Remehibe

miércoles, 31 de octubre de 2007

Honor a Cornelio García


jarubio@guaymas.uson.mx

Confirmado: Este jueves 1ro. de Noviembre, a la altura de la sexta entrada en el estadio “Héctor Espino”, se hará la entrega del Trofeo “Premio a la Trayectoria” a Cornelio García, todo un símbolo de la franquicia campeona de nuestro béisbol invernal.

Ayer, Enrique Mazón Rubio, Arturo León Lerma y Juan Aguirre, dieron el visto bueno para realizar esta ceremonia de reconocimiento a tan distinguido jugador que durante 19 temporadas jugó como pelotero activo la franela Naranjera.

Este galardón que le otorga con gran aprecio la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE) refleja la valoración que mantiene a diario nuestra organización hacia quienes contribuyen con ímpetu y entrega/dedicación a enaltecer y elevar el nivel del béisbol con sus grandes registros en el terreno de juego.

Además, manifiesta un reconocimiento a sus grandes logros dentro de una sola organización como es la de los Naranjeros de Hermosillo, su único equipo en la Mexicana del Pacífico donde desde hace dos años en su coach de bateo.

Excelente y, déjeme decirle que la ovación que usted le brinde, será también un invaluable regalo y testimonio de reconocimiento hacia su trayectoria como pelotero y su don de caballero que siempre le caracteriza y distingue.

Iván Terrazas

El novel pelotero Iván Terrazas pertenece ya en el béisbol de verano a los Diablos Rojos del México y pues ¡excelente!

Llega a los Pingos procedente de los Acereros de Monclova en un cambio por el receptor Saúl Soto.

Anoche en el dogout del “Héctor Espino”, Iván se mostró satisfecho con el cambio porque antes que todo reconoce que es un jugador profesional y debe estar listo para enfrentar cualquier reto.

El jardinero central de los Naranjeros considera que jugar con los Pingos “y en casa, cerca de la familia”, deberá darle buenos dividendos y la posibilidad de que los Bravos de Atlanta, organización a la que pertenece en EU, le tenga dentro de sus planes para llevarlo a mejores derroteros con vista a la Gran Carpa.

Roberto Mansur, el presidente de los Diablos, sin duda que logró su objetivo en su visita a Hermosillo y, claro, también a la organización de Monclova, haciéndose de un gran prospecto de la pelota mexicana.

Ahora, hay que decirlo, los “Luciferes” tienen en su nómina a cuatro naranjeros: “El Borrego” Sandoval, Gerónimo Gil, Mauricio Tequida y al propio Iván Terrazas.

Enhorabuena por Iván Terrazas.

Derek Bryant

También saludé al gran Dereck Bryant, asesor y director deportivo de Naranjeros y recordó cuando tuvo su primera experiencia como mánager/jugador de Guaymas en un partido contra Hermosillo.

Hoy, el candidato al Salón de la Fama del Béisbol Profesional en México, como siempre se le ve “entero”, amable, caballeroso y con la buena vibra y amistad que expresa a quien se le acerca… ¿Oye, mi Chuy”, siempre me dice.

A Bryant lo conocí en 1978 cuando jugó por vez primera en la LMP con los entonces Marineros de Guaymas; en esos días un servidor era el corresponsal de El Imparcial en el puerto querido y pregúnteme si disfrutaba los juegos en el “Abelardo L. Rodríguez”, allá por rumbo de Las Playitas…¡qué recuerdos, paisanos!

Peloteros nativos

Curioso y algo ejemplar:

Mientras que los Yaquis de Cd. Obregón traen de titulares a cuatro nativos de esa ciudad: Carlos Valencia, Manuel Vélez y Albino Contreras, los Naranjeros tienen a Jesús Cota, Erubiel Durazo, Carlos Rodríguez y al pítcher Marco Antonio Duarte.

Esto, plausible desde cualquier punto de vista.

Qué elocuente e importante es el darle oportunidad al pelotero y talento local, nativo de cada plaza, donde se juegue béisbol profesional, ¿no lo cree usted así?

BOSTON. . . 2 EN 4.

Monterrey, Nuevo Leon.

31 de Octubre del 2007.
Por: Oscar Iván Villarreal.

Los pronósticos se cumplieron esta vez, las sorpresas se quedaron guardadas para mejor ocasión y la calidad se impone. Medias Rojas de Boston con una soberbia demostración de calidad y ejecución casi perfecta, línea por línea logran su segundo campeonato en estos últimos cuatro años.

