Remehibe

lunes, 28 de enero de 2008

Serie del Caribe 2008... La novena mexicana va en busca de su sexto titulo en el caribe

Grand Slam.....
Por Carlos Alberto Morales
grandslammexico@hotmail.com

La ciudad de Santiago en la Republica Dominicana será el escenario a partir de este sábado 2 de febrero de la Serie del Caribe 2008, evento que reúne a los campeones de las ligas invernales de Venezuela, Republica Dominicana, México y Puerto Rico.

Este año no hubo béisbol profesional en la isla del encanto debido a problemas de organización así que su lugar será tomado por el subcampeón de la liga dominicana los Tigres del Licey, equipo que participará como Republica Dominicana 2.

Las Águilas del Cibao como equipo campeón de la LIDOM serán Republica Dominicana 1 y tendrán el orgullo de portar en su franela la leyenda “Dominicano Soy” .

Por su parte los Yaquis de Cd. Obregón serán la novena que represente a México en el certamen caribeño ya que obtuvieron el 4° título de su historia el pasado domingo tras vencer en 5 juegos a los Venados de Mazatlán en la serie por el campeonato de la Mex-Pac.

El equipo sonorense está a la espera de refuerzos, se habla de gente como Walter Silva, Pablo Ortega entre otros., el cerrador del equipo Joakim Soria podrá participar en el clásico caribeño si recibe el permiso para hacerlo por parte de los Reales de K.C. equipo donde milita en la gran carpa.

Venezuela es el único país que todavía no tiene representante ya que sigue en juego la serie final de la LVBP entre los Cardenales de Lara y los Tigres de Aragua con 2 victorias por bando.

Esta deberá ser una gran Serie del Caribe con grandes jugadas, largos batazos y sobre todo emocionantes encuentros y solo nos queda desearle éxito al conjunto mexicano y esperamos que regresen con el 6° gallardete para el país.

Este link contiene el horario de transmisiones de la Serie del Caribe del 2 al 7 de febrero:

Nuevo reto: La Serie del Caribe

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Viene ahora el nuevo reto.

Ewi: Pensemos ya en Dominicana a partir del próximo sábado 2 de febrero.

Van los Yaquis, pero ahora también la representación mexicana y la Liga Mexicana del Pacífico.

Olvídese de Súper Bowls, el fútbol y esas cosas mariposas domingueras.

El deporte rey es el deporte rey y Dominicana será de nuevo sede de la “Serie Mundial Latinoamericana” y con eso está dicho todo.

Además, se vale crearnos expectativas, total, como aquello de a que le tiras CUANDO SUEÑAS mexicano….

Pero antes, déjeme preguntarle:

¿Quién esperaba esa “barrida” de tres juegos de los Yaquis?

¿Usted…? Yo no, la verdad.

Cuando se fue a Mazatlán la serie empatada a uno… toda la fanaticada del Yaqui temía la peor… ¡y prendieron las una y mil veladoras!

Cierto es que todo indicaba que la serie se extendería al menos hasta un sexto juego, ya en el “Tomás Oroz”.

Pero sorprendentemente no fue así.

Realmente, un feo debacle para los finalistas de las últimas cuatro campañas invernales.

Vea usted ese horrible 0-4 en postemporada de Pablo Ortega…¿qué pasó, Pablito…?

Y qué cosa: todo sucedió en su parque y ante su propia fanaticada, que por segundo año consecutivo se quedó suspirando por el banderín invernal ya que, recordemos, la campaña pasada fueron limpiados en 4 por los Naranjeros.

Esa vez, nomás cuatro tiros les dieron: dos en el “Espino” y los otros restantes en el Teodoro”… esa campaña nadie les ganaba al equipo Naranja.

Hoy, Yaquis se sublimó. Y ahí estuvo Joakim Soria, ¡que si les hizo falta en la semifinal 2006-2007 ante Hermosillo!

Pero eso ya fue historia.

Hoy los Amézaga, los dos hits productores para dos últimas victorias seguidas de Jorge Padilla; Agustín Murillo, Carlos Valencia, Iker Franco, Hugo Castellanos (5 salidas de calidad en la serie final); Justin Lehr (invicto en postemporada); Andrés Iván Meza, Isauro Pineda, Jason Botts, Pellow, qué puedo decirle del líder ofensivo, Carlos Rivera, el “champion” bat de la temporada y de postemporada, además de jugar una primera base de campanillas.

Por supuesto, debo reiterarlo: Qué alto vuelan los bonos de Justin Lehr, invicto en postemporada y que le dio la tercera victoria a los Yaquis superando una noche antes al son de 3-1 a Walter Silva, otro de los “caballos” de los rojos porteños.

Yaquis, los campeones después de casi tres décadas.

Primero, el 65-66 con Manuel Magallón; luego el 71-72 teniendo a Dave García de mánager; más tarde, en el 80-81 con Lee Sigman….¡habían pasado 27 años!

Como que ya les tocaba.

Esta ocasión Homar Rojas ha conseguido su primer campeonato en su corta carrera de mánager (Inició el 2005 con Guerreros de Oaxaca) y pues…¡enhorabuena para el orgullo de Villa de Santiago, Nuevo León!

Homar fue el Mánager del Año la temporada pasada y ¡obviamente repetirá el nombramiento!



Y factor clave para conseguir el campeonato: El mismo Homar lo acaba de decir: pitcheo. Además, también lo advirtió: actitud de entrega y espíritu hacia las victorias.

Así fue: estos Yaquis se pusieron al 300 por ciento en alto los colores de sus casacas” y, así, con ese perfil/actitud, el béis da y no quita.

Ahora, vámonos a Dominicana con los refuerzos necesarios.

No va Jason Botts, pero hay material de sobra: ayer se dijo que Oscar Robles (Navojoa) hará el viaje, lo mismo que Roberto Saucedo, Walter Silva y Alec Reed, de los mismos subcampeones.

Ojalá acompañen al equipo Joakim Soria “Lo veré (permiso) con Reales”, dijo anoche. Otros que ayudarán: Reggie Taylor, Luis Alfonso “Cochito” Cruz Jr., el efectivo relevista Gabe de Hoyos, qué decir de José Silva”.

Pero vale más esperar. También se dijo que Heber Gómez está más que listo (¡sería su octava serie caribeña consecutiva!).

Esperemos la lista final… es lo mejor.

Por fin… ¡Yaquis Campeones!

De Campeonato

Asención Sánchez Vázquez

Freddy Sandoval pareció un tierno cordero frente al depredador número uno de la tribu yaqui, y se cumplió la sentencia que es ley de vida de que el pez más grande se come al chico. Joakim Soria aderezó a la víctima 27 de los cajemenses con amargo chocolate para él y los porteños presentes, mientras el júbilo y no pocas lágrimas rociaron el rostro de jugadores, técnicos, administrativos y miles de aficionados que estuvieron y no en el “Teodoro Mariscal”.

El triple del “Fello”Amézaga que terminó anotando la carrera “de campeonato” tras sencillo de Jorge Padilla en la sexta entrada, fue todo lo que Yaquis requirió para acotar severa crisis de 27 años sin un título. A partir de allí los sentimientos encontrados. Muchos querían en su fuero interno coronarse esa misma noche, pero seguramente fueron más, miles, los que hubiese preferido fuera el escenario ideal el “Tomás Oroz Gaytán”.

Homar Rojas sabe bien que en este juego de pelota nada está escrito y no dio ninguna concesión al manejar de manera espléndida un cuerpo de pitcheo que trabajó por nota la noche de anoche. Pablo Joel Ortega, el serpentinero derrotado, lució como un guerrero del montículo y cayó con honores. Fue el pitcheo lo mejor de la serie. Basta ver los ínfimos porcentajes de bateo de la inmensa mayoría de toleteros.

Las calles de obregón anoche, hoy, y durante muchos días, lucieron, lucen y lucirán más festivas que el carnaval de Mazatlán. El indómito yaqui comió machaca de venado, así como antes se había deleitado con unas riquísimas entomatadas que se combinaron en su estómago con el jugo de caña que les antecedió en la ingesta rumbo al título cuatro logrado por la franquicia en la MEX-PAC.

Lo perfecto es inhumano pero los sueños sin límite. Cuántos no habrán bosquejado el final más feliz mañana martes o el miércoles en el “TOG”. Pero no hubo retorno del juego que tanto apasiona y las lámparas no recibirán el fluido eléctrico que las encienda y vista ese bello escenario de fiesta, bajo el mando de Baltasar Valdez, responsable de que el parque luzca como “pa’ir de boda”. Felicítense todos que se lo merecen.

Propietarios y directivos; peloteros y entrenadores; utileros y asistentes; el Chacho y la Chacha; cronistas y reporteros; fotógrafos y camarógrafos; taqueros y cocteleras; los balderos y quinieleros; los patrocinadores y publicistas; los que vendieron, y venderán, todavía, souvenirs de los Yaquis; pero sobre todo tu, aficionado fiel cuya motivación, este2008, fue la fórmula perfecta para ser campeones.

¿Héroes? En la victoria todos: Iker Franco, Said Gutiérrez, Carlos Valencia, Manuel Vélez, Alfredo Amézaga, Agustín Murillo, Jaime Brena, Carlos Rivera, Sergio José Santos, Albino y Sergio Contreras, Jorge Padilla, Jason Botts, Kit Pellow, Joakim Soria, Adrián Ramírez, Eder Hiram Llamas, Julio César Jiménez, Andrés Iván Meza, Juan Carlos Terrazas, Rafael Alfonso Cruz, Justin Lehr, Isauro Pineda, Juan Azael Álvarez.

Juan Enrique Quintanilla, Jesús Aurelio Rodríguez, Hugo Castellanos, Rosario Esteban Haro, Miguel Rubio, Homar Rojas, Adolfo Navarro, Alfredo Félix, Jesús Manuel López, Francisco Chávez, Manuel Gerardo Sánchez, Jesús Moreno Rivera, Roberto Vizcarra, William Oliva, Manuel Sauceda, Juan Manuel Escalante, Enrique Amarillas, Christian Alaniz, Guillermo López, Vicente Maldonado, Reyes Félix y Samuel Wong.

¡Cosa más grande caballero!

Babalú.

asencion61@hotmail.com
tibosanchez@gmail.com

Lanzando para home

Nunca han sido fáciles los cuatro campeonatos que ha ganado Obregón, dentro de la pelota de invierno. En la temporada de 1965-66, llegaron los Tomateros de Culiacán y los Venados de Mazatlán, tomando el nombre de Liga Invernal Sonora-Sinaloa. El sistema de juego fue de rol corrido. Los grandes favoritos eran Hermosillo, Guaymas y Los Mochis. A los Yaquis le daban un cuarto lugar. Llegaron los pitcheres Fred Wall y Dave Dixon, éste último no duró mucho y lo enviaron de regreso. Como los lanzadores mexicanos se portaron a la altura de las circunstancias, no buscaron reemplazar al pitcher derecho. La directiva que encabezó el señor Rafael Parada, consiguió los servicios de Alfredo “Yaqui” Ríos, que formó una excelente llave de dobles play con Jorge Fitch y sumando a Carlos Murrieta en tercera y William Berzunza en primera, lograron realizar nada menos que 108 dobles jugadas. Los relevos vertiginosos de Enrique Castillo, mas el poder bateador de Pancho García, aunado a su gran velocidad y el de Jaime Favela, le dieron al manager Manuel Magallón, un equipo que sorprendió a todos y como olvidar ese domingo 16 de Enero de 1966, cuando estaban trenzados Ostioneros y Yaquis en un 0-0, que se fue hasta la entrada catorce y así termino el partido por límite de tiempo. Pero antes se anunció que los Yaquis eran campeones, pues Navojoa había derrotado a Empalme.

En 1972-73 los Yaquis mantenían el convenio con los Padres de San Diego y le dieron el timón a Dave García, un hombre muy experimentado en el béisbol, en la dirección de equipos, que más tarde llegó a dirigir en las Ligas Mayores. Hubo varias claves para que los Yaquis obtuvieran su segundo banderin. Por lo pronto entraron a los playoffs y su primer enemigo fueron los Naranjeros, que eran favoritos para ser campeones. Vicente Romo fue el que les dio el pase a la final. Primero les ganó 5-0 en el Tomás Oroz y cuando estaba la serie empatada, los volvió a derrotar en Hermosillo con marcador de 7-1. Como no podía abrir la final contra Navojoa, el manager García le dio la encomienda al zurdo Dick Troedson que derrotó a los Mayos por 2-1, entrando de caballito la carrera del triunfo en la novena. Cuando la serie estaba 3-1 a favor de los Yaquis, de nuevo lució el joven Dick Troedson que se trenzó en duelo con Dyar Millar que permitió una carrera en la tercera con doble de Derrell Thomas y un bombeado de Jim Campanis que no pudo tomar Rudy Hernández que estaba en las paradas cortas. Fue todo lo que necesitó Trodeson para darle el segundo campeonato a Obregón.

