El cubano-guaymense Julio Alfonso representa otro de los grandes héroes del béisbol de las Ligas de Sonora y de la Costa del Pacífico.
En su tiempo, gran protagonista del pitcheo en todos los parques donde se le vio jugar, especialmente alcanzando la talla de gran ídolo en el viejo Abelardo L. Rodríguez de los Ostioneros, el equipo de su vida en México.
Fue el pítcher que le dio el primer título a Guaymas en lo que fue la segunda temporada veraniega de la Liga de Sonora al vencer 4-3 en la gran final a los Rieleros de Empalme y al pítcher Demetrio “Dammy” García.
Luego, al inaugurarse la Costa del Pacífico (1945-46), fue el primero en lanzar una blanqueada (2-0) siendo sus víctimas los Tacuarineros de Culiacán y superando en el duelo a Lupe Ortegón.
Notable tercera temporada
En la campaña del 47-48, la tercera de la liga, Julio Alfonso estuvo también en plan grande:
Ese año tuvo 12-5 y junto con el pítcher campeón Aurelio Espiricueta (7-3 y 2.04) y Theolic Smith (11-4 y 2.33).
Entre los tres acumularon 35 juegos ganados en una competencia de 60 juegos; Guaymas ganó 38 juegos esta temporada y fue el campeón.
A la ofensiva Guaymas tuvo el formidable bat de Barney “Grillo” Serrell, quien terminó subcampeón bateador (.356), siendo líder en impulsadas (61), hits (90), dobles (25) y triples (8). Pegó 5 jonrones y obviamente con toda esa ofensiva fue el JMV.
En esa temporada, el sábado 22 de noviembre, Guaymas le ganó a Obregón 4-3 en 14 entradas, ¡siendo Julio Alfonso el que lanzó toda la ruta!
Hubo otro gran juego del cubano: el 8 de Febrero del 48 lanzaba sin hit ni carrera hasta la novena entrada cuando José Bache le conectó un “machuconcito” inofensivo que botó mal y se convirtió en doblete; otro hit de Burbuja Vázquez impulsó la única carrera de Hermosillo que cayó 12-1.
Dirigido por Juan Guerrero, Guaymas tuvo en esa campaña tremendo equipo donde también brillaron Jesse Douglas, Enrique “Bacatete” Félix McLaurin, Laureano Camacho, Manuel Magallón y Héctor “La Comadre” Leal. Luis “Texano” Castro, quien jugó en lugar de Laureano, quien se lesionó, fue el Novato del Año.
¡Bateó tres triples seguidos!
Hay algo más de Julio Alfonso….
Y por demás notable:
Y es que conectar tres triples consecutivos en un partido... no cualquiera.
Es una hazaña de muy alto nivel para aquel pelotero que logra esos tres extrabases.
En síntesis, a eso en el béisbol se le llama proeza.
¿Y sabe quién los conectó?: El cubano-guaymense, Julio Alfonso Alfonso, en 1946.
Esto, claro que en los anales del béisbol pudiera representar un récord, lo que claro vamos a constatar.
Se que Joe DiMaggio con los Yankees en 1938 pegó en un juego tres de ese calibre, pero todavía no puedo encontrar si fueron en forma consecutiva.
Los últimos que los conectaron fueron Roberto Clemente en 1958 y Ben Chapman, de los Indios de Cleveland, en 1939.
Pudieron haber sido 4
Al hablar por teléfono con él, en la agradable charla recordó aquella hazaña ocurrida en los tiempos de la famosa Liga de Sonora.
Ese hecho histórico, recuerda, fue en un partido que Guaymas sostuvo en Tucsón contra un equipo profesional de esa ciudad.
Cita que los Ostioneros fueron a jugar el fin de semana contra Nogales y luego para el lunes recibieron la tradicional invitación que el equipo de Arizona acostumbraba hacer cuando un equipo del circuito veraniego iba a Nogales.
Julio le había ganado el domingo 4-1 a Nogales y luego el lunes ante Tucsón entró a otra dimensión: triple, triple y triple. “En mi última oportunidad volví a pegar un tablazo contra la barda, pero le hicieron espectacular engarce… ¡lo que pudo haber sido otro de tres esquinas!
Pero, esos tres triples seguidos, ahí están para la historia y pues gran reto, ándale mi Julio.