Señoras y señores, amables aficionados, el mejor béisbol del mundo tiene un nuevo campeón, los Medias Rojas de Boston, al barrer en forma contundente a los talentosos Rockies de Colorado.

Una serie que al principio, a mí en lo particular, me parecía muy buena y atractiva, probablemente para la mayoría de los conocedores no tanto. Me atraía porque bien o mal, chueco o derecho eran los dos mejores equipos de ambas ligas, los que mejor momento tenían y sobre todo, porque era el enfrentamiento entre las dos teorías que existen no nada más en el béisbol, sino en el deporte profesional. Por un lado el presupuesto, el dinero de Boston y por el otro. el talento, la juventud y dinamismo de Colorado, un equipo que no lo considero pobre, sino que al igual que Arizona, Cleveland, etc., destinan la mayor parte de sus presupuestos en la producción de jugadores y/o cambios, compras etc., pero que para nada exceda o ponga en riesgo el mismo presupuesto, de ahí, que a mi gusto resultaba atractiva esta final. Dos teorías diferentes pero iguales de exitosas.

El resultado, ya lo conocemos. Creí que los Rockies darían más pelea. Boston fue un equipo arrollador en todos los aspectos, un equipo imponente, embalado, conjuntado, con calidad en todos los aspectos, es verdad, es una novena que gasta mucho dinero, pero a diferencia de otros equipos que también gastan, me parece que esta inversión tiene sentido y es mucho más cerebral, difícilmente se le veía algún punto débil.

El trabajo de Tery Francota se me hizo realmente estupendo, usted puede decir que con ese equipo cualquiera gana, pero considero que su trabajo es digno de resaltar, movió sus piezas como un auténtico juego de ajedrez, sobre todo en Colorado, le dio la confianza desde el principio del año a un joven talentoso como Justin Pedroia, que al final fue clave y contrario a lo que muchos hubieran hecho, se la jugó con un novato como Jacoby Elsbury ( sorpresa y descubrimiento de esta serie), de extraordinarias facultades, dejando a un experimentado Coco Crisp para ocasiones especiales.

Colorado, por su parte, perdió porque pago su inexperiencia, su novatez. En el momento en el que debieron ejecutar jugadas claves no supieron como hacerlo, posiblemente tanto tiempo de descanso les haya afectado, pero considero que lo principal es que se enfrentaron a un verdadero equipo, no hay similitud en enfrentar a Philadelphia y Arizona que ponerse de tú a tú con Boston, para mí ese fue un gran factor.

Como lo mencione en párrafos anteriores, Medias Rojas realizó un trabajo extraordinario, encabezados por una directiva muy capaz, inteligente, liderados por el magnate John Henry, no se si Shilling regrese, por ahí Mike Lowell, el más valioso, para su servidor más que merecido, será agente libre y por ahí algunos otros jugadores que pudieran cambiar de destino, pero si se mantiene esa mística ganadora y ese buen proceso de trabajo podríamos ver el inicio de una dinastía, si es que los demás equipos llamados “grandes”, llámese Yankees, Mets, etc., no se aplican.

Para los Rockies, que de cualquier manera hicieron un gran trabajo, considero que deben de estar tranquilos y orgullosos, no es fácil perder y menos de la forma en que perdieron, pero son un equipo joven y con grandes facultades, proyección y dinamismo, son una gran parte del nuevo movimiento, moda y forma de trabajo que mencionaba en un principio, si siguen trabajando igual tendrán un mismo futuro prometedor que los mismos Indios y D-backs que se quedaron en el camino, pero mostraron un gran trabajo, igual de cerebral, conjugando el verbo ganar y forjando al mismo tiempo un futuro prometedor y eso, es muy difícil de lograr.

De igual manera devolvieron a sus fanáticos esa emoción, adrenalina y felicidad que muy pocos pueden presumir. Colorado entero volvió a vibrar y a soñar, como solamente lo habían hecho con John Elway y sus Broncos hace algunos años. El fanático rockie debe estar orgulloso y tranquilo, pues su equipo, demostró que hay material humano para que juntos, unidos, sueñen. . . por muchos años más.