El más reciente, pero de eso hace 27 años, también los Yaquis no eran favoritos para ganar, aunque tuvieron un cierre sensacional en la segunda vuelta, bajo la dirección del joven americano Lee Sigman. La llegada de Arturo González en préstamo de Navojoa, fue muy valiosa, pues ganó 8 juegos. Los grandes relevos de José Antonio Limón, mas los batazos de David Green, que resultó el campeón bateador, de Leo Valenzuela y de Derek Bryant, hicieron posible que Obregón primero eliminara a Guaymas en una serie muy peleada a siete juegos y para la final, tomaron de refuerzo al pitcher Eleno Cuen, que fue una garantía, pues ganó dos juegos, el segundo que fue del campeonato sobre los Naranjeros que manejaba el pitcher Maximino León. Como olvidar la gran atrapada de Antonio Villaescusa cuando estaba el juego0-0 en la cuarta, el triple del “Chino” Marquez y el elevado de sacrificio de Villaescusa. El último out fue un elevado a primera del gran Héctor Espino…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Yaquis…¡campeones!

Al Bat

Cumplen el pronóstico…amigos, ¡en terreno ajeno!

Y como el corrido de Rosita Alvìrez; nomás tres tiros les dio… sí a unos Venados que cayeron de cara al cielo en un duelazo de mírame y no me toques, hermano.

Amézaga con el triplete, toda una inspiración y liderazgo, la clave del partido para la mínima diferencia, ¡volando sobre las colchonetas hasta la esquina caliente!

Qué decir de los efectivísimos relevos y con el cerrojazo de Joakim Soria… ¡bienvenido al cuarto banderín Yaqui!

Mis respetos, también, a Hugo Castellanos.

Caray, duelazo de 1-0 indescritpible, como lo fue toda la serie final.

Qué grande lució el novato Andrés Iván Meza; qué duelo le ganó a Pablo Ortega, de lo mejor en el pitcheo mexicano de estos tiempos.

Meza, uno de los novatos más prometedores de la pelota mexicana, se ha ido a las nubes y mire que si con su actuación monticular prácticamente amarró el título de Novato del Año.

Yaquis, los campeones después de casi tres décadas.

Cumplieron, en 5, el pronóstico y desde ya nuestro reconocimiento.

¡Clase de postemporada lograron!

Factor para conseguir el campeonato:

El mismo Homar Rojas lo acaba de decir: pitcheo.

Ahora, vámonos a Dominicana.

Lanzando para home

En las 49 temporadas anteriores, los campeonatos han terminado 41 ocasiones en el mes de Enero, 6 en Febrero, una en Marzo y una en Diciembre. El año de 1967 tuvo dos campeones. Resulta que la campaña que dio comienzo en 1966 y terminó el 12 de Enero de 1967 trajo consigo el primer título de los Tomateros de Culiacán. Luego en Septiembre dio comienzo la Décima Temporada con seis equipos porque se salieron Navojoa y Empalme, ganando Guaymas su quinto y último banderín el 27 de Diciembre, cuando los Ostioneros manejados por Ronnie Camacho y con el pitcheo del zurdo Jesús Robles vencieron en el estadio de Mochis a los Cañeros con marcador de 7-0, venciendo al zurdito Pepe Soto con relevos de Simón Betancourt y Antonio Pollorena. Todavía se jugó al día siguiente y lo más interesante de esa jornada fue que el pitcher Horacio Piña de Culiacán, aunque venció 2-1 a Hermosillo, vio cortada su racha de entradas consecutivas sin permitir carrera, dejando la marca en 46.1 innings, récord que se encuentra vigente hasta la actualidad.

Esa temporada que terminó en el mes de Marzo, fue cuando llegó Mochis a la Liga Invernal de Sonora en 1962. Como se jugaba solo los fines de semana, empezó el viernes 19 de Octubre, aprobándose el sistema de dos vueltas, con los ganadores enfrentándose en una serie final a un máximo de cinco juegos. Ese día los Cañeros abrieron en el Fernando M. Ortiz de Hermosillo, recibiendo una felpa de 11-0, donde cometieron la friolera de 10 errores. La primera vuelta terminó el domingo 23 de Diciembre, con Guaymas ganándola. Se supo que la Liga Veracruzana “Beto Avila” había tronado y una gran cantidad de peloteros llegaron a engrosar las filas de los seis equipos, siendo Mochis el más beneficiado. La liga en ese momento se convirtió en la mejor de México, pues el nivel competitivo creció en grande. Mientras Mochis tenía una segunda vuelta de campanillas, los Ostioneros se fueron hasta el sótano empatados con los Mayos de Navojoa. La serie final dio comienzo en Mochis el miércoles 27 de Febrero de 1963 con victoria de Mochis por 10-9 sobre Guaymas en 10 entradas. Al día siguiente los Ostioneros empataron la serie con triunfo de de 4-1 del zurdo Aaron Flores sobre Lázaro Uzcanga. Dos días más tarde jugaron en Guaymas y con gran pitcheo de Arturo Cacheux volvieron a derrotar a Mochis por 4-0. Era el domingo 3 de Marzo, cuando el partido se fue hasta la entrada 14, donde Armando Murillo batea doble, sigue Memo Frayde con rola por el short, toma Guillermo “Huevito” Alvarez, tira a tercera, pero la bola se le cae a “Zacatillo” Guerrero, siguiendo Chico Estrada con imparable que empujó la carrera del triunfo.

Si Obregón ganó ayer 27 de Enero, será el séptimo equipo que gana el campeonato en ese día. El primero fue Mazatlán en 1977, jugando en el Teodoro Mariscal, donde vencieron 3-2 en 13 entradas a los Cañeros. Recordamos que la carrera del triunfo entró por un error del pitcher Miguel Solis. El segundo equipo fue Hermosillo en 1980, cuando derrotaron en día domingo en el Héctor Espino a Culiacán por 3-1 con gran pitcheo de Roberto Castillo, venciendo a Vicente Romo. Fue hasta 1992 cuando de nuevo Hermosillo ganó ese día, venciendo a los Mayos por 9-2 con trabajo de Ricardo Solis. En 1999 los Aguilas de Mexicali con el Paquín Estrada al frente, pasaron sobre los Tomateros en Culiacán por 12-7 y ganaban el título. En el 2003 fue Mochis sobre Obregón y el último fue Mazatlán sobre Mexicali…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Yaquis: ¡A tiro de hit! Vea, bateador de .300: Ronnie

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Los Yaquis, ¡a tiro de hit del campeonato!

Y como dice en el valle del Yaqui: “Cómo está pelón el cochi” para que los Venados ganen los tres que faltan.

Meterles los primeros dos en el Teodoro Mariscal” a los Rojos porteños, uff, algo que pocos esperaban. Y ya ve.

Y cómo es esta pelotita: rola de frente que de pronto salta sobre la cabeza de Heber ¡y by bye, Venados!

El pronóstico, hasta hoy, sigue tal cual con unos Yaquis en grito de guerra y cuidadete mi sangre.

En el béisbol todo puede suceder, es verdad, pero al menos hasta hoy dominguito temprano Homar Rojas y sus jugadores las tienen todas para ganar.

Ah: Espero haya ya visto atrás de home, en el Teodoro mariscal, al gran regiomontanto, don Pedro Barbosa Núñez, quien fue propietario de los Rieleros de Aguascalientes allá en los 70`s, y de quien en esta su columna ya una vez con gusto relaté su vida en el béisbol.

“Chamaco” Vea y Ronnie Camacho

Lo prometido es deuda:

Ronnie Camacho nos comparte anécdotas del recordado Roberto “Chamaco” Vea y qué mejor disfrutarlas en este día:

“Lo sigo recordando. Un muchacho que apenas llegaba a la madurez de su vida, un jugador de beisbol que nació en la ciudad de Santa Ana Sonora.

Excelente compañero y nunca lo escuché expresarse mal de alguien. Su pasión y su entrega por este juego le llevó a niveles altos.

Se preocupaba mucho por batear arriba de .300 y siempre me buscaba para conversar de béisbol. Su punto principal lo enfocaba sobre el buen bateo.

Me decía: “Yo como outfielder debo de batear siempre arriba de la cifra que distingue a los buenos bats”

Jugábamos en Nuevo Laredo con los famosos Tecolotes cuando llegó al equipo.

Recuerdo que no había lugar para él porque ahí estaban y bateando duro, Herminio Cortez y José García, los dos de Puerto Rico; el cubano Gerardo Soler en el otro jardín, los tres bateadores de .300 y refuerzos muy buenos. También estaba Ricardo Garza.

Entonces un día sucedió un movimiento dentro del equipo y cambiaron al “Ronquito” García al Aguila de Veracruz y fue cuando le llegó la oportunidad a nuestro compañero y amigo....

“Ahí la tienes en bandeja” le dijo Moi Camacho, nuestro estelar segunda base y de ahí en adelante “El Chamaco” Vea, resurgió, bateó muy bien y fildeando estuvo excelente.

Cuando fuimos a México a enfrentarnos contra los Diablos en el parque del Seguro Social, estuvo tremendo.

La foto de oro

El fotógrafo estrella de la revista HIT, de nombre Agustín García, (compadre de Miguel Sotelo) nos dijo: “Dice Tomás Morales que quiere una foto de los jugadores sonorenses que están en el equipo”.

En aquel año estábamos Arturo Cacheux, Miguel Sotelo, Tony Dicochea, Roberto Vea y un servidor y cuando estaba el fotógrafo listo, llegó Moi y se puso entre todos nosotros.

Fue cuando Vea le dijo, “Hey cabezón, tú no eres paisano, sácate de aquí” y Moisés que no se callaba nada, le contestó, “Mira cabrón, ya no te voy a dar tips de bateo, sin mi, no eres nadie”

En ese año Moisés bateó lo que quiso y el mismo Tomás Morales de la revista HIT, nos bautizó “Los Camacho de la Destrucción”.

Todos reímos de muy buena gana. Se tomó la foto con el Moi y luego apareció en los periódicos y obviamente en la famosa revista deportiva.

En ése año, el panameño Pablo Bernard ganó el campeonato de bateo y era muy amigo de Vea y siempre los veíamos comiendo tacos cuando andábamos en gira.

Su triste deceso

“El Chamaco” murió en un accidente carretero en un lugar llamado Pericos en Sinaloa y su padre Luciano lo trasladó a Santa Ana y ahí fue sepultado....

Empezamos a organizarnos y jugamos juegos de exhibición por toda la Costa contra los Sultanes de Monterrey que encabezaba Alonso Perry y el manager era Luis Sansirena un simpático cubano ya entrado en años y muy célebre en su conversación.

Una noche en Culiacán, había una muy buena entrada y de gusto pidió un micrófono para agradecer a nombre de la esposa de Vea su incondicional apoyo y dijo, “Respetable público de Mazatlán…”.

A Luis “se le fue la onda” y la gente le silbó casi por 10 minutos.

Así andábamos jugando y recabando el dinero necesario para ayudar en algo a su familia. Nuestro equipo prácticamente lo componíamos sus amigos y otros que se incorporaron sobre la marcha. Nosotros hacíamos nuestro propios gastos y créanme sinceramente que todos estábamos ahí, cumpliendo con el amigo y compañero con mucho gusto.

En el panteón de su tierra natal fue construido un mausoleo y en la tapa superior en la lápida están inscritos los nombres de los jugadores que participaron en esos juegos.

Dicen que es como una especie de line up.

Su hermano Luis…

Aquí en Cananea, cuando yo arribé en 1989 a la Mina Mexicana de Cananea, me encontré a su hermano Luis Vea. Aquí trabajaba en el área de Contraloría, muy parecido a Roberto y también jugaba beisbol y softbol y lo hacía muy bien.

Después se fue de aquí a buscar nuevas oportunidades y mejores condiciones de vida. Ya no lo he vuelto a ver; creo que se encuentra en Nogales. (Vive en Santa Ana).

Bateador de .300

De Roberto Vea, en lo personal, guardo un gran recuerdo.

Fuimos buenos amigos y él se convirtió en un bateador de .300, su sueño dorado.

Un día en Monterrey, Arturo Cacheux, nuestro caballón del pitcheo nos dijo:

“Miren, ahorita que llegue Vea aquí, díganle que el batazo que dio se lo marcaron error y verás que no va a dormir”.

Efectivamente, le dijimos eso y se quedó muy serio. Al otro día, llegamos al Parque Cuaúhtemoc temprano por la tarde y lo primero que hizo, fue a ver al anotador oficial y le preguntó: “Oiga, cuantos hits pegué anoche? Y le contestó: “Tres”, al mismo tiempo que le preguntaba el por qué de su duda, diciendo entonces, “No, por nada.”

Roberto era así.

Siempre que bateaba y si la acción era dudosa y se embasaba, volteaba para la pizarra para ver que le habían anotado. Siempre lo hacía.

Cuando todo terminó, con aquellos recordada y triste gira, cada quien agarró camino. Yo me fui a Empalme, el Moi de cacería, Dicochea y el Natas García fueron a su casa en Nogales; Cacheux se quedó en Guaymas, Sotelo en Hermosillo y así fue como terminamos.

