, todos los fans serán recibidos por la Rotonda dedicada a Jackie Robinson, un salón con el estilo del Ebbets Field en donde jugaban los Dodgers cuando tenían su hogar en Brooklyn.
La mezcla entre un estadio y un museo miniatura, la rotonda tendrá una estatua de Robinson como esfuerzo de consolidar su legado por los próximos años.
Al entrar a la Rotonda, se apreciará y admirará la estatua de Robinson vistiendo el uniforme de los Dodgers de Brooklyn, junto una inscripción en el muro de atrás: "Una vida no tiene importancia, excepto por el impacto que tenga en otras vida".
1947: Año de Jackie Robinson
Vayamos a 1947, conocido como el Año de Jackie Robinson, un verdadero héroe del béisbol.
Así es.
Jackie, trascendió en el tiempo como uno de los jugadores más excitantes de su tiempo convirtiéndose en el primer pelotero negro del siglo 20 en jugar en Ligas Mayores y romper la barrera de color que prevalecía hasta ese entonces.
El caballero hecho atleta; un ejemplo en casi todos los aspectos de su vida; era el primer atleta de cuatro modalidades en la UCLA. Jugaba beisbol y basquetbol, corría y saltaba en pista, además dominaba completamente el campo de futbol americano. En 1941 Jugó con Los Angeles Bulldogs.
Encabezó la marathón en 1939 con un promedio de doce yardas. Quedó en segundo lugar en la ofensiva total de la Conferencia del Pacífico en 1940, mostrando ese estilo agresivo en la carrera que sería su clásica característica en los diamantes del beisbol. Fue un héroe duro de detener en cualquier lugar.
Jackie Robinson era educado, estructurado y altamente moral. Un estudiante americano completo, con un honorable cargo de oficial de la Armada. Y todos esto le haría el candidato ideal para ingresar a las Grandes Ligas de beisbol si podía mantener su orgullo y temple en orden.
Plantación de algodón…
Pero, ¿qué tal si vemos un poco atrás la vida de este héroe americano?
Jackie Robinson nació en Cairo, Georgia, en enero 31 de 1919. Su familia trabajaba en una plantación de algodón en condiciones no mucho mejores que cuando los negros eran esclavos en el viejo sur de los Estados Unidos.
Su padre abandonó la familia antes de que Jackie cumpliera los dos años de edad. Y, con la esperanza de una vida mejor, su madre empacó pertenencias y con sus cinco hijos se mudó a un barrio de Pasadena, California.
El beisbol para Jackie fue desde niño su actividad favorita. En su sector, entonces no había discriminación entre blancos y negros, de tal forma que podían divertirse y conocer sus talentos desde temprana edad.
Pero, a medida que pasaba el tiempo, los Robinson tenían que luchar para sobrevivir. Jackie ayudaba su madre lustrando zapatos, repartiendo periódicos y otras actividades.
Incluso tuvo alguna influencia y participación de descarriado con una pandilla de niños pobres. Por fortuna el ministro de la iglesia del lugar logró que Jackie canalizara su energías en el deporte, donde fue excelente.
Uno de sus hermanos, logró destacar en el atletismo y tuvo participación en las Olimpiadas de Munich, en 1936 donde ganó medalla de plata en los 200 metros planos.
Pero cuando regresó a casa se percató que el éxito tenía sus limitaciones si se era negro.
Aquellos años era la época de los famosos Trotamundos de Harlem donde se podía destacar en el deporte en el pueblo tan sólo con tener talento para jugar basquetbol.
En el beisbol las Ligas Negras ponían cientos de atletas negros uniformados y decenas de aficionados en las tribunas.
En 1930 las Ligas Negras, en efecto, era el negocio en poder de ellos más grande de América.
No fue el beisbol sino el futbol americano le que le dio a Robinson una beca para ir a estudiar a la Universidad de California (UCLA), donde conoció a la mujer que se convirtió en la persona más importante de su vida: Rachel, con quien procreó tres hijos.
El mayor, Jackie Jr., moriría en un accidente automovilístico tras luchar por rehabilitarse del problema de la drogadicción, vicio que tomó en la guerra de Vietnam.
“El no quería que nos involucráramos mucho hasta que no terminara la universidad. Se amaba mucho así mismo”, expresa Rachel.
Pero,... un día de 1941 tuvo que viajar a Hawai a trabajar en construcción, dejando lo que él llamaba su “sueño mundial de academia y atletismo”.
Iba en un buque de regreso a casa cuando llegaron las noticias del ataque japonés a Pearl Harbor.
El sueño mundial que él y los EU habían vivido llegó a su fin.
En la ola de patriotismo que inundaba a la nación el reclutamiento jaló a atletas prominentes como Joe DiMaggio, Joe Louis, entre muchos otros estrellas de diversos deportes.
Robinson se dio cuenta las diferencias y reestricciones entre blancos y negros, algo que no estuvo dispuesto a tolerar y una vez se enfrentó a la ley marcial para probar ese punto, pero para tenerlo “quieto” la Armada lo nombró oficial mayor representando a los oficiales negros.