Lanzando para home



Miércoles 31 de Octubre de 2007
Los Tigres del Ing. Peralta iniciaron los trabajos de la primera escuela de béisbol a finales de los cincuenta en el Parque Hacienda. Por dos inviernos consecutivos, funcionó la escuela dirigida por Memo Garibay. Costó mucho dinero, pero surgieron peloteros que fueron más tarde estrellas, como Pancho García, Pepe Peña, Enrique Castillo, Eloy Gutiérrez, Lorenzo “Carbonero” López y Gregorio Polo. El michoacano Pancho García estuvo un rato con los Tigres en 1959 y al año siguiente lo enviaron a la Liga Central con el Guanajuato. Regresó en 1961 a los felinos y repitió en 1962, mejorando sustancialmente en ofensiva, pues corría muy bien, su brazo era excelente y no había problemas a la hora de fildear. Los Tigres lo enviaron a los Yaquis en el invierno de 1962, para que siguiera fogueándose.

Los Yaquis manejados por Luis “Molinero” Montes de Oca, era prácticamente un equipo nuevo, pues el anterior había pasado a Navojoa. Pancho, rápidamente se ganó al público de Obregón y del Valle del Yaqui, por su manera de jugar, pero sobre todo por el corrido de bases, pues impuso marca de 21 estafas. El primer cuadrangular de Pancho lo bateó en el Estadio Alvaro Obregón el lunes 5 de Noviembre contra Juan Suby que militaba con los Naranjeros de Hermosillo. Esa temporada fueron compañeros de Pancho, peloteros como Felipe Montemayor, que resultó el campeón jonronero, Chuy Bustamante, Jaime Corella, Jaime Favela, los hermanos Willie y Ramón Arano, Baldemar Carmona, Rubén Amaro entre otros. Estupendo debut con un .326, 7 jonrones y 45 producidas, las mismas que Espino, que resultó el campeón bateador.

Al regresar a los Tigres en 1963, lo hizo más confiado, pues su actuación de invierno había sido formidable. Se hizo más famoso en el mes de marzo, cuando los Tigres vencieron a los Medias Blancas de Chicago con un jonrón con la caja llena sobre el nudillero Eddie Fisher. Cuando dio comienzo ese partido el 15 de Marzo de 1963, Pancho empezó cubriendo el jardín derecho y séptimo en el orden. El tabasqueño el zurdo Pepe Leyva abrió por los Tigres y tuvo ventaja de 3-1, pero en la octava le empataron el juego. En la apertura de la décima, Medias Blancas anotó par de ocasiones y parecía que ganaban. En el cierre, Denny McLain, que después se haría famoso, pero en ese año era un jovencito, que regaló bases a Ricardo Garza y Armando Murillo. Trajeron a Eddie Fisher y Manuel Ponce le dejó un toque perfecto por tercera. Venía Pancho García que ya había bateado de hit. Dejó pasar el primer lanzamiento y a la siguiente mariposa, la enganchó y la bola fue a dar al otro lado de la barda, ante el delirio de miles de aficionados que llenaron el Parque del Seguro Social.

Cuando los Yaquis ganaron su primer campeonato en 1965-66, Pancho, jugó un papel muy importante en ese título, pues además de batear 12 cuadrangulares y empujar 33 carreras, rompió su propio récord de 37 robos que había impuesto un año antes, subiéndolo hasta 49. Cuando se inauguró la temporada en el Alvaro Obregón el martes 12 de Octubre de 1965, ésta fue la alineación que presentó el manager Manuel Magallón: Pancho García 8, Jorge Fitch 6, Alfredo Ríos 4, Jaime Favela 7, William Berzunza 3, Jaime Corella 2, Héctor Barnetche 9, Carlos Murrieta 5 y el pitcher Arturo Cacheux, pero perdieron ante Empale y el zurdo Alfredo Mariscal por 5-1. Después con Fred Wall y Nicolás García se llevaron la serie. Fue el domingo 16 de Enero de 1966, cuando declararon campeones a los Yaquis. Después de mucho tiempo, por fin, le hacen justicia a Pancho García con el retiro de su número 12, el día de mañana…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico; alarb34@yahoo.com.mx

“Chuy” Bustamante

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Jesús “Chuy” Bustamante tiene también un lugar muy especial en la historia del béisbol mexicano.

Pelotero serio, siempre mostró entrega absoluta en todas las franelas donde jugó; un estelar tercera base toda fibra, coraje y al mismo tiempo con un carácter templado para hacer bien las cosas, además de un excelente bateador.