La señora de Vea (Olga), nos agradeció el gesto con lágrimas en los ojos y partió hacia Nuevo Laredo.....

Lanzando para home

Movió su alineación el manager Homar Rojas y le funcionó muy bien. Puso de noveno bat a Agustín Murillo, que fue el mejor en ofensiva, pero lo más llamativo fue que estaban los cuatro mejores Yaquis en velocidad como son Albino Contreras, Murillo, Alfredo Amézaga y Jorge Padilla. La rapidez de Amézaga, propició que el pitcher Silva, tomara un toque de pelota, la escupió, la tomó de nuevo y en forma desesperada tiró para primera base, donde techó a Edgar Gonzalez que hacía la asistencia y esa jugada le costó el partido a Silva y a los Venados. En el primer juego celebrado en el TOG, dos errores en la misma primera entrada, propició que los Yaquis tomaran ventaja de dos carreras, que fueron muy importantes, a pesar de que el abridor Andrés Ivan Meza no estuvo en su día. En el segundo juego, un malabareo del jardinero central Eric Reed, permitió que empatara Obregón, aunque después perdió en entradas extras. Así que la velocidad, la buena defensiva, pero sobre todo el pitcheo, han sido vitales para que Obregón tenga la ventaja en la serie final. Sabemos que no es definitivo, pero levanta mucho la moral entre los mismos jugadores, directivos y que decir de los aficionados.

Me acordaba que en 1969 cuando estaba de gerente de los Yaquis, hice un viaje a California y ví como en un cuarto estaban viviendo tres jóvenes peloteros mexicanos que pertenecían a la organización de los Dodgers. Ellos eran el pitcher Ramón Reynoso, el catcher Sergio Robles y el segunda base Francisco Chávez. No me acordaba que ese día, 23 de Junio, me tocó presenciar y apuntar un partido en el Sam Lynn Park de Bakersfield, sucursal de los Dodgers en la Liga de California. Se enfrentaron a los Gigantes de Fresno, cuyo manager era Dennis Sommers. En ese encuentro jugó Paco Chavez la segunda base para Bakersfield, conectando dos imparables en tres turnos. Ese partido que ganaron con pitcheo de Jim Flynn, propició que hablara con el americano y prácticamente me arreglé con él. Cuando visite las oficinas de los Dodgers en Los Angeles, me informaron que estaba prohibido hablar con los jugadores y que primero tenía que tener un permiso de esa oficina para hacerlo, así que no pudo venir con los Yaquis. Cuando empezó la temporada de 1969-70, me di cuenta que Flynn venía con los Naranjeros, pero no funcionó en éste béisbol y no terminó la temporada.

El pitcher Ricardo Solís, hizo algo muy difícil de igualar en series finales.. Como parte integrante de los Algodoneros en 1984-85, fue tomado como refuerzo por los Tomateros de Culiacán. Al iniciarse la serie final en Mexicali, los Tomateros ganaron por 5-4 con crédito para Solís que relevó al abridor Luis Trinidad Castillo. Solís empató la serie en Mexicali como abridor y ganó por 3-1 con ayuda de Aurelio López. Un año después pasó lo mismo y ahora Solís abrió el primer partido en Mexicali, que ganó 4-3 a los Tomateros. Ricardo lanzó 7.1 entradas, pero perdió Aurelio López. Ahora ganaron los Aguilas, que más tarde se llevaron la Serie del Caribe en Maracaibo. Al abrirse la serie de campeonato en Mazatlán contra Tijuana, el miércoles 21 de Enero de 1987, Solís relevaba a Rafael García y se llevaba la victoria de los Venados por 8-7 con salvado para Guadalupe Chávez. Por cuarto año seguido el chiapaneco Ricardo Solís estuvo en el primer partido de la serie final entre Potros y Mayos. El jueves 21 de Enero de 1988, abrió por los Mayos como refuerzo y tras de 4.2 entradas, permitió cuatro carreras y perdió ante Tim Leary por 5-1. Los Mayos fueron barridos por los Potros. Fueron cuatro años seguidos que Solís apareció en el primer juego…Después más lanzamientos.

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Lanzando para home

Buscando una foto de Vicente Romo a petición de Jaime Alvarez, porque van a realizar un homenaje a Romo y a Joakim Soria por sus juegos perfectos, nos encontramos con revistas que hace mucho tiempo no hojeaba. Una del Chale Salazar de Mazatlán, al cumplir 50 años como periodista, viene un artículo sobre los primeros pobladores de ese puerto sinaloense, que eran mulatos que cuidaban el Cerro del Vigía y que se alternaban cada semana, viniendo de presidio que estaba en lo que hoy es Villa Unión. El primer estadio que se llamó Mazatlán, estaba en la carretera hacía Culiacán y nunca tuvo alumbrado. Ahí jugaron los primeros Venados en la desaparecida Liga de la Costa, que se jugó de 1945 a 1958. Habla de los primeros cronistas del puerto que fueron Juan Avila que vino de Puebla, José Carlos Castelló y Heriberto “El Cerillo” Zazueta. El famoso “Kid Alto”, que en realidad se llamó Rafael Reyes Nájera, ya vivía en el puerto, aunque había nacido en Culiacán. Poco después se hizo cronista de béisbol y periodista, llegando su fama hasta la ciudad de México, donde fue contratado por la Revista HIT, que estaba a cargo de Angel Fernández, que después dejó el béisbol, para convertirse en un excelente narrador de futbol. Carlos “Chale” Salazar, vivió un tiempo en Los Angeles, aprendió el idioma inglés y sus contactos en Estados Unidos, le permitió proporcionar peloteros americanos a los Venados.

También me encontré una Revista HIT del 11 de Mayo de 1956, donde precisamente Angel Fernandez, comenta sobre los problemas que tiene el cubano Lazaro Salazar con el equipo Diablos Rojos, en su primer año como manejador. Muchos peloteros estrellas, le hicieron la vida de cuadritos el año pasado cuando la Liga Mexicana se afilió al Béisbol Organizado, al manager Gilberto Torres, hasta que lo despidieron. Le quisieron hacer lo mismo al “Príncipe de Belen”, pero los puso en su lugar. Los aficionados estaban desesperados, porque a pesar de grandes equipos que habían tenido los Diablos Rojos, nadie podía darles un campeonato. Después de sortear muchos problemas, el cubano Salazar, considerado uno de los mejores managers de todos los tiempos en el béisbol mexicano, les dio el primer banderín a los seguidores rojos. Al Yucatán le ganaron tres de cuatro y ahí se coronaron los Diablos por primera vez desde 1940, que fue cuando ingresaron a la Liga Mexicana con el nombre de Rojos.

En esa misma revista venía otro estupendo artículo, cuya cabeza decía: Otro Camacho a la Liga Mexicana. Se refería a Ronaldo Camacho, hijo de Manuel, gran boxeador y sobrino de Laureano, estupendo catcher y jugador de cuadro, que había puesto muy en alto en nombre de Empalme, Sonora. Ronaldo, que pronto fue conocido solo como Ronnie, por haber jugado sus primeros años en los Estados Unidos, firmó con la organización de los Cardenales de San Luis en 1953 y lo enviaron a Fresno en la Liga de California. Al año siguiente llegó otro empalmense, David García, haciendo llave de dobles play, pues Ronnie cubría la segunda y también el short. Después de varios años en el otro lado, llegó a la Liga Mexicana con los Tecolotes de Nuevo Laredo, donde empezó a jugar la primera base, que fue donde destacó más tarde. Ronnie en el invierno jugaba para los Yaquis de Obregón en la desaparecida Liga de la Costa. Ahí también leímos sobre Benjamín Beltrán, aunque en Estados Unidos le dijeron Benny, pero no era otro, sino el famoso “Papelero” Valenzuela, al debutar en triple A con los Cardenales de Omaha. Benjamín también jugaba para los Yaquis en invierno y era su tercera base titular...Después más lanzamientos.

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Hay cada “vedette” en el béisbol: Paquín

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

La CNOP Sonora se aventó un cien al invitar hoy jueves al Paquín Estrada en un ambiente grato pincelado en detalles del todo interesantes en torno al nuevo timón Naranjero.

Y debo decirlo: gente que sabe, siente y ama al béisbol, olvídese.

El licenciado Bulmaro Pacheco, director general del COBACH, el profesor Rosario “Chayo Ruelas, Memo Moreno Jr., el amigo Aurelio Ayala y cuántos conocidos más disfrutaron la presencia del Paquín, quien como siempre, amable y todo caballero respondió con tino todas las preguntas “del respetable”.

Presentes, el doctor Arturo León Lerma, presidente de los Naranjeros y el gerente general Juan Aguirre Contreras, así como el Epifanio “Pano” Salido Pavlovich, coordinador general de Fomento al Turismo en Sonora.

También, el maestro Abelardo Moreno Egurrola, inmortal del Salón de la Fama del Deportista Sonorense y qué decir del comité directivo y miembros del Comité de Apoyo de la ASOCRODE.

¿Y qué aspectos relevantes hubo en la conferencia del Paquín?

Firmó contrato con Hermosillo por toda la temporada, sin estar pensando en que a las primeras de cambio “le cortarán la cabeza”.

Y es que en el espacio de preguntas hice un planteamiento de cómo en esta temporada 2007-2008 solo un manager sobrevivió (Homar Rojas) con uno repitiendo franela (Tim Johnson/Guasave-Culiacán), algo en verdad nunca antes visto en el circuito.

Hice la reflexión sobre cual será el sentir de los estrategas que “ya no hacen huesos viejos” con alguna franquicia como sucedía en antaño, al grado tal de tener ejemplos como J. J. Pacho, quien después de dos títulos y perder uno más… ¡de pronto los Venados le dijeron bye bye!

La verdad, alguien tiene que hacer una defensa de los timoneles ¿no?, al fin trabajadores en el béisbol.

Pero como dijo León Lerma: “Cuando las cosas no salen bien, es más fácil cortar una cabeza y no nueve”.

Caray…¿dónde y desde cuando he escuchado eso, he?

Fíjese: Homar Rojas tuvo a los Yaquis jugando en la primera vuelta debajo de los .500… y sin embargo la directiva la aguantó y ya ve dónde anda el equipo.

“El Sargento” Herrera

Otro punto: Paquín tuvo de “escuela” como manager a Tomás “El Sargento” Herrera. Para él fue un modelo a seguir cuando empezó a jugar pelota desde los 16 años, en Navojoa, donde debutó en 1964 ¡con jonrón!

Ah: a una pregunta dijo que de niño o jugador novato, “no tuvo ídolos”. Simplemente observaba y admiraba el mejor, pero hasta ahí”.

Orale.

Su mejor momento: haber llegado en 171 a los Mets de Nueva York, donde en su debut bateó de 2-1…¡para .500!, como ya lo dice a manera de broma.

Su primer sueldo en la Liga Central, con los Tuneros de SLP: ¡mil pesos! Y con ellos tenía que costearse todo… y para ir y regresar a Navojoa, tenía que andar de “raites”. Así eran esos tiempos”, advirtió.

¿Cómo ser un manager exitoso?: ser amigo del pelotero y establecer una asertiva comunicación.

“Soy serio, frío. No acostumbro andar dando “apapachos”-abrazos. Y si lo hago, es para sacar provecho, para ganar. Y es que en el béisbol hay cada “estrellita”o “vedette”, que la verdad, hay que saber cómo tratarlos”, expresó.

Le pregunté el por qué en el Recinto Sagrado de Monterrey todos los receptores sonorenses entronizados son nativos de Sonora y rápido afirmó: “¡somos los mejores!”.

No pues si.

Paquín Estrada, con récord de 30 años como receptor y más de 40 años en el béisbol donde usted sabe ya toda la gama de éxitos obtenidos, siente que ha llegado a la mejor organización del béisbol y que deberá dar muy buenos dividendos.

Por mientras, en febrero estará en los entrenamientos de pretemporada con los Dorados de Chihuahua en el centro del país, para luego en marzo iniciar la campaña veraniega, todo previo a su incorporación en septiembre al equipo Naranja.

Hay más tela de dónde cortar, por supuesto… pero ya es tarde y mañana temprano hay que ir a chambear, ¿qué no?

jueves, 24 de enero de 2008

Tibo Sánchez y Miguel Ojeda




El ligamayorista guaymense y catcher de los Venados de Mazatlán en la LMP, Miguel Arturo Ojeda Siqueiros, es invitado al IX congreso de ASOCRODE por el presidente del comité organizador, Asención "Tibo" Sánchez Vázquez, minutos antes del primero de la serie final de la MEXPAC entre los porteños y los Yaquis de Ciudad Obregón. Foto: Carlos "Cachincho" Ibarra

Lanzando para home

Como dice Jorge Morgan, “no se pueden ganar todas” y me refiero que los Yaquis jugaron bien, los movimientos del manager Homar Rojas le funcionaron, pero al final los Venados hicieron lo que buscaban desde un principio, salir con la serie empatada y el manager de los Venados, Eddie Diaz hizo algo fuera de lo normal, cuando dejó más de tres entradas a su cerrador y le salió, pues paró a los Yaquis y ganó con el cuadrangular de Christian Quintero en la entrada doce. No sabemos que tan fuerte es el brazo de Gabe DeHoyos y si le vaya afectar en el partido de hoy, pues al final de su trabajo, se notaba cansado. Me imagino que Homar quería darle un poco de descanso a sus pitcheres que ha utilizado en forma continua como son Adrián Ramírez y Hugo Castellanos, pero las circunstancias del partido, lo obligaron a utilizarlos. Como me dijo un aficionado al salir del parque el pasado miércoles: “Será ahora una serie de solo cinco juegos, donde la cosa se ve bien, porque tendrán los Yaquis la oportunidad de abrirla con Justin Lehr y seguir con el zurdo Dan Serafíni”.