Llegó por Mérida
El gran lanzador de los 40´s-50´s de la Liga de Sonora y la Costa del Pacífico, nació el 12 de abril de 1921 en Sierra Morena, Las Villas, Cuba, donde sólo jugó pelota amateur.
Llegó a Mérida el 17 de noviembre de 1944 y cuenta que pronto lo invitaron a integrarse al equipo “Estrellas de Yucatán” en la Liga Peninsular.
Sin embargo, dice que al no concluirse aquella temporada, decidió trasladarse a la capital del país “interesado en ver películas mexicanas de la época”, por lo que, advierte, optó mejor por quedarse en México y no regresar a Cuba.
Sin embargo su destino dentro del béisbol le deparaba un futuro promisorio: Ahí en el Distrito Federal conoció a Héctor “La Comadre” Leal, quien enviado por don Florencio Zaragoza, recibió la invitación para incorporarse a los Ostioneros, llegando así a Guaymas el 4 de febrero de 1945.
“Arribé a la II temporada de la Liga de Sonora y qué año: fui el pítcher campeón con 12-3, además de ganar el partido del campeonato a Empalme”.
Esos días, enorme ambientazo en el nuevo “Abelardo L. Rodríguez”.
Y ya si no, con esos dos campeonatos.
Y era tanta la conjugación de alegría y emociones por su gran equipo y jugadores que a Julio Alfonso la fanaticada desde la grada se daba vuelo cantándole a aquella famosa canción “El alacrán tumbando caña” y que si le encantaba.
Imagínese cómo andaba en esos dos años don Florencio y toda la gran afición guaymense….
Y pues lástima que un servidor todavía no nacía.
Era fantástico: Ronnie Camacho
Le pregunté a Ronnie Camacho si le vio jugar y su respuesta fue más que ilustrativa en torno a la figura del gran Julio Alfonso:
“Si lo vi en su mero apogeo; era fantástico, hacía todo
bien, junto con Ramón Correa. En Guaymas eran invencibles y fueron héroes deportivos por mucho tiempo”.
Se quedó a vivir en guaymas y como eterno homenaje, hoy la Unidad Deportiva Municipal lleva su nombre. Fue un gran jugador......dejó una huella imborrable....”.
Campeón con Hermosillo
Quizá usted no recuerde, pero Julio Alfonso fue parte del equipo campeón de Hermosillo en la temporada 1956-57 de la Costa del Pacífico.
Ese año Hermosillo ¡lograba el bicampeonato! bajo el mando de Hub Kittle.
Precisamente fue hace exactamente 50 años de aquella coronación, ante los Venados de Mazatlán, y ahí estaba presente el gran cubano nacionalizado mexicano, quien hizo de Guaymas su nueva patria.
Sin embargo, Julio Alfonso tuvo en el puerto sus mejores años a partir de la Liga de Sonora, siendo un gran atractivo de la fanaticada que asistía al entonces “Parque Hidalgo”, que luego se convirtió en Abelardo L. Rodríguez.
Julio también lanzó con Navojoa, donde un rato fue mánager, y Cd. Obregón.
Bicampeón con Guaymas
Sin duda que sus mejores años fueron jugando con los Ostioneros.
Por ejemplo, en el primero de dos campeonatos de los Ostioneros en la Liga de Sonora (45 y 46), Julio Alfonso estuvo formidable con 12-3 y como ya anoté lanzó el partido del campeonato ante Empalme superando 4-3 a Demetrio “Damy” Valenzuela (Hermano de Jesús “Cochihuila”), con siete hits, seis ponches y sin otorgar base alguna.
Era todo un “caballo” del pitcheo y al bat créame que los pítchers no le tiraban tan fácil.
En esos días se entregaba al Trofeo Challengue “Gral. Abelardo L. Rodríguez y de no haberse salido en la cuarta temporada del circuito, quizá Guaymas se hubiera quedado con él ya que la Liga estipuló entregárselo a quien obtuviera en tricampeonato.
Sería Nogales el equipo campeón de la Liga de Sonora en la cuarta temporada bajo la dirección de Virgilio Arteaga.
Corresponsal, anotador, entrenador…
A Julio lo traté en la década de los setentas por dos razones cuando ya estaba retirado del béisbol como pelotero: Era el anotador oficial de la Liga y de los Ostioneros ahí en Guaymas. También era entrenador e instructor.