Curiosamente, fue el primer campeón pítcher en la Invernal de Sonora (58-59) al lanzar con Hermosillo (6-1), con todas sus victorias lanzando juegos completos de nueve episodios.

Además, al bat fue el décimo mejor del circuito con .271 en 33 partidos, siendo líder en triples con 3. Fue sublíder en anotadas (25) e impulsó 16 y jugando la antesala, fue el No. 1 en doble plays (6). El campeón bateador de esa campaña fue Ronaldo “Ronnie” Camacho (.357).

Fue aquella campaña en que Hermosillo y Guaymas disputaron la primera final de la invernal de Sonora donde Chuy fue también gran protagonista.

Guaymas campeón

El colega historiador Alfonso Araujo nos cuenta ese capítulo en su columna “Lanzando para home” en el sitio blogspot de la ASOCRODE:

“Chuy lanzó el segundo partido en el Fernando M. Ortiz, ganando por 4-0 a José “Chino” Ibarra. La serie se cambió a Guaymas y ahí la escuadra de Manuel Magallón, empató a dos victorias y se van al decisivo el domingo 8 de Febrero de 1959, donde Bustamante ganaba por 1-0, pero en la novena entrada los Ostioneros hicieron dos carreras y Guaymas se llevó el primer banderín.

En reciente charla que tuvo con Bustamante le contó que se sentía bien cansado en ese juego ya que había cubierto la tercera base en los demás partidos y ya no podía el brazo, “así que llamaron al “Maistro” Mauro Contreras y éste recibió una “culebrita” por el lado de segunda, que se fue de hit de parte del “Chino” Ibarra que había entrado de emergente y con eso nos ganaron el campeonato”.

Junto a Tiant y Beto Avila

En el verano de 1960 con los Tigres del México dirigidos por Memo Garibay y que fueron campeones ese año, formó parte de aquel inolvidable cuadro con José “Pasitos” Echeverría en la primera, Beto Avila de segunda y Carlos Ramírez en el campo corto.

Ese año los bengaleces tuvieron en el staff de pitcheo a Luis Tiant, un joven prospecto que estaba por llegar a los Rojos de Cincinnati, así como a Beto Avila ya despidiéndose como jugador activo luego de su enorme trayectoria en México, Cuba y EU.

Campeón Naranjero

En el invierno del 60-61 a Chuy Bustamante le tocó la gloria de formar parte del primer equipo de Hermosillo campeón en la Invernal de Sonora.

Fue el titular de la esquina caliente de un cuadro donde estaba el debutante Héctor Espino (7), Marco Antonio Manzo (6), Jorge Fitch /6), Rubén Esquivias (3), Eradio Burruel (9), Andrés “Avestruz” Rodríguez (8) y Juan de Dios Villarreal (2). Virgilio Arteaga, el mánager. Al siguiente año volvieron a ser campeones.

Para la siguiente campaña Hermosillo envió a Chuy Bustamante a Empalme por Ramón “El Diablo” Montoya y el canje le cayó a las mil maravillas.

Por primera vez promedió sobre la cifra mágica en el circuito (.302), el cuarto mejor de la campaña, además de ser el campeón fildeador con .949.

23 juegos pegando de hit

Pero lo más formidable fue la racha que tuvo entre el 25 de noviembre de 1961 y el 7 de enero del 62 al pegar de hit en 23 juegos consecutivos.

Esa gran racha de lo que fue la cuarta temporada de la Invernal de Sonora, la detuvo Miguel Sotelo el 12 de enero de aquel 62.

Bustamante había superado los 19 en juegos consecutivos que conectaron un año antes Guillermo “Diablo” Núñez, de Obregón, y Ramón “Palmilla” González, de Empalme (había iniciado la campaña con Guaymas).

Los 23 de Bustamante fueron superados primero por Carlos “Chaflán” López (25), luego siguió Andrés Mora (29) y finalmente, está vigente en 35 cuando Christian Quintero vio cortada su racha en los Mochis ante el pitcheo de Rigoberto Beltrán y Mauricio Tequida (12 de diciembre de 2005).

Se acercó el “Clipper” Montemayor

En la siguiente temporada volvió a batear sobre .300 (.308), con cinco jonrones y faldeando para .939 para quedarse con el subliderato, debajo de José “Zacatillo” Guerrero (.942), de los Cañeros de los Mochis.