Era el jueves 25 de Enero de 1973 en el Estadio Manuel Echeverría en Navojoa, cuando los Yaquis ganaron por 1-0 para ganar su segundo campeonato, con el zurdo Dick Troedson. Llegó de clase A de la organización de los Padres de San Diego, lo utilizaron primero en relevos largos y el manager Dave García que traía sus instrucciones para llevarlo despacio, le dio la oportunidad de abrir casi a mitad de temporada. Tuvo una segunda vuelta de campanillas y se convirtió en uno de los estelares. En la serie contra Hermosillo, los derrotó en Obregón el miércoles 17 de Enero de 1973 por 3-2 en ruta completa, haciendo la carrera del triunfo en la novena. Abrió la final contra los Mayos el domingo 21 de Enero con una excelente labor de nueve entradas, ganando 2-1 a Antonio Pollorena que relevó al abridor Tony Barboza. Cuando la serie estaba 3-1 a favor de los Yaquis, el manager García, envió a Troedson en Navojoa, para que se enfrentara al velocista Dyar Millar. Fue un juego donde reinó el gran pitcheo y la única carrera vino en la tercera entrada con doble de Derrell Thomas y un bombeadito de Jim Campanis que no pudo tomarla el parador en corto, Rudy Hernández, que le marcaron error y se vino la anotación del campeonato.

El domingo 25 de Enero de 1976 daba comienzo la serie de campeonato en el Tomas Oroz entre Naranjeros y Yaquis. Hermosillo tuvo la siguiente alineación: Elliott Wills 4, Arnoldo de Hoyos 8, Jerry Hairston 7, Héctor Espino 3, Celerino Sanchez 5, Chester Lemon 9, Richie León bd, Eddie León 6, Sergio Robles 2 y Vicente Romo como pitcher. Los Yaquis con Juan Navarrete 4, Victor Manuel López 3, Johnny Scott 8, Jerry Turner 7, Aurelio Rodríguez 5, Jack Pierce 3, John Balaz 9, Francisco Estrada 2, Antonio Villaescusa 6 y Frank Ricelli el lanzador. Los Naranjeros llegan a la octava ganando por 4-1, pero Turner con rola a segunda empuja una y Aurelio Rodríguez le pega jonrón a Vicente Romo con uno a bordo para empatar. El partido se va a entradas extras y en la décima un jonrón de Lemon sobre Mike Overy, les da el triunfo a los Naranjeros por 6-4, con crédito para Douglas Capilla. Al día siguiente con Lamar Wright empatan la serie con victoria de 5-3. En Hermosillo los Yaquis ganan dos de tres. El manager Cananea Reyes, dice que se le acabaron las carreras a Obregón y vienen blanqueadas de Pancho Barrios por 6-0 y en el decisivo entre Rich Hinton y Vicente Romo otra de 2-0 en el TOG, para llevarse el campeonato…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Jugaron por nota

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

¡Oiga usted; clase de relevo que hizo Isauro Pineda al novel Andrés Iván Meza teniendo caja llena de Venados, con solo un out!

¿Pero qué no le salió bien a los ex Arroceros/Trigueros?

Y para ambiente,¡Madrecita santa, ¡seis grupos musicales! dándole y dándole a la tocada y animando el cotarro a más no poder en el “Tomás Oroz Gaytan”.

De lo que uno se pierde ¿no?

Verá:

Lo siento mucho mis Venados, pero los Yaquis de Cd. Obregón ya se perfilaron para ser los campeones de esta temporada y será muy difícil que les quiten ese canto victorioso de ayer.

Así es, amigos: los de Cajeme jugaron con gran ritmo, por nota, y el resultado fue contundente, sin necesitar de la presencia de Joakim Soria.

Iván, Pineda, Botts, Murillo, Amézaga, Valencia y compañía, fueron suficientes.

“El Fello”

Por cierto, mis respetos a Alfredo Amézaga.

Me faltan palabras para conceptuar su real valor como uno de los mejores peloteros mexicanos de la actualidad.

Por ello, no por nada, seguirá este 2008 con los Marlins de La Florida y con Obregón hoy por hoy es toda una garantía… usted lo volvió a ver ayer y ni modo que diga que no.

Clase de enjundia, de pundonor y entrega.

Y mire, a propósito de “otros”, sin necesidad de hormonas o alguna clase de sustancia prohibida; digo, por aquello de esa energía-fuerza-espíritu que se le ve dentro del terreno de juego.

Amézaga, “El Fello”, pues, un enorme potencial para las victorias de los aborígenes sonorenses.

Espéreme tantito: Oyeme Felipe: Me habías dicho que Carlos Valencia no tenía nivel para este béisbol y que sólo era jugador de la Liga Mexicana. ¿Qué me dices ahora?

¡Fallaste, colega!

Armando Murillo

El nombre de Agustín Murillo me hace recordar a Armando Murillo, el de los “fabulosos” Tigres del “Cuadro del Millón” allá en los 60´s, así como de los inolvidables Ostioneros de Guaymas.

Si, aquel notable Armando Murillo de la esquina caliente que con Guaymas tuvo de compañero a Kiko Castro en el Short, al “Yaqui” Ríos en segunda y al “Becerril” Fernández en primera, con Memo Frayde de receptor… y Manuel Magallón al timón.

Agustín Murillo, lo vemos, es también un gran tercera base y todavía con más poder al bat que el Ostionero/Tigre.

¿Por qué los colegas de ESPN no recuerdan a Armando Murillo al estar viendo jugar a Agustín? Sería muy agradable escuchar la referencia histórica, digo, ¿no? mi Bucky?

Ah: No crea que hablo bien de los Yaquis por aquello de que su nombre se parece al de Yankees, ¿he?: Sí: Yaquis…Yanquis. ¿Será?

Alfonso Araujo

Felicidades al colega Alfonso Araujo Bojórquez por haber recibido del Club Yaquis de Cd. Obregón la distinción de haber hecho el lanzamiento del primer juego de la serie…¡excelente, colega!

Un honor para el periodismo deportivo y en especial a un Inmortal del Recinto Sagrado como historiador del béisbol y a quien tendremos presente en el IX Congreso Estatal de la ASOCRODE en Guaymas entre el 15 y 17 de febrero próximo.

Para la reunión estatal ya confirmó su asistencia otro gran especialista en la materia: Eduardo Almada, quien en uno de los ¡tres congresos! celebrados en Puerto Peñasco, nos ofreció una gran conferencia. ¡bienvenido de nuevo al vástago de Melo Almada!

Ariel Gaspar

También desde Guadalajara se comunicó el colega empalmense, Ariel Gaspar, para también confirmar su asistencia trayendo como invitados al director técnico de futbol, Rubén Omar Romano y el futbolista guaymense Juan Carlos Valenzuela Hernández, lo cual por supuesto le dará más realce al programa de tres días.

Bueno, no olvidemos que el gran patrocinador de béisbol y prestigiado contador, además de amigo y amante del deporte rey, Porfirio Magaña Carillo, en igual forma levantará la mano de presente en el congreso, de modo que, también, bienvenido paisano!

Lanzando para home

Todo mundo se acuerda del último juego de la final de 1981, cuando los Yaquis ganaron por 2-0 a Hermosillo y ganar su último campeonato. Pero vamos a recordar el primer partido celebrado en el Tomás Oroz Gaytan el viernes 23 de Enero de 1981 con las siguientes alineaciones: Hermosillo con German Barranca 4, Alejandro Lizárraga bd, Jeff Leonard 8, Héctor Espino 3, Altar Greene 7, Alex Treviño 5, Art Gardner 9, Mario Mendoza 6, Sergio Robles 2 y Luis Fernando Guzmán el pitcher. Los Yaquis con Leo Valenzuela 8, Juan Navarrete 5, David Green 9, Tim Hosley bd, Derek Bryant 7, Jim Obradovich 3, Rigo Robles 4, Francisco Marquez 2, Antonio Villaescusa 6 y Mike Paul el lanzador. En las primeras seis entradas, los Yaquis solo llevaban un hit, de Rigo Roble, mientras que Hermosillo contaba con dos, uno de Mendoza y otro de Lizarraga. En la séptima amenazaron con corredores en tercera y segunda, pero Alex Treviño fue dominado con rola a segunda. En la novena el zurdo Paul, dominó a Barranca, pero Lizarraga bateó un hit dentro del cuadro, el manager Sigman llamó a José Antonio Limón y Leonard sacó un cepillazo por tercera donde Navarrete hizo una buena jugada, sacando en segunda a Lizarraga, luego vino tremenda jugada de Robles a batazo de Espino, para forzar en segunda a Leonard. Limón lanzó las siguientes cuatro entradas, sin permitir carrera, mientras Hermosillo llamaba al zurdo Ray Searage, que mantenía un dominio grande sobre Obregón, que solamente había amenazado en la doceava. En la catorce, Arturo Gonzalez sacó en orden y en el cierre el nica David Green le batea doblete a Searage y llaman a Domingo Ochoa, que pasa intencional a Hosley, pero Derek Bryant se pone los ropajes de héroe al batear sencillo al centro, para dejar tendido en el terreno a los Naranjeros y ganar por 1-0.

En el primer juego de la final entre Yaquis y Venados, la escuadra de Eddie Díaz, cometió la friolera de cinco errores y dijimos que posiblemente era una marca dentro de las series de campeonato. Nos pusimos a buscar y nos encontramos que el martes 23 de Enero de 1990 en el Héctor Espino, los Mayos de Navojoa, cometieron nada menos que seis pecados. Fueron tres del primera base, James Steels, dos de Rich Rentería que cubrió la tercera base y el sexto de Mario Mendoza que fue el parador en corto. Como Hermosillo hizo uno en la persona de Delino Deshields, segunda base, fueron un total de siete errores. En el mismo parque de Hermosillo el domingo 23 de Enero de 1994, hubo también siete errores en el partido que ganaron los Naranjeros 8-2 a los mismos Mayos de Navojoa. Cuatro fueron de los Mayos, siendo dos del short Remigio Díaz, uno de Ramón Esquer el segunda y el cuarto de Matt Rundels el tercera. Los tres de Hermosillo, fueron en la primera entrada, dos del catcher Homar Rojas, una en un tiro y otro cuando se le cayó un elevado de foul de Nelson Barrera, que finalmente fue ponchado. El tercero fue de Miguel Flores el segunda base.

Uno de los grandes récords en postemporada, son las diez victorias seguidas que obtuvieron los Venados de Mazatlán en los playoffs de 1986-87. Todo empezó en Mochis el martes 6 de Enero de 1987, cuando vencieron 15-10 a los Cañeros. Ligaron ahí mismo la segunda victoria por 10-7 y al regresar la serie al Teodoro Mariscal, los eliminaron por 12-5. En semifinales vencieron cinco veces seguidas a los Algodoneros por 3-0, 10-4, 9-1, 17-6 y 6-0. En la final contra los Potros, se llevaron los dos primeros por 8-7 y 4-2, hasta que los paró “Chito”Ríos por 5-3 en Tijuana…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico. alarb34@yahoo.com.mx

Fragancias de béisbol

Profe: Un cordial saludo, deseándole lo mejor para este año 2008.
Hace tiempo tuve la intención de enviarte esta fotografía de Angel Castro, pero hasta tuve la oportunidad de escanearla. La tengo en mi poder, ya que en su tiempo fue dedicada al Abuelo de mi esposa, quien fue tío y padrino del inolvidable “Zurdo”.


Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Pasaron más de 30 años y mire qué alegría siento al recibir un correo de Rubén Arturo Romero Apodaca, compañero con los Búhos de la Unison de los 70´s, cuando nos dirigía magistralmente el maestro Gustavo Hodgers.

Además, empalmense de corazón y eso ni quien se lo quite.

A ver:

Estimado Rubio: excelentes tus reportes; por tu culpa me fui a dormir a las dos de la mañana. No he terminado de leerlos todos.

Hoy me tuve que echar un clavado a mis cajas donde anda almacenado todos mis recuerdos y después de buen tiempo encontré dos ejemplares (en condiciones muy averiadas), uno de 1937 y otro de 1939 en donde anuncian encuentros entre Hermosillo y Empalme.