Pero, también fue compañero de trabajo: compartimos la Corresponsalía de El Imparcial a fines de esa década y muy bien recuerdo el gran carácter, amabilidad y responsabilidad. Pasaba notas informativas, pero también tenía a su cargo la distribución del periódico. Algo así.
¡Imagínese ser compañero de labores de Julio Alfonso!
Julio Alfonso Jr.
A Julio no me tocó ya verlo lanzar, pero si tuve el privilegio de conocer y ver uniformado como Naranjero de Hermosillo a su hijo del mismo nombre.
Fue aquí en el Fernando M. Ortiz y en serio que me quedaba admirado de su estampa de pelotero, alto, fuerte, atlético y carismático. Seguramente era la misma “pinta” de su padre cuando sus mejores años en la pelota profesional.
Julio Alfonso Jr. Estaba ya reconocido como un gran prospecto para ir a jugar a Estados Unidos.
Lamentablemente, un día nos enteramos de su deceso, no se bien si a causa de un pelotazo que había recibido en su cabeza… o una enfermedad.
Se perdía de repente un enorme pelotero y Julio Alfonso seguramente no podía aceptar ese ingrato destino de su hijo.
Un hombre íntegro
Aaron Alcaraz, vástago del Inmortal Pancho “Zurdo” Alcaraz, le recuerda con enorme aprecio en el tiempo:
“Jesús, qué te puedo decir. Me da un inmenso gusto que menciones al gran Julio Alfonso. Te diré que, obviamente, como compañero de mi papá y como residente de Guaymas, me conoció a mi desde niño.
El siempre fue mi instructor de educación física durante mi estancia en el Colegio Navarrete y después en la Preparatoria del Tec de Monterrey en Guaymas.
Y aunque se que fue un excelente beisbolista y atleta, yo no te voy a mencionar esa faceta de Julio Alfonso. Eso es para que lo escribas tu, que eres excelente.
Yo te quiero hablar del Julio Alfonso persona, del ser humano, del amigo y consejero, maestro e instructor. Un hombre integro, de gran calidad moral, que sembró una semilla y que gracias a sus consejos y a su tiempo dedicado a la juventud, lo recordamos con mucha admiración y respeto.
Recuerdo las platicas con él en la escuela, las anécdotas y los consejos tan valiosos que me dio. ¡¡¡¡Qué clase de persona !!!!
Jesus, te felicito por dedicarle tu columna al gran Julio Alfonso. ¡¡¡Excelente !!!!
Sinceramente, Aaron Alcaraz.
Homenajeado por la ASOCRODE
En la ceremonia de Premio al Mérito que celebró la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE) en el 2002, Julio Alfonso fue uno de los grandes homenajeados.
En esa inolvidable acto también se reconoció a Alejandro “Cabezón” Uriarte, Ramón “Paletas” González; al rector Pedro Ortega Romero por el gran impulso al deporte universitario; al ex segunda base del béisbol amateur de los años cincuenta, Don Cesar Gandará Laborín, al entrenador y ex lanzador de softbol, Marcelo Save, entre otras personalidades.
Es noche, en el Teatro Emiliana de Zubeldía de la Unison, Julio Alfonso, acompañado de su familia expresó profunda emoción por el acto de honor tanto para él como los demás homenajeados por los cronistas deportivos sonorenses.
En el primero de dos campeonatos de Guaymas, Julio Alfonso estuvo formidable con 12-3 y como anoté ayer, lanzó el partido del campeonato ante Empalme superando 4-3 Demetrio “Damy” Valenzuela (Hermano de Jesús “Cochihuila”), con siete hits, seis ponches y sin otorgar base alguna.
También Julio Alfonso fue parte del equipo campeón de Hermosillo en la temporada 1956-57 de la Costa del Pacífico.
Homenajeado por la ASOCRODE
En esa ceremonia también se reconoció a Alejandro “Cabezón” Uriarte, Ramón “Paletas” González; al rector Pedro Ortega Romero por el gran impulso al deporte universitario; al ex segunda base del béisbol amateur de los años cincuenta, Don Cesar Gandará Laborín, al entrenador y ex lanzador de softbol, Marcelo Save, entre otras personalidades.
Es noche, Julio Alfonso, acompañado de su familia, expresó profunda emoción por el acto de honor tanto para él como los demás homenajeados por los cronistas deportivos sonorenses.