En esa campaña Felipe “El Clipper” Montemayor jugando para Obregón estuvo a punto de empatarle la marca de juegos consecutivos pegando de hit al quedarse con 22 al ser detenido por César “Oloroso” Gutiérrez, quien lo ponchó dos veces, además de otorgarle par de boletos gratis.

Mejor bateador

En la temporada 62-63 encontramos a Chuy Bustamante con los Yaquis de Obregón con quienes elevó su porcentaje a .311, nueve jonrones 43 impulsadas y 39 anotadas, las mejores cifras de su carrera hasta ese momento en la pelota invernal.

En el verano del 64, tras tres años de ausencia de la Mexicana, llegó a los Charros de Jalisco y ahí también siguió con su gran ritmo bateador: .308.

Volvió en invierno a Obregón y promedió .262 y al siguiente año jugó con Navojoa. Para el siguiente verano apareció con el Aguila de Veracruz y de nuevo superó la cifra mágica: 312.

Sus mejores números

Con los Mayos en la 65-66 tuvo otra formidable campaña: .316, con 10 de vuelta entera y 51 producidas. Fueron sus mejores números ofensivos en la pelota invernal.

En fildeo quedó tercero (945) abajo del campeón Héctor “La Malita” Torres, de Mazatlán y Rogelio Jiménez (951) de Culiacán.

También ese año Héctor Espino se acercó a su marca de juegos seguidos pegando inatrapables al quedarse con 21 cuando Steve Dalkewski, de los Venados, pintó en blanco a Hermosillo dejándolos en dos hits.

Bustamante, estuvo con el Aguila cinco campañas y luego fue enviado a los Pericos de Puebla en 1966 y con ellos promedió .310. Fue con este equipo donde el 67 se dio el lujo de ¡pegar tres triples consecutivos! al pitcheo de Monterrey!

El 68-69 retornó a los Naranjeros (.243) y en la 69-70 estuvo en plan grande con Guaymas manteniéndose en el liderato ofensivo por varias semanas, pero bajó su ritmo bateador y terminó con .282); sin embargo Hermosillo lo llamó para los play ffs.

Finalmente tras jugar con Guaymas el 70-71, al siguiente verano (71) Chuy se despidió del béisbol activo con los Leones de Yucatán dando con ellos sus últimos doce imparables, terminando esa campaña con .267.

Por supuesto que aún hay más detalles en la historia de Chuy Bustamante, lo que dejaremos para la siguiente ocasión. Por hoy, nuestros respetos a su notable trayectoria en nuestro béisbol profesional.

Lanzando para home



Martes 30 de Octubre de 2007
El zurdo Jon Lester de los Medias Rojas, se convirtió en el tercer novato en ganar el juego decisivo de una Serie Mundial. El primero fue Ernie “Tiny” Bonham de los Yankees que lanzando ruta completa el 6 de Octubre de 1941 en el parque de los Dodgers el Ebbetts Field de Brooklyn, ganó por 3-1 el quinto partido y con ello los Yankees se llevaron el clásico. Whit Wyatt que había ganado el primero por 3-2 a Spud Chandler, fue el derrotado. Uno muy conocido de la vieja fanaticada de la costa mexicana, pues militó con los Venados, Eddie Ford, mejor conocido como Whitey, estaba blanqueando 5-0 a los Filis y le hicieron dos carreras en la novena, teniendo que venir Allie Reynolds a ponchar a Stan Lopata para el out 27. Eso pasó en el Yankee Stadium el 7 de Octubre de 1950, ganando los Yankees los cuatro juegos a los Filis.

Otro conocido de Obregón y de Mazatlán, pues alineó con esos equipos en diferentes épocas, Willie Mays Aikens, hizo algo que nadie ha igualado. Conectar dos jonrones en dos juegos de la misma Serie Mundial. Jugando la primera base para los Royals de Kansas City, en la serie de 1980 contra los Filis de Filadelfia, le conectó dos cuadrangulares a Bob Walk en el primer partido celebrado en el Veterans Stadium. Uno fue en la tercera con uno a bordo y repitió la dosis en la octava con un corredor, produciendo 4 carreras, pero de todas maneras ganaron los Filis por 7-6. En el juego cuatro en el Royals Stadium, le bateó cuadrangular con uno a bordo en la primera entrada al pitcher Larry Christenson y en la segunda a Dickie Noles sin gente en los senderos. Este partido si lo ganaron los Reales por 5-3, pero los Filis ganaron su única Serie Mundial.