Y nomás para darte un avance, el equipo de Hermosillo: (dan puros apellidos) el de 1937: Uriarte, Bojórquez, León, Morillón, Santos, Armenta, Miranda, Delgadillo, Astrain, Aguilar, Larios y Martínez.

Por Empalme: Camacho, Pacheco, Leal, Juan María, Manuel Camacho (papá del Ronnie) Lugo, Romero (mi padre) Carrillo, J. Ibarra, Valenzuela, Gallegos, Gaspar, Alcaraz, Cázares, Gaspar A., Cruz, García, Llánes, Carrillo y Buelna.

El de 1939 está bien “perrón”.

También encontré algunos de mis recortes. Tengo algunas copias. Sí, mis recortes tienen 35 años y se están deshaciendo, imagínate el de 1937 como estará, pero existen y quiero hacértelos llegar lo más pronto que se pueda.

La casa huele a béisbol

Otras de las cosas que tengo que comentarte en la casa que nacimos en Empalme hasta la fecha huele a base ball.

Sólo imagínate lo que hacía mi padre cuando se iniciaba la Liga Invernal de los sesentas: se la rentaba a los peloteros y nosotros no íbamos a vivir al hogar de mi abuela toda la temporada.

En lo que era nuestra casa en Empalme llegaron a vivir grandes glorias de nuestro querido deporte: Aquí te van: José (Zacatillo) Guerrero, Manolo Fortes, David Ochoa, Alfonso Cisneros, Juan Suby, Alfredo Mariscal y no recuerdo por ahorita cuantos más.

Desgraciadamente esa casa la perdimos y ya no es nuestra. Pero mi lamento fuera muy grande, pero no es así porque por cuestiones del destino quedó con olores de base ball.

Ahí vive el gran “Chorejas” Bernal, umpire de la Liga Mexicana y de del Pacífico, nativo tambien de nuestro pueblo.

En verdad, siguen vivos los olores del base ball. Hace algunos años lo saludé y le dije que cuando la fuera a vender me avisara porque esas fragancias deberán ser inmortales.

Pendiente mi querido Rubio.

“Toby y La Pequeña Lulú”


Bueno, y usted preguntará quién es Rubén Arturo Romero Apodaca, seguramente:

Verá lo que me dijo en su primer comunicado:

“Estimado Rubio: Así es como te conocíamos en la Unison; Rubio. Y de eso ya han pasado muchos años en que jugué con los Búhos.

Me tocó un nacional universitario y perdimos el campeonato ante la UNAM (traían puros profesionales) en México para después partir a jugar profesional con los Diablos Rojos de México.

Todavía conservo la nota que sacaste en El Imparcial con el título de pitcher universitario firmado por los Diablos Rojos.

Un “zoológico universitario”

¿Recuerdas a la raza y caballos de esa época ¿:(Nichols, Neton (qepd) el “Mierdón”, “El Bombillo”, “LÑos Indios”, “El Nene”, “La Cucaracha”, “El Ave de Rapiña”, “Musaraña”, “La Cotorra”, “El Polilla”…)

A Jorge Romero y un servidor nos “bautizaron” como el “Toby y la Pequeña Lulú”,.

Tal vez ya recordaste. Son más de 30 años que han pasado, pero se que cuentas con buena memoria.

Me entero que estuviste presente en Empalme, mi tierra natal. Por ahí vi una foto en una paginaweb de los empalmenses.

Después de muchos años he regresado a Hermosillo a trabajar. Soy director de una granja de camarón ubicada en Tastiota.

Me daría un mundo de gusto de platicar contigo. Siempre he tenido una inquietud que he comentado con mis paisanos de Empalme pero no he tenido eco o será también que he andado trabajando por toda la República y el extranjero y no he podido darle seguimiento a lo siguiente:

Empalmenses en el Recinto Sagrado

¿Cuántos peloteros profesionales hemos salido de Empalme y quiénes están en el Salon de la Fama?

Me queda muy claro, aunque oficial son cuatro (Angel Castro, (primo de mi padre); Francisco “El Zurdo” Alcaraz, Ronnie Camacho y Miguel “Pilo” Gaspar.

Le agrego a Jesús “Cochihuila” Valenzuela y según mi lista llevo contados 72 peloteros.

No creo que exista en el país otra población con tal cantidad de peloteros profesionales. Se que me faltan, pero sólo necesito consultar algunos programas de los años 30´s y 40´s y fotografías de mi padre, a quien le tocó jugar en la Liga de Sonora y en la Metropolitana.

Estoy a tus ordenes cuando tu digas nos echamos un cafecito, unos mariscos, con sus respectivas ambarinas yo invito, un abrazo

Ah: en Empalme me conocen como el Benny romero, hijo de Lino Romero… y la raza de los Búhos como “La Pequeña Lulú”.

Lanzando para home

Cuando los Yaquis ganaron su primer campeonato en el béisbol profesional, fue en 1948, cuando compitieron en la Liga de Sonora, que se jugaba durante los veranos. En ese año contaba con 14 años y por supuesto que le iba a los Mayos y totalmente en contra de los Yaquis, pues en su primer enfrentamiento en el Estadio Revolución de Navojoa, hubo un incidente en el último de la serie, cuando el manager Laureano Camacho, le pegó en la boca al umpire navojoense Alfonso Díaz y le aflojó los dientes y emanó sangre. Eso me dio mucho coraje y tuve la oportunidad de escribir en un vespertino de nombre AHORA, donde atacaba fuertemente al manager Camacho, que la liga no le hizo nada, pues en aquella época, los sufridos umpires, no solo recibían palabras altisonantes, sino muchos de ellos fueron golpeados por peloteros y managers, que solamente eran multados con cien pesos. Reglamento de aquella época. Muchos años después supe como Obregón ganó ese campeonato, cuando en una serie contra los Internacionales de Nogales, los vencieron en dos ocasiones.

Por cosas del destino, porque nunca pensé quedarme en Obregón a vivir el resto de mis días, llegué en 1960 como locutor y poco después empecé a escribir en Diario del Yaqui, a instancias de Don Jesús Corral Ruiz y al rato estaba a cargo del sonido local y como anotador oficial de los Yaquis. En la pequeña cabina que estaba a un lado del dugout de los Yaquis en el desaparecido estadio Alvaro Obregón, nos dábamos cuenta de todo lo que pasaba en el equipo. Las trasmisiones a cargo de Otilio D’Gyves Robles, que era el cronista oficial desde los tiempos que estaban en la Liga de la Costa. En 1964-65 tuve la oportunidad de trasmitir los juegos de los Yaquis por la HX, en compañía de Oscar Verdugo de Empalme. Al año siguiente regresó D’Gyves con la OX y de nuevo estuve en el sonido local. En ese 1965-66 la liga tomó el nombre de Liga Invernal Sonora-Sinaloa con la llegada de Culiacán y Mazatlán, que ocuparon los últimos lugares. Los favoritos eran los Naranjeros, Cañeros y Ostioneros, dándole muy pocas oportunidades a los Yaquis. La llegada de Alfredo Ríos, procedente de Guaymas, mas la firma de Jorge Fitch, formaron una llave sensacional, que lograron realizar junto con Carlos Murrieta y William Berzuzna, nada menos que 108 dobles play. Era el domingo 16 de Enero de 1966, cuando el juego estaba empatado a cero carreras entre Yaquis y Ostioneros, cuando me tocó anunciar por el sonido, que Navojoa había vencido a Empalme y los Yaquis era campeones.

Ya como cronista de radio, me tocó vivir los dos siguiente banderines, pues en 1972-73 con Dave García en el timón y teniendo convenio con los Padres de San Diego, los Yaquis eliminaron al gran favorito Hermosillo y en la final, necesitaron de solo cinco juegos ante los Mayos, para ceñirse la segunda corona. El juego de campeonato fue en Navojoa el jueves 25 de Enero de 1973, quedando 1-0 con tremendo pitcheo de Dick Troedson, mientras yo estaba en la radio XEOX, pasando los comerciales y los comentarios. El regreso de Navojoa fue sensacional, pues más de cien carros desfilaron por la carretera. Una gran cantidad de gente los esperaba a la entrada, que es donde esta la fuente y muchos siguieron celebrando hasta la madrugada. El último que fue en 1981, también como cronista de radio, me tocó narrarlo en compañía de Carlos Córdoba Guirado, teniendo en la parte de atrás a Fausto Soto Silva, que poco después se retiró de la crónica beisbolera, para quedarse en la política por razones de pe$o$…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Miñoso, “un alma de Dios”

Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Higinio Reynoso, quien jugó con los Cañeros de los Mochis, Broncos de Reynosa y Naranjeros de Hermosillo, recuerda cuando firmó en 1966 a Orestes “Minnie” Miñoso.

El gran short y tercera base estaba ese año en funciones de Gerente General del equipo capitalino cuando se decidió que el cubano nativo de Perico, Cuba, se convirtiera en mánager y jugador.

Higinio nos dijo en detalle aquellos momentos:

Recordó que Miñoso llegó procedente de Chicago a Nogales, Arizona, donde estuvo alrededor de una semana arreglando los papeles migratorios para entrar al país, por lo que se trasladó hacia esa ciudad para lograr ahí mismo la firma de su contrato.



Cita que al “Minnie” le encantó la idea de venir a nuestro béisbol invernal, especialmente con los Naranjeros, de quien diría, como lo anoté ayer, en su primera rueda de prensa “Tengo el mejor barco de la compañía”. Sin embargo, Hermosillo lograría el tercer lugar del circuito.

Recomendó a Sergio Robles

Precisamente estando en Nogales, Miñoso recomendó con gran entusiasmo a un jovencito que había conocido en lo que era en esos días la Norte de México, un receptor de Nogales que “estaba quemando la liga” y que se llamaba Sergio Robles.

Reynoso no la pensó dos veces, se trasladó hacia Caborca donde estaba jugando para que estampara su firma para la campaña del 67-68.

Pero fíjate Jesús: a Sergio lo firmamos por su excelente bateo y no por su defensiva, aspecto que le distinguió finalmente en toda su carrera”.

La temporada del debut de Robles, todavía Fausto Soto Silva no lo bautizaba como “Kalimán”, el receptor titular Naranja, Juan de Dios Villarreal, ya no estuvo en el equipo, por lo que Miñoso le dio de inmediato la oportunidad al nativo de Magdalena…

“Y la historia que siguió en torno a su trayectoria ya la sabemos, al grado de llegar a la Gran Carpa y hoy tener un nicho de oro en el Salón de la Fama del Béisbol en México.

¿Y cómo era Orestes cuando estuvo aquí en esa época?, le pregunté a Higinio?

“Educado, decente, caballero, “y un alma de Dios”. Incluso, pregúntame si le gustaba el baile. Llegó con su señora, muy guapa y cuando la llevaba al “Fernando M. Ortiz” “alborotaba toda la gallera” en el graderío”.

También fue cátcher

También acude a su memoria para decirnos que cuando se lesionaron Sergio Robles y Juan Antonio Chan, dos o tres veces jugó en la receptoría.

“Imagínate recibirle a Felipe Leal, quien tiraba “lumbre”… y pues ahí también demostró su valentía como pelotero. Y es que catcharle a Felipe, no cualquiera, pero Miñoso lo hizo y muy bien”.

Esa temporada Orestes Miñoso fue el campeón bat con .343, quitándole la racha de seis títulos consecutivos a Espino, quien se quedó con .338.

Hermosillo tuvo a su mejor pítcher en Alfredo Ortiz (12-6 y 2.70), quien también jugó como jardinero y bateador emergente. Jay Carden también tuvo buenos números (11-6 y 2.53)… y párele de contar.

¡Cinco décadas!

Para concluir y así ya disponernos a gozar las incidencias de la final de la LMP Yaquis-Venados (¡Llegó a cuatro finales consecutivas!), mire usted:

Tras su retiro oficial de las Grandes Ligas el 5 de julio de 1964 con los Medias Blancas, reapareció como atracción de taquilla con los Patiblancos en 1976 y 1980, un privilegio que posteriormente le fue negado dos veces, la última de ellas en 1992.

Recordemos: El sábado 11 de septiembre de 1976, salió al campo como BD ante Frank Tanana de los Angelitos de California y se fue de 3-0.

Al día siguiente se convirtió a los 53 años de edad, en el toletero más viejo en conectar un hit en el Gran Circo, al dispararle un sencillo hacia el jardín izquierdo al zurdo mexicano Sid Monge, en el primero de una doble cartelera.

Luego en octubre de 1980, se unió al serpentinero zurdo Nick Altrock, como los únicos en actuar en cinco décadas diferentes en ese béisbol.

Esa vez bateó como emergente en la novena entrada contra Tanana y pegó un elevado de foul a las manos del receptor Dave Skaggs. Al siguiente encuentro empuñó nuevamente la majagua como emergente, roleteando a la tercera base.

Otro intento

En 1992, en otro gran intento por volver a jugar, el comisionado Fay Vincent le negó el permiso de ver acción en seis décadas, pero tres meses después, el presidente de la Liga Americana Bobby Brown, lo autorizó para que jugara el 30 de septiembre de esa temporada.