El y Joe Louis lucharon hombro a hombro para evitar en el ejército la marginación racial de que eran objeto.
Después de la Armada, Jackie firmó para jugar con los Monarcas de Kansas City, en las Ligas Negras. Fue el pelotero mejor pagado en ese circuito, ganando cien dólares por semana.
El beisbol negro era desconocido para la mayoría de los americanos blancos pero tenía muchos seguidores leales que admiraban su estilo vivaz para jugar y su profundo talento.
Intrigaba su talento
El talento de Robinson intrigaba a los Dodgers de Brooklyn mientras que también exploraban al catcher Roy Campanella y al poderoso joven pitcher Don Newcombe.
Branch Rickey, presidente de los Dodgers de Brooklyn dirigía a su organización de beisbol como un rey benévolo a pesar de su áspera imagen. Creía en un tratamiento igualitario para los negros.
Y cuando invitó a Jackie a Nueva York para unirse a su destacado equipo, Rickey hizo que su estrategia resultase:
“Tenía que ofrecerle un panorama real, con palabras y gestos, por todos los medios para que se diera cuenta frente a quién estaba y a lo que iba a aceptar, porque tenía que saber que iba a ser atacado y le recordarían su madre.... Quería saber si podía ser capaz de manejarse así mismo de manejarse bajo tales condiciones. Luego, llegamos al acuerdo de que durante tres años tendría que poner la otra mejilla y decidimos lo que sería un verdadero campo de juego”. Su respuesta, iba ser el bateo”.
La temporada de Jackie en 1946 con los Royals de Montreal, fue su destino de ensayo para el año histórico que habría de venir.
Fue en octubre de 1945 cuando Branch Rickey, anunció la firma de Jackie Robinson, shortstop de los Monarcas de Kansas City, además de Johnny Wright y Ray Parlow, pitchers de las Aguilas de Newark. Jackie fue enviado a Montreal y los otros dos a Tres Ríos, Quebec, en la Liga Internacional.
Montreal mostró ser una ciudad cosmopolita al aceptar su presencia ya que en el equipo nunca habían tenido a un jugador negro. Pero había otros estadios donde provocaba choques.
Empero, Robinson respondió con su bateo y llevó al título de esa Liga Internacional a los Royals. Fue líder bat .349 y 113 impulsadas, guiando también al banderín de la entonces conocida como Pequeña Gran Serie Mundial.
De ahí, saltaría a la historia, en Brooklyn:
Fanfarria y expectación
En la primavera de 1947 el beisbol llegó a Brooklyn con mucha más fanfarria y expectativa de la usual.
El día histórico de su inauguración, en abril 15, los Dodgers tenían de visitante a los Bravos de Boston.
Jackie Roosevelt Robinson debutaría como primera y el pitcher Johnny Sain en una victoria de 5-3 de sus Dodgers. El partido se efectuó el martes en el Brooklyn Ebbets Field, con una asistencia de 26,623 aficionados esperando ver a los Dodgers ... y a Jackie.
Algunos reportes hablan de que 14 mil afroamericanos se encontraban en las gradas.
Antes del juego, Jackie posó para muchas fotos.
Ya en el juego, Robinson fue el segundo hombre del primer ining en enfrentarse a Sain.
“No recuerdo alguna emoción especial en ese instante. Ni la banca demostró algo diferente. Jackie era un nuevo pelotero al que también había que hacer out”, expresó en aquellos días Johnny Sain.
Robinson se fue de 0-3 en su debut, pero al finalizar la campaña apantallaría al mundo beisbolero al ser nominado Novato del Año producto de su .297, 31 dobles, 5 triples, 12 jonrones, 48 impulsadas y 29 estafas para ser el líder en esa especialidad. (En su carrera se estafó 20 veces el home).
Y, desde su arribo, Dodgers ganaría den los siguientes diez años... seis títulos de la Nacional.
Fue el primer pelotero negro en llegar a la Gran Carpa desde que los hermanos Fleet y Welday Walker, jugaron en la Asociación Americana en la década de 1880.
Jackie Robinson saltó al campo como el primer pelotero negro Ligas Mayores y para él, hacerlo, fue una victoria personal, por lo que tuvo que salir a ganar día tras día durante los seis meses de su primera temporada. Había prometido no responder a las agresiones raciales, insultos o amenazas físicas, sino mantenerse en silencio.
Algunos peloteros amenazaron con boicotear los juegos (de los Filis y Cardenales). Pero hubo otros, como Pee Wee Rese, su compañero de equipo, quien lo protegió, haciendo una magnífica combinación como shortstop y segunda base dentro y fuera del campo.
Su esposa Rachel, habla de aquellos momentos:
“La entrada de Jackie al beisbol ocasionó reacciones hacia él, con acciones racistas, amenazas y alertaron a América sobre el hecho de que este problema no solamente estaba en el sur, sino también en el norte de EU; algo así como una conspiración de nuestra sociedad que creaba una atmósfera donde mucha gente que podía destacar, no tenía oportunidades”.
(Continuará).
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