Willie Mays, considerado por muchos como el mejor pelotero de todos los tiempos, se le recuerda por la gran atrapada que hizo en la Serie Mundial de 1954, cuando los Gigantes de Nueva York que no eran los favoritos, le dieron una repasada a los Indios de Cleveland. La jugada de Mays vino en el primer juego celebrado en el Polo Grounds, que tenía un callejón center-right de 480 pies. Con dos en base sin out, con el juego empatado a dos carreras, vino el batazo de Vic Wertz, que en cualquier parque hubiera sido jonrón, pero ahí, Mays realizó la más sensacional de las atrapadas y evitó que Cleveland y Bob Lemon ganaran ese partido, que posiblemente hubiera cambiado el devenir de esa serie. Mays a la ofensiva estuvo parco, pues solo bateó 4 sencillos en 22 turnos para un raquitico .182, pero la atrapada valió por un jonrón de tres carreras. En cuatro series, Mays, cometió un solo error y fue cuando ya estaba al final de su gran carrera en 1973 con los Mets, cuando se enfrentaron a los Atléticos de Oakland.

En esa Serie Mundial de 1954, se enfrentaron los dos campeones bateadores y ambos se vieron muy mal. Mays bateó un .182, pero el mexicano Beto Avila estuvo peor con un .133. En 1909 se vieron las caras los dos campeones bateadores, Ty Cobb de los Tigres que terminó con .377 y Honus Wagner de los Piratas con .339. Los bucaneros se llevaron la serie en siete juegos y el Holandes Volador terminó con .333, mientras fallaba El Durazno de Georgia con un pobre .231. En el clásico de 1931 también estuvieron los líderes en bateo, Chick Fagey con .349, pero falló en la serie con apenas .167, aunque Cardenales venció 4-3 a Atléticos. Al Simmons ganó con un alto .390 y en la serie terminó con .333. En las últimas décadas no se han enfrentado los campeones bateadores de cada liga en la serie de Octubre…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Rodrigo Elizalde Carrillo

* Gran atleta en la Unison; también excelente receptor, entrenador e instructor de béisbol y softbol.

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Pasada “la euforia” del Clásico otoñal, debo decirle que de los grandes receptores del béisbol y softbol sonorense, sin duda alguna, Rodrigo Elizalde.

La generación de jóvenes universitarios de principios de los 70s del alma mater sonorense, siempre le hemos guardado gran aprecio, admiración y reconocimiento.

Fue en su época un gran receptor y excelente bateador como jugador activo y luego también trascendió por sus enseñanzas y orientaciones como entrenador y maestro de educación física en ambas disciplinas.

Así mismo, entre 1958 y 1966 destacó como atleta representativo del alma mater en las especialidades de 100 y 200 metros planos, además de jugador en las ligas municipales y con la selección Búhos de la Unison, asistiendo a diversos campeonatos estatales y nacionales.

En su carrera deportiva siempre se distinguió por su entrega, carácter, disciplina, además de su compañerismo y liderazgo de equipo.

A Rodrigo se le vio como gran bateador y gran “mascoteador” en los nacionales de softbol y béisbol en Durango, Monterrey, Obregón, Hermosillo y otras ciudades.

También destacó en sus facetas de mánager e instructor y en ésta última función recibió cínicas deportivas en la Universidad de Arizona, Flagstaf y la Confederación Deportiva Mexicana.

Fue por ello que con esa formación deportiva logró integrarse como maestro de educación física a la Universidad de Sonora y al Gobierno del Estado entre 1961 y 1971.

Sin duda que toda su experiencia adquirida como jugador de softbol y béisbol la compartió y entregó a las distintas generaciones de jóvenes estudiantes que atendió en la máxima casa de estudios de Sonora.

Los 70´s

Precisamente a principio de los 70´s, fue él y el profesor Gustavo Hodgers quienes en el campus universitario recibieron el encargo de las clases de educación física de lo que fue la Preparatoria Central de la Unison en las áreas de béisbol y softbol.

En lo particular, imposible olvidar sus enseñanzas de los fundamentos de béisbol, técnicas de fildeo, bateo y deslizamientos (“barridas”), lo que por supuesto ser agradece en el tiempo.

En una época Rodrigo ayudó al maestro Hodgers tanto con la selección “grande” de los Búhos, como con las fuerzas “básicas”, del equipo representativo, o sea los jóvenes de la entonces Preparatoria Central de la misma Unison.