Sin embargo, los Medias Blancas decidieron que no lo hiciera por miedo a que sufriera una lesión grave.

Con todo y ello, se fue a una Liga Independiente y ahí tuvos dos oportunidades de oro… y a la historia:

Al año siguiente, en 1993, con rola al pítcher bateando de emergente con los Santos de San Paul, de la Northern League, pasó a ser el segundo ¡en jugar en seis décadas! junto a Hube Kittle, quien había lanzado en las Ligas Menores desde 1930 y que en 1980, siendo entrenador del Springfield en la Asociación Americana, había lanzado ya a los 63.

Pero eso no fue todo.

El legendario Miñoso, a los 80 años de edad, se convirtió el miércoles 16 de julio de 2003, en el primer y posiblemente último jugador en participar en siete décadas distintas.

Para lograr su hazaña vistió nuevamente la franela de los Santos de San Paul, actuando de nuevo como bateador designado.

Y… ya.

Hoy, Orestes “Minnie” Miñoso es el encargado de Deportes en el Hospital Psiquiátrico de la Habana, Cuba.

Caray.

Desde aquí, mis respetos y un abrazote.

Lanzando para home

Con la muerte de Don Tomás Oroz Gaytán, acaecida el 5 de Enero de 1973 en un accidente automovilístico, se le rindió un homenaje muy justo, imponiéndole su nombre a la temporada que dio comienzo el 3 de Octubre de 1973 y también el nuevo estadio de Obregón, le dieron su nombre. Los Yaquis que habían ganado el campeonato con Dave García, le dieron al responsabilidad a Miguel Sotelo como manager y siguieron en convenio con los Padres de San Diego, pero algo no funcionó, que la directiva que encabezaba don Rafael “Fali” Parada, despidió a Sotelo y le entregaron la estafeta al coach Marte de Alejandro. Entre los peloteros que envió San Diego, estuvo el grandote Dave Winfield, que acababa de salir de la Universidad de Minnesota y se había ido directo al equipo grande. Así que lo enviaron a Obregón, para que se impusiera a batearle al pitcheo mexicano. No aguantó la presión y tras de jugar en 26 encuentros, solito se fue, pero en su corto tiempo que estuvo con los Yaquis, bateó uno de los jonrones más largos que se han visto en el Estadio Tomas Oroz, sobre los lanzamientos de Eddie Solomon de los Mochis y que pertenecía a los Dodgers de Los Angeles. El jueves 20 de Noviembre de 1973 se cerró la primera vuelta con Navojoa en primero, Guaymas en segundo, Hermosillo en tercero, Mazatlán en cuarto, Obregón en quinto, Culiacán en sexto, Mochis en séptimo y Guasave en la cola.

Marte de Alejandro debutó como manager de Obregón el 18 de Diciembre y como varita mágica, empezaron los Yaquis a ganar serie tras serie. Cerraron ganando a Culiacán y faltando dos juegos para terminar la segunda vuelta, ya estaban por sexta ocasión consecutiva en los playoffs, que dieron comienzo el sábado 12 de Enero de 1974, recibiendo los Naranjeros a los Venados y los Yaquis a los Mayos. La escuadra de Marte de Alejandro no batalló mucho para eliminar a Navojoa, pues solo ganaron un juego por 2-1 con Tony Barboza en la loma y que lo bautizaron el “Mata Yaquis”. Por su parte Hermosillo que era el favorito, no pudo con los Venados, quienes en seis partidos pusieron fuera a los Naranjeros. Era el sábado 19 de Enero de 1974, cuando con un parque llenó se enfrentaron por primera vez Venados y Yaquis en el Tomás Oroz. Los Venados batearon con José Manuel Ortiz 4, Saúl Mendoza 6, Carlos “Chaflán” López 9, Jack Pierce 3, Wayne Nordhagen 8, Humberto García 7, Benjamín Cerda 5, Arturo Rey 2 y Victor García 1. El manager de Mazatlán, Ronnie Camacho me dijo que abría con Victor, pues sus “caballos” los había utilizado para poner fuera a Hermosillo y no tenían el descanso necesario.

Rafael García dejó el juego 5-0 en la cuarta, entrando Enrique Romo que hizo un relevo perfecto de cuatro entradas, pero a Salvador Sanchez, le hicieron tres carreras, para un 8-3. Los Yaquis tuvieron a Matt Alexander 8, Derrell Thomas 5, John Scott 7, Rommel Canada 3, Lee Robinson 9, Francisco Estrada 2, Juan Navarrete 6, Francisco Chávez 4 y todavía no había bateador designado. Los Venados tenían en los relevos a Aurelio López y Ken Tekulve, que por cierto ganó ese primer partido. El segundo llegó hasta la novena entrada, empatado a dos, pero ahora falló el relevo de Enrique Romo que regaló dos bases, viniendo Rafael García, quien recibió jonrón de “La Chata” Cerda, para la segunda derrota por 5-2. La serie se fue a Mazatlán y ahí ante el estupor mío y de los seguidores de los Yaquis, fueron limpiados, cuando los Venados ganaron 9-7 y el cuarto fue un 8-1 de Joe Pactwa…Después más lanzamientos.

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“Minnie” Miñoso

Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Lo acaba de publicar el gran colega Angel Torres en su columna Súperrápidas:

“El ex glorioso jardinero cubano, Minnie Miñoso, recibió el premio “Jackie Robinson” por su brillante carrera de 17 temporadas en la pelota de Grandes Ligas.

“Es un honor recibir un premio tan valioso”, comentó desde su hogar el “Cometa Cubano”.

“Estoy en los Salones de la Fama de Cuba, México y las Ligas Negras y solamente me falta estar vivo si me exaltan a Cooperstown’’..

Hoy temprano, hablando sobre el tema, me dice:

“Cada vez que hablo con el “Minnie” me dice que le hago recordar a la pelota cubana del ayer.

La última vez lo vi en Miami hace unos meses cuando el acto en febrero del Salón de la Fama Cubano y escribí un buen artículo de él en el Nuevo Herald explicando acerca de sus siete décadas en el beisbol, cinco de ellas en las Ligas Mayores y las otras dos en un circuito independiente.

En el acto estaba vendiendo su libro y me tomé algunas fotos con él... es tremendo personaje y sobre todo muy buena persona”.

Excelentísimo.

Debo decirle que además del Recinto Sagrado de México con sede en Monterrey (1996), también está en el Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe (2005); ingresó junto con Willie Mays, Rod Carew y el mexicano Juan Navarrete.

Miñoso participó en la Serie del Caribe de 1957, en La Habana, donde bateó para .391, y en la de 1958, en San Juan, Puerto Rico, en la que finalizó con .394.

Con grandes honores y registros

Sin duda, honor a Saturnino Orestes Arrieta Miñoso Armas, también gran caballero y ejemplo a seguir por cualquier jugador de todos los niveles y latitudes.

Por algo tiene su estatua en la terraza que ocupa la parte posterior del jardín central del U.S. Cellular Field de Chicago.

Incluso, las revistas The Sporting News y Baseball Digest, ya lo catalogaron entre los 15 mejores jardineros izquierdos de la historia.

En los 50`s fue clasificado como el jugador más destacado que llegó de la isla y luego junto al pítcher Adolfo Luque se les consideró como de lo mejor que habían llegado procedente de Cuba a la Gran Carpa.


El legendario pelotero nacido el 29 de noviembre de 1922 en Perico, Cuba, fue siete veces All-Star de los White Sox y en el 2003 fue electo como miembro ilustre de los Salones de Deportes y de Béisbol Mundial de Chicago.

A Orestes (“Simplemente llámenme “Minnie”, decía) en EU se le conoció como “El Cometa Cubano”, siendo en 1951 cuando pasó a la historia al romper la barrera racial con los Medias Blancas.

En esa temporada se convirtió junto al torpedero venezolano Alfonso “Chico” Carrasquel y al lanzador cubano Conrado Marrero, en los ser tres primeros peloteros latinos en participar en un Juego de Estrellas.

Ese año también fue el primer campeón latino en ambas ligas en triples jugando con Indios de Cleveland y Medias Blancas (14). La cifra completa la logró con Chicago.

Más tarde, el 57 con los mismos patipálidos, de nuevo pasó a los anales históricos en ser el primer pelotero de habla hispana de Ligas Mayores en dobles (36).

En ocho campañas pegó .300 más; tres veces fue campeón robador de bases; ganó 3 Guantes de Plata como jardinero y estuvo en 9 Juego de Estrellas… y ¡ocho veces fue nominado para el JMV!

Promedió en 17 campañas un global de .298, que muy bien pudo ser superior a la cifra mágica; sin embargo su prolongada estadía, jugando a una mayor edad que el común de los demás, obviamente le bajó el porcentaje

Y así pudiera seguir con más y más logros del gran “Minnie”, saltando de inmediato la pregunta del ¿por qué razón todavía no llega a Cooperstown, ahora por la vía de Veteranos?

En Cuba y Ligas Negras

Orestes empezó en 1945-46 a jugar pelota profesional a los 23 años con los Tigres de Marianao y con ellos pasó tres temporadas invernales.

Para el verano, se le vio en las famosas Ligas Negras vistiendo la franela de los New York Cubans en calidad de tercera base.

El 46 en 33 partidos bateó .260 y el 47 aumentó a .294 en 55 juegos. En esta última campaña fue seleccionado para el Juego de Estrellas de ese recordado circuito.

El 47 fue la última vez que se celebró una Serie Mundial de las Ligas Negras y Orestes fue la gran estrella con sus New York Cubans, quienes vencieron cuatro juegos a uno a los Cleveland Buckeyes.

A la Gran Carpa

Orestes Miñoso fue también de los favorecidos por el histórico rompimiento de la barrera de color cuando en 1947 los Dodgers de Brooklyn firmaron a Jackie Robinson:

Después de un año en Ligas Menores, el 19 de abril de 1949 llegó a los Indios de Cleveland y ahí haría gran pareja con Beto Avila (arribó el 30 del mismo mes) y con Larry Duby (primer negro/5 de julio de 1947 en la LA).

También ahí se encontró con el más notable lanzador de Ligas Negras, Leroy “Satchel” Paige (6-1), quien había debutado el 9 de julio del 48 para luego convertirse en el primer negro en lanzar en una Serie Mundial, la de ese año en que su equipo le ganó en seis juegos a los Bravos de Milwaukee teniendo tambien a Bob Lemon (20-14) y Gene Bearden (20-7).

Ese año, el 16 de agosto había muerto a sus 53 años víctima de cáncer en la garganta, el inmenso Babe Ruth y, después del clásico otoñal, Casey Stengel firmaba el 12 de septiembre como manager de los Yankees con quienes iba a estar las próximas doce temporadas.

Seis décadas

Antes de su retiro definitivo de la Gran Carpa, tuvo breves apariciones en 1976 y su último año (1980) con los Medias Blancas de Chicago, convirtiéndose en el único jugador que participa en seis décadas diferentes en ese béisbol. (Esa historia, para el segundo capítulo).

Cortó la racha a Espino

Aquí en México también tuvimos la dicha de conocerlo:

En 1966-67 fue el mánager y BD de los Naranjeros de Hermosillo y mire qué cosa: conquistó el título de bateo (.343), quitándole la racha de ¡seis coronas seguidas que llevaba “El Niño Asesino”!

Por cierto, me dice el colega Jesús Arturo Llánes Camacho que cuando llegó a Hermosillo en su presentación en una rueda de prensa, dijo con su característico tono cubano una frase que se volvió famosa en aquella época: “Señores, yo tengo el mejor barco de la compañía”.

También recordó que esa vez se ubicó como el único pelotero extranjero que en la historia del equipo Naranja ha pegado 100 o más hits en temporada (104).

Sin duda, excelentísimo bateador.

En 1969-70 también logró ser el campeón bat con los Venados de Mazatlán (.359).

Brilló en la Mexicana

En la Mexicana de Béisbol mostró ser un notable caso de durabilidad:

Llegó a la Mexicana de Béisbol teniendo 43 años y concluyó su estadía como un verdadero profesional al cifrar 51:

A partir de 1965 (fue campeón en dobles con 35), jugó cinco temporadas con los Charros de Jalisco (Ahí era el “Charro Negro” y cuatro con el Unión Laguna, acumulando un excelente .317, con 377 impulsadas.

Con Jalisco en sus dos primeros años pegó .360 y .348 y en la temporada del 69 se despidió del equipo con .320… dígame usted.

Campeón al lado de Hendricks, Ayón y Suby

El 67 fue parte de los campeones Charros dirigidos por Memo Garibay, quien tuvo en Andrés ayón (25-6) y Juan Suby (2.36) a los campeones den ganados y perdidos y efectividad, respectivamente. También brillaron Simón Betancourt (12-8), Waldo Velo (9-11) y el cerrador Manuel Lugo.

Miñoso se combinó en la primera junto a Idelfonso Ruiz; en la segunda estuvo Gabriel Lugo y Domingo Rivera y en los jardines, Eladio Urías, Francisco "Pancho" Garcia, José "Pepe" Rodriguez, Juan Francisco Menchaca y Benjamin "Cananea" Reyes.

Elrod Hendrick, quien al siguiente año debutaría con los Orioles de Baltimore, fue el receptor y anote la clase de temporada que tuvo: .316, 41 cuadrangulares y 112 producidas (y 18 dobles).

Manager-jugador

Cuando en 1970 los Charros trasladaron su franquicia a Gómez Palacio, Durango, Miñoso fue designado manager-jugador del equipo y mire el line up que armó esa ocasión para el juego inaugural:

Gonzalo Villalobos (8), Armando Murillo (5), Zoilo Versalles (6), Ildefonso Ruiz (3), Pancho garcía (9), Alfredo “Yaqui” Ríos (4), Fernando Castro (7), Miguel “Pilo” Gaspar (2) y Agustín Figueroa (1). En el pitcheo también tuvo al “caballo” Arnulfo Adame (19-14), Ramón Jusino, Pepe Leyva, Roberto Castillo, Germán Raygoza, Simón Betancourt, Rodrigo Sandoval Santos, entre otros.

Miñoso bateó .486 pero sólo en 40 juegos. Pancho García fue campeón bat (.346), dobles (44) y sencillos (185) e Ildefonso en procedidas (99). Fue el año en que Moisés “Moi! Camacho llegó a los dos mil hits en ese béisbol).

El 71 logró un excelente .315 y en el 72, a mediados de campaña, José “Zacatillo” Guerrero lo sustituyó en el timón, pero siguió activo como jugador, terminando con .285.

Su última temporada con Unión Laguna, en 1973, terminó con .265, 12 jonrones, 83 impulsadas y diez estafas, pero lo más admirable de todo fue que lo hizo a sus ¡50 años de edad… clase de longevidad del cubano!

Todavía en En 1976 dirigió y jugó para el Puerto Vallarta y es famoso el hecho de que junto a su hijo Orestes (Jr), conectaron jonrones consecutivos durante un partido decisivo del playoff, una proeza únicamente igualada por Ken Griffey (Sr) y Ken Griffey (Jr) en las Grandes Ligas.

(Continuará. Hay entrevista con Higinio Reynoso, quien siendo gerente de los Naranjeros, en 1966 lo firmó en Nogales, Arizona… y cuenta ¡cada detalles! de su estancia en Hermosillo).

Lanzando para home

Es la cuarta ocasión que las dos series de semifinales, llegan al séptimo juego. La primera vez fue en 1980-81, cuando Guaymas viniendo de atrás empató a tres victorias con Obregón, pero los Yaquis ganaron el decisivo por 8-5, con aquél dramático jonrón de Leo Valenzuela sobre Pancho Maytorena en la sexta entrada. Abrió Miguel Solís por los Yaquis, luego entró en la cuarta entrada, Arturo González y José Antonio Limón se enfrentó a 10 Ostioneros y los dominó en fila india. En la otra serie, los Algodoneros se pusieron 2-0 sobre Hermosillo, luego estuvieron 3-1, pero la escuadra manejada por Maximino León, ganó el quinto con jonrón de Héctor Espino en la doceava con uno en base. El manager Maximino subió a la loma y blanqueó 5-0 en Guasave a los Algodoneros. El séptimo se fue a once entradas y de nuevo apareció el tremendo bat de Espino que le pescó un lanzamiento al abridor Pablo Gutierrez Delfín y se la puso como chícharo por el jardín izquierdo.

En la semifinal de 1999-2000 se vieron las caras los Aguilas de Mexicali y los Mayos de Navojoa. Jugando en casa, la escuadra de Lorenzo Bundy se llegó los dos primeros, 5-4 en 11 entradas y 3-2. El miércoles 12 de Enero del 2000, los Aguilas en el Nido triunfan por 6-3 con crédito para Vicente Palacios, pero Navojoa gana al siguiente día por 5-0 con Ricardo Osuna en plan ganador. Los Aguilas empatan la serie al vencer 4-1 y al regresar la serie al Ciclón Echeverría con el mismo marcador. El lunes 17 de Enero, los Mayos capturan el séptimo por 7-5, brillando el bateo de Morgan Burkhart que le pega jonrón de zurdo a Emigdio López y de derecho a Roberto Pimentel. Sus antagonistas en la final fueron los Naranjeros de Hermosillo, que dividieron en el Héctor Espino ante los Tomateros. En el Angel Flores ganaron dos de tres, pero Culiacán liga victorias por 3-0 y 7-1 para empatar la serie, pero los Naranjeros en un juego de alto voltaje, ganan por 13-12 en doce entradas, con hit productor de Jacob Cruz.

La tercera vez, fue el año pasado, cuando los Yaquis jugando en Hermosillo ganan el primero por 8-4 con el zurdo Michael Tejera. A pesar de nueve asistencias de Alfredo Amézaga en el short, los Naranjeros ganaron 5-4 para empatar la serie. En Obregón llegaron dos victorias para Hermosillo por 6-3 de Edgar Gonzalez y11-3 de Justin Lehr. De nuevo Tejera pone en la pelea a los Yaquis al ganar por 5-1 y en Hermosillo el manager Homar Rojas, hizo malabares con su pitcheo y ganó por 6-4 con el bateo de Kit Pellow que se llevó la cerca en dos ocasiones, siendo el segundo bambinazo en la quinta con la caja llena. No pudo Carlos Elizalde con los Naranjeros, que le pegaron tres jonrones, uno de Vinicio Castilla, otro de Chris Roberson y el tercero de Gerónimo Gil y Edgar Gonzalez ganó fácilmente por 7-1. La otra serie fue estupenda también, entre dos grandes rivales, Venados y Tomateros. Jugando en Mazatlán, Jorge Campillo se llevó el primero por 2-1 con salvamento de José Silva. Les devuelve el mismo marcador, Pablo Ortega y se empata la serie. Ya en Culiacán, con Walter Silva en la loma ganan por 4-1, poniéndose arriba en la serie. Los Tomateros empatan con un triunfo de 4-2 de Rigo Beltran y toman la delantera cuando Jorge Campillo los vuelve a derrotar por 3-1, pero al regresar al puerto, los Venados responden con par de victorias por 2-1 en 10 entradas, empujando la carrera del triunfo Heber Gómez con un elevado de sacrificio y un 8-6 que se lo lleva Hugo Castellanos en relevo a Pancho Campos…Después más lanzamientos.

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sábado, 19 de enero de 2008

Lanzando para home



Sábado 19 de Enero de 2008

El estado anímico de los aficionados, directivos y hasta de los cronistas, es de acuerdo a la situación de una serie, sobre todo cuando es de postemporada. Ahí le van dos historias, que me tocó vivir como cronista de radio de los Yaquis. En 1975-76 le dieron el timón al americano Jimy Williams que manejaba en ligas menores con los Angeles de California. Los Yaquis habían firmado un convenio con esa organización y de ahí llegaron los peloteros importados Los Yaquis cerraron la primera vuelta en Culiacán, donde perdieron la serie, pero quedaron en primer lugar con tres juegos de ventaja sobre Hermosillo. Cerraron la segunda mitad con serie ganada a Culiacán en el Tomás Oroz y de nuevo de líderes. Tuvieron un primer playoff muy peleado contra los Mayos, pero ganaron en siete juegos, cuando en el decisivo el zurdo Chuck Gibbon, que llegó por Wheelock, venció 2-0 a Pepe Peña. Vino la final contra Hermosillo, quienes ganaron el primero de visitantes por 6-4 en 10 entradas con jonrón de Chester Lemon con Espino en loa senderos. Se empata la serie con triunfo de 5-3 de Lamar Wright, que recibió dos jonrones en la novena, de Espino y de Celerino Sanchez. Se va la serie a Hermosillo y de nuevo toman la ventaja los Naranjeros al ganar por 9-1 con trabajo de Rich Hinton, pero los Yaquis responden con dos triunfos de 2-1 (Chuck Gibbon) y en duelo de hermanos, Enrique derrota a su hermano mayor Vicente por 10-5. Al regresar la serie el viernes 30 de Enero de 1976, todo mundo, incluso yo, creíamos que ya teníamos el banderín en la mano, pero Pancho Barrios blanqueó 6-0 a los Yaquis y en el decisivo entre Rich Hinton y un relevazo de Vicente Romo, ganaron por 2-0.

Lo de 1980.81 fue muy diferente, pues los Yaquis con Lee Sigman en el timón, batallaron bastante en la primera vuelta, al quedar colocados en quinto lugar. En la segunda vuelta, llegó prestado de los Mayos el joven pitcher Arturo González, que conquistó en Mazatlán la única victoria con una blanqueada de 2-0. Ya destacaba en gran forma José Antonio Limón en los relevos, prestado junto con el zurdo Mike Paul y Rigo Robles, pues Tijuana no compitió en esa temporada. A partir del martes 9 de Diciembre de 1980, empezaron a ganar serie tras serie y Limón impuso un gran récord de ganar tres juegos seguidos. El miércoles 14 de Enero de 1981 abren serie en casa contra Guaymas y ganan por 2-1 en 13 entradas, donde Eleno Cuen lanzó por Guaymas durante 10 entradas y un tercio. Se llevan el segundo por 3-2 con Larry Montgomery en la loma. Allá en Guaymas el pitcher americano Jim Gott, le lanza a los Yaquis partido de doble cero, ganando por 10-0, con derrota para Miguel Solis. Con el zurod Mike Paul y relevo de José Antonio Limón se llevan el cuarto por 2-0, pero Abraham Rivera les regresa las nueve roscas y victoria de 3-0. De vuelta en Obregón, salta Eleno Cuen al cerro por Guaymas y tras juego completo se lleva el triunfo por 3-1, empatando la serie. El miercoles 21 de Enero de 1981, los Yaquis derrotan a los Ostioneros por 8.3 y ya estaban en la final.

Hermosillo era de nuevo el gran favorito, dividiendo en Obregón. En Hermosillo los Yaquis toman la ventaja, pero los Naranjeros responden con par de triunfos, para llegar a Obregón el martes 27 de Enero con la serie a su favor. El pesimismo era grande entre todos, pero Mike Paul con ayuda de Limón, blanquearon 1-0 a Hermosillo y Eleno Cuen que fue tomado como refuerzo, les colgó las nueve papas a los Naranjeros por 2-0, para darles el campeonato…Después más lanzamientos.

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viernes, 18 de enero de 2008

Yankees… y Mantle

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Encontré el correo de Pancho Casanova donde me invitó a “refrescar” la memoria de los Yankees de NY entre los 50´s y 60´s:

“Estimado Jesús

Vi las fotografías y los grabados de Mickey Mantle y
me fui rápido hasta la época de mi preadolescencia
impregnada de béisbol gracias a este carismático y
poderoso bateador de los Yanquis.

Recuerdo que en esa época había un pitcher, Withey Ford y un primera base, Joe Pepitone, pero también otro bateador, Roger Maris, que daban un gran espectáculo en las Ligas Mayores.

No se si estarán en orden mis recuerdos, pero me
gustaría mucho, Jesús, que nos hablaras de Mantle, y de ese cuadro y ese equipo que fue de los aguerridos Yanquis, donde creo, Yogui Berra, aún era el cátcher.

¿Qué ha sido de ese gran pelotero y de todos aquellos Mulos que dejaron su huella en aquella inolvidable época?

Tal vez fue el 60 0 el 61, no recuerdo bien. Pero esas fotografías son un buen pretexto para desempolvar toda esa información.


Saludos

Pancho Casanova.

Claro que si, Pancho. Ya empezamos y hoy continuamos. ¡Y si leyeras lo que me acaba de enviar Toño Elizarrarás!; queda pendiente (¿mañana?) porque en verdad emocionan sus palabras y recuerdos). Es cuestión de que me den permiso, ¿no?

Prosigamos:

Yankees-Bravos

En 1975 una vez más los Yankees repitieron el trono en la Americana pero en la Serie Mundial se encontraron con los Bravos de Milwaukee y…. Hank Aaron.

Bueno, pues el orgullo de Mobile, Alabama, nomás les bateó .393 (el mejor del Clásico), con once hit, siete impulsadas, tres jonrones y cinco anotadas, además de ser dominados por el pitcheo de Warren Sphan y Lew Burdette, quien les ganó tres veces, con una blanqueada.

Esta vez, Ford y Larsen no pudieron contra el embate Bravo y cayeron en siete.

Sin embargo el 58 vino la revancha contra los mismos Bravos a quienes vencieron en siete partidos luego de levantarse del 1-3 que tenían en contra, como lo habían hecho los Piratas del 25.

Hank Bauer pegó cuatro jonrones; Mantle conectó dos en el segundo partido y Stengel llegó a siete Clásicos ganados empatando a Joe McCarthy.

Dodgers y Gigantes a California

1958 representó el histórico año histórico en que Dodgers de Brooklyn y Gigantes de Nueva York se mudaron frente a las costas soleadas de Los Angeles y San Francisco, dejando gratos recuerdos en el Hebbets Field y el Polo Grounds.