Era el entrenador del equipo de softbol de la preparatoria y cuántas enseñanzas nos dio en esos días ahí en lo que fue el parque ubicado donde hoy se encuentra el Centro de las Artes, a un costado del viejo y desaparecido Gimnasio Universitario.

También con Rodrigo compartí una temporada de la liga de softbol municipal con el equipo “Benavides” donde él era el receptor titular.

Destacó como atleta

Sus días como atleta universitario forman parte de los grandes momentos en la historia del deporte búho.

Destacó entre 1959 y 1966 en el atletismo en las especialidades de 100 y 200 metros planos participando en diversas competencias.

Le tocó ver acción en aquellos famosos Juegos Deportivos Universitarios del Noroeste, además de los Intersecundarianos en las décadas de los 50´s y 60´s.

Con Miguel Angel Cortés, Alfonso Romero Huerta, también candidato a ingresar al Recinto Sagrado sonorense, así como Eduardo Coker, ganaron la medalla de oro en 200 metros de los II Juegos Deportivos Universitarios de 1957, entre otros grandes triunfos.

Fue la época de grandes atletas búhos como el mismo Alfonso Romero Huerta, quien en 1954 le tocó dar el mensaje de bienvenida al presidente de México, Adolfo López Mateos, quien iunauguró el estadio “Miguel Castro Servín; uise G

Hoy es candidato, por tercera y última vez, a ingresar al Salón de la Fama del Deportista Sonorense y serán los colegas cronistas de toda la entidad quienes habrán de dimensionar su trayectoria.

El año pasado la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE), le rindió gran reconocimiento en lo que fue la VI Ceremonia de Premio al Mérito.

En tan noble ceremonia tambien fueron homenajeados destacadas personalidades del deporte como Antonio “Chapito” Flores Grijalva, Francisco “Dadá” Burruel, Ernesto Ogarrio Huitrón, Armando Valdez Muñoz, Sigifredo Arredondo, Rafael “Falo” Ibarra, Arnoldo Mercado Ramos, Víctor Manuel “Chato” Gómez, Jesse Armenta y Carlos “Guny” Rodríguez, así como al ganador del Galardón como Mejor Comunicador por Trayectoria, en Sonora, 2006, Oscar Ismael Villacarra Vergara.

En tan recordada ceremonia se tuvieron como invitados especiales Ronnie Camacho y “Mi sangre”, el doctor Vicente Arturo Carranza Fernández… y en ese contexto, la gran figura de Rodrigo Elizalde.

Enhorabuena.

Lanzando para home


Lunes 29 de Octubre de 2007

La Liga Nacional empezó a funcionar en el año de 1876 y la Asociación Americana en 1882. Se pusieron de acuerdo los dos dueños de jugar algunos partidos entre si, en diferentes ciudades. El 6 de Octubre en Cincinnati ante 2,700 aficionados los Red Stockings se enfrentaron a los White Stockings de Chicago, ganadores de la Liga Nacional, manejados por el legendario “Cap” Anson, perdiendo por 4-0. Al día siguiente en Chicago el campeón de la Liga Nacional ganó por 2-0. Al terminar ese encuentro, el presidente de la Asociación Americana, Denny McKnight, prohibió los juegos interligas, aunque algunos la han llamado la Primera Serie Mundial. Al año siguiente de nuevo se enfrentaron los dos campeones, que fueron los Beaneaters de Boston y los Atléticos de Filadelfia. Hasta 1891 jugaron entre si los ganadores de cada liga, pero nunca reglamentaron bien esas series.

Después de una guerra entre las dos ligas, la Nacional y la Americana, llegaron a un acuerdo de jugar una serie final entre los campeones y le nombraron “Serie Mundial”. El primer juego celebrado en el Huntington Avenue Grounds de Boston el jueves 1 de Octubre de 1903, que solo tenía capacidad para 9 mil aficionados, tuvo oficialmente una asistencia de 16,242 personas, que invadieron el terreno de juego y había aficionados casi en la media luna y atrás del catcher, llevándose a cabo con reglas especiales, pues los jardineros estaban pegados a los jugadores de cuadro. Los Piratas ganaron 7-3 con crédito para Deacon Phillippe, perdiendo Cy Young, ambos en ruta completa. El viernes controlaron mejor la entrada al parque y asitieron 9,415, que vieron ganar a sus “Pilgrims” por 3-0 con gran pitcheo de Bill Deennen. El estadio de Pittsburgh se llamaba Exposition Park, que también era de madera, pero tenía más aforo. La serie fue ganada por Boston en ocho juegos y asistieron 100,420 aficionados.