Todos coinciden en que el traslado de las franquicias más viejas de la Liga Nacional que se mantuvieron en la Urbe de Hierro a lo largo de 75 años, realmente impactó y cambio la cara del beisbol de Ligas Mayores.

Terminaba frente a la Estatua de la Libertad una tradicional e histórica rivalidad entre ambas franquicias de Nueva York y de Ligas Mayores.

La ciudad más grande de Estados Unidos y los famosos Yankees se quedaban solos en la Liga Americana... hasta el arribo cuatro años más tarde de los Mets de Nueva York, sí aquellos que iban a ser los “Milagrosos del 69”.



Récord de entrada

El 6 de octubre de 1959 en el Coliseo de Los Angeles y en el quinto partido contra Medias Blancas, los Dodgers establecieron el récord de mayor concurrencia un partido de Serie Mundial, con 92 mil 706 aficionados. Los patipálidos ganarían 1-0.

También en ese año ocurrió algo para la historia... y Ripley: El 26 de Mayo, el pirata Harvey Haddix lanzó juego perfecto durante 12 episodios frente a Milwaukee... y perdió en el treceavo debido a un error, un sacrificio y un cuadrangular de Joe Adcock... que se convirtió en doble cuando el toletero de los Bravos rebasó a Hank Aaron en las bases.

El jonrón de Mazeroski

El 60 los Mulos también llegaron al Clásico.

Pero el histórico cuadrangular de Bill Mazeroski contra Ralph Terry al cierre de la novena del séptimo partido, los dejó cimbrados en el terreno de Pittsburgh para para dar de último momento el título mundial a los Piratas de Danny Murtaugh en otra de las finales más dramático e inolvidables en la historia de Series Mundiales.

Yanquis estuvo en plan poderoso: Anotaron 55 carreras por 27 de Piratas; 91 imparables contra 60; pegaron 10 jonrones, seis más que Pittsburgh, con palizas de 16-3, 10-0 y 12-0.

Mantle, quien en campaña fue líder jonronero con 40, además de producir 112, sacó tres jonrones y anotó ocho veces; Ford ganó dos partidos sin derrota y dejó su efectividad en 0.00 porque no le anotaron en 18 inings.

Incluso Bobby Richardson, con todo y que jugó para el equipo perdedor, fue nombrado el Jugador Más Valioso por sus 12 impulsadas. Nunca se ha repetido esta clase de nominación.

Fue la última Serie Mundial de Stengel con Yankees, que en ese año contaron con el poderoso dúo Mantle-Maris, que hizo recordar aquella pareja Ruth-Gehrig.

Aquel “Viejo Profesor” que todavía dirigía a sus 70 años de edad, tuvo la gloria de su parte cuando en sus doce temporadas llevó a Yankees a ganar 10 campeonatos y siete Series Mundiales; 5 de ellas ... triunfando en forma consecutiva.

Charles Dillon Stengel, genio, figura, payaso, colorido, amigo.

Cuando N.Y. ya no lo contrató, diría su famosa frase “No volveré a cometer el error de cumplir 70 años...”.

Realmente impulsó a toda una dinastía Yankee.

Los 61 jonrones

En la primera mitad de la década de los 60´s, todo mundo hablaba de los Yankees.

Una vez más los “Bombarderos del Bronx” acaparaban todos los titulares, la emoción e imaginación de la fanaticada.

A Stengel lo sustituyó con éxito Ralph Houk, quien de nueva cuenta llevó a N.Y a los títulos mundiales del 61 al 63 apoyado en los bats de Mantle, Joe Pepitone, Maris, Richardson, Skowron, Johnny Blanchard, el panameño utility Héctor López, Cletis Boyer, Tony Kubek y Howard.

El staff de pitcheo lo integraban Terry, Ford, Jim Bouton, Larsen, Al Downing....y el gran relevista de esos días, Luis “Tite” Arroyo.

Aquel 1961 fue el gran año Roger Maris cuando el 1ro. de Octubre en el juego 163 de la temporada disparó ante el pitcheo de Tracy Stallard, de Medias Rojas, su histórico jonrón 61 que le daba la vuelta al mundo al terminar con una legendaria marca que poseía Babe Ruth, cuya idolatría siempre estará presente en la sociedad norteamericana y el beisbol.

Y es que había notables diferencias entre Maris y Ruth. El carisma del Bambino contrastaba en mucho con el de Maris, un tipo serio, introvertido que no quería saber nada de la prensa... ni de los propios Yankees.

Por ese motivo, el Comisionado Ford Frick, un antiguo escritor sobre Ruth, de inmediato declaró que “El Gran Bambino” impuso su récord en sólo 154 juegos, por lo que el nombre de Roger Maris debería aparecer en el libro de récords con un asterisco por lograr la hazaña en 163 partidos.

Fue inolvidable la lucha jonronil que llevaban Maris y Mantle, hasta que en septiembre, a causa de sus serias lesiones (osteomelitis), el de Oklahoma tuvo que dejar de jugar, quedándose con 54 cuadrangulares. Todos daban por hecho, incluso así lo deseaban, que Mantle iba a alcanzar y superar la marca de Ruth.

Bueno, también en esa campaña, en la que Maris, Mickey Mantle (54), Moose Skowron (28), Yogi Berra (22, Elston Howard (21) y Johnny Blanchard (21) establecieron el récord de la época con 240 jonrones, se fueron a la Serie Mundial para acabar en cinco juegos con Cincinnati.

Whitey Ford

En el Clásico, Nueva York venció en cinco juegos a Cincinnati, guiados por el pitcheo de Whitey Ford, quien en el cuarto partido, lanzó hasta el sexto ining luego de que recibió un pelotazo en su pie, logrando de todas formas llegar a 32 ceros consecutivos para superar la marca de Ruth en Series Mundiales.

Nueva York tuvo también el invaluable apoyo de Johnny Blanchard, quien al jugar por el lesionado Mickey Mantle, bateó .400, con dos jonrones y qué decir de Bobby Richardson, con sus nueve hits (nueva marca) y líder bat del Clásico con .391, así como del panameño Héctor López, con jonrón, cinco producidas y el único triple de la confrontación otoñal.

Los Frank Robinson (El JMV de la Nacional ese año por sus 37 jonrones, 124 impulsadas y .343 de bateo), Vada Pinson, Gene Freese, Gordy Coleman y demás Rojos, prácticamente fueron maniatados por Ford, “Tite” Arroyo y Bud Daley.

En esa temporada, los Yankees conectaron 207 cuadrangulares; Roger Maris por segundo año seguido fue el Jugador Más Valioso; Whitey Ford logró el Cy Young por su 25-4; “Tite” Arroyo estuvo en plan grande con 29 salvados y 15 triunfos y Bobby Richardson dio final monopolio que tenía Nellie Fox al ganar el Guante de Oro como segunda base.

En general, durante el rol regular, se dieron resultados admirables:

Roberto Clemente, de los Piratas, también brilló con intensidad al lograr su primer título de bateo con .351, lo mismo que Guante de Oro; Orlando Cepeda, de los Gigantes, fue el campeón en jonrones e impulsadas, con 46 y 142 y, Willie Mays el 30 de abril se destapó con cuatro cuadrangulares en un mismo partido contra Atlanta.

Dramática Serie Mundial

Al siguiente año, Yankees volvió a la cúspide de la fama contra los Gigantes dirigidos por Alvin Dark, al obtener su banderín mundial 20, en una dramática Serie de siete juegos donde prevaleció el pitcheo a pesar del poderío ofensivo de ambos contendientes.... y para muestra un botón: Gigantes pegó para .226 y NY: apenas .199.

El juego decisivo lo ganó 1-0 Ralph Terry (fue líder en victorias con 23), quien mantuvo hasta la séptima gran duelo contra el perdedor Jack Sanford, a quien lo relevó Billy O´Dell.

Sin embargo, al cierre de la novena, en el Candlestick Park, ya con dos outs, Mateo Rojas Alou pegó hit dentro del cuadro y Willie Mays doblete para poner en segunda y tercera el drama y la angustia porque el siguiente bat era ni mas ni menos que el tremendo toletero zurdo Willie McCovey.

El mánager Houk subió a la loma a consultar a Terry porque tenía la primera base desocupada y podía pasarlo. Empero, el bat siguiente era Orlando “Peluchín” Cepeda.... de modo que...

Seguramente Ralph Terry recordó de inmediato dos años antes cuando al cierre de la novena del Clásico contra Piratas, Bill Mazeroski le conectó el famoso e histórico jonrón que lo mandó a la gloria y la posteridad.




Sin embargo, Terry decidió lanzarle a McCovey, quien pegó terrífica línea que parecía iba a darle la vuelta el marcador y la victoria otoñal a los Gigantes, cuando de pronto apareció la figura y el guante milagroso de Bobby Richardson quien estaba fildeando muy atrás, sobre la grama, cargado hacia el derecho para poner el punto final al Clásico.

McCovey, sus Gigantes y seguidores, quedaron atónitos e incrédulos: Richardson no estaba ubicado en la normal posición de un segunda base, de modo que cuando se quedó con el tablazo, casi cayéndose con la pelota pegada a su rostro, estaba salvando la Serie a Nueva York.

De no haber sido así, seguramente una vez más, Ralph hubiese deseado desaparecer de la faz de la tierra.

Fue la Serie Mundial donde Ford dejó su marca de 33 2/3 lanzando ceros consecutivos y en la que por primera vez aparecieron tres dominicanos: Juan Marichal, Salón de la Fama; y los hermanos Mateo y Felipe Rojas Alou, actual timón de los Expos de Montreal.

Aquel 1962 llegaron a la Nacional los Colts 45 de Houston (hoy Astros) y los Mets de Nueva York, quienes con Stengel perdieron 120 juegos, el récord para un equipo en campaña regular.

Maury Wills, de Dodgers, impactó al mundo con sus 104 robos, dejando abajo la marca de 96 que tenía el legendario Ty Cobb, lo cual le dio el título de Jugador Más Valioso.

Sí, el mismo Wills que vino en 1971 a Hermosillo para dirigir a los Naranjeros y darles un título para llevara por primera vez a un equipo mexicano a la Serie del Caribe.

Ese año, Jackie Robinson se convertió en el primer pelotero negro en ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown.

Sandy Koufax.... increíble

La temporada de 1963 se llamó Sandy Koufax.

Ganó el Cy Young y Jugador Más Valioso al abanicar a 306 para nueva marca, ser líder en ganados con 25 y 1.88 de efectividad, además de lograr once blanqueadas.

Por supuesto que esta vez la historia para los Yankees fue muy diferente en el Clásico Otoñal al perder por limpia ante los Dodgers.

Don Drysdale, también estuvo en plan grande con 19 triunfos.

Pero Koufax fue el principal protagonista y héroe al ganar dos juegos y lograr 1.00 de efectividad:

En el primer partido, abanicó a 15, ganándole 5-2 a Whitey Ford, con todo y que venía de ser el mejor ganador de la temporada con 24 y lograr una efectividad de 2.74.

En el segundo choque, Johnny Podres derrotó 4-1 a Al Downing; en el tercero Drysdale le ganó 1-0 a Jim Bouton (21-7 y 2.53) y en el cuarto, de nuevo Koufax, con pitcheo de seis hits, superó a Ford a pesar de recibir par de imparables.

La victoria y el título mundial le llegó al mánager Walter Alston en el séptimo cuando el primera base Joe Pepitone no pudo atrapar el tiro que le hizo el tercera Clete Boyer, luego de recoger una rolita de Jim Gilliam, quien avanzó a tercera... y anotó en un elevado de sacrificio para la carrera de oro y que a la postre fue de la diferencia.

Bill Skowron, ahora vestido de Dodger, le bateó al pitcheo Yankee para .385.

Mel Stottlemyre

Fue en 1964 cuando se jugó el último partido de Serie Mundial en el viejo Yankee Stadium entre Cardenales y Mulos, precisamente cuando Mantle superó la marca de jonrones en Clásicos de Octubre y que estaba en poder de Babe Ruth, quien se quedó con 15.

Yankees, caerían en siete partidos ante Bob Gibson, Tim McCarver, Mike Shannon, Ken Boyer, Curt Flood y compañía que se inspiraron para llevarse el banderín mundial.

Fue el año del debut de Mel Stottlemyre, actual coach de pitcheo de los Yankees, quien llegó en agosto a Nueva York procedente de Richmond, sucursal Triple A en la Liga Internacionald y quien ganó a Bob Gibson el segundo partido del Clásico 8-3 para luego perder 7-5 en el séptimo y decisivo ante el mismo Gibson.

Stottlemyre lanzó para los Yankees del 64 al 74, alcanzando en ese periodo tres temporadas de 20 o más triunfos en el mismo número de años, algo que no se veía con los Mulos desde 1912.

En ese Clásico, Gibson tuvo una jornada memorable: Llevó a los Cardenales al banderín en el séptimo partido, para así lanzar su ganar su tercer juego completo, además de abanicar a nueve, totalizando 31 en el Clásico, una marca de los Clásicos hasta ese año para siete juegos.

Hasta aquí la dejamos… de esa época.