Fue hasta 1912 cuando Boston con el nombre de Red Sox, volvieron a llegar a un clásico de otoño, precisamente cuando inauguraron el Fenway Park. Tuvieron un pitcher que ganó 34 juegos, Joe “Smokey” Wood y grandes jardineros como Duffy Lewis, Tris Speaker y Harry Hooper. Se enfrentaron a los Gigantes de John McGraw y en el primer juego celebrado en el Polo Grounds ante 35,420 aficionados, Wood derroto 4-3 al novato Jeff Tesreau. La serie se fue al séptimo juego, ganando Boston por 2-1 en 10 entradas y asistieron a toda la serie, 252,027 fanáticos. En 1914 habían jugado Boston (Bravos) contra Filadelfia (Atléticos) y en 1915 de nuevo las mismas ciudades, pero diferentes equipos, Medias Rojas de Boston y Filis de Filadelfia. Ya estaba Babe Ruth como pitcher, que había ganado 18 juegos, pero solo lo utilizaron una vez como emergente, dando un rodado al cuadro. Los Medias Rojas ganaron en cinco juegos.

Repiten Medias Rojas en 1916 y ahora Ruth que ganó 23 juegos en la temporada regular, lanza un partido para la historia, cuando permite una carrera de los Robins de Brooklyn en la primera y termina ganando 2-1 en 14 entradas. Los Medias Rojas se llevan el título en cinco partidos, con dos triunfos para Ernie Shore, uno para Ruth y el otro para Dutch Leonard. En 1918, Ruth era el pitcher estrella de Boston y le tocó abrir la serie contra los Cachorros el 5 de Septiembre, debido a la Primera Guerra Mundial. Fue un juegazo que le ganó 1-0 a Hippo Vaughn. Entre Ruth y Carl Mays se llevaron los cuatro triunfos de los Medias Rojas. Cuando fue vendido Ruth a los Yankees al terminar la temporada de 1919, nació la maldición y así fue que tras 86 años volvieron a ganar la serie hasta el 2004…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

¡Vibra la Nación Roja!


jarubio@guaymas.uson.mx

Finalmente, ¡… en 4!

Igual que en el 2004.

La Nación Red Sox, La Nación Roja, vibra por su segundo campeonato mundial en cuatro años.

El Gran Tren Rojo; el Ejército Rojo; la Aplanadora Roja, como le quiera llamar, respondió a la expectativa y de qué manera.

Ahora, Boston logró siete victorias al hilo tras estar a una derrota de ser eliminados por los Indios en la serie por el campeonato de la Americana, ganándoles los últimos tres e ir al clásico otoñal.

En el 2004, se levantaron con cuatro victorias consecutivas ante los Yankees que los tenían 2-0 en contra y luego barrieron con los Cardenales, para ocho triunfos consecutivo y obtener en 86 años lo que fue su sexto banderín mundial…. Y acabar con “La Maldición de Ruth”.

Hoy, esta noche de domingo, alcanzan en su historia su séptima corona otoñal y de qué forma ante unos Rockies prácticamente indefensos ante el poderío Red Sox y afectados por el largo descanso de ocho días cuando ganaron su primer boleto para una Serie Mundial.

Seguramente desde hace unos minutos, qué fiesta y atmósfera de triunfo se ha de estar viviendo en la Nueva Inglaterra, en la Nación Red Sox.

Mike Lowell, el Jugador Más Valioso, vuelve a la cima y se cotiza tan alto como cuando también en el 2003 fue campeón con los Marlins de La Florida. Será agente libre, pero no tan fácil habrá de salir de Boston, ya verá.

Su cuadrangular y el .400 (1HR y 4 CP) que promedió en los 4 partidos, le dieron los merecimientos para llevarse el título de JMV y en horabuena para el borinqueño de apellido inglés.

Jonathan Papelbon volvió al ruedo y ya vio la forma en que sacó con su pitcheo y velocidad de más de 95 millas por hora los últimos cinco outs, cerrando con broche de oro un ponche que ¡que supo a gloria! para su tercer salve de la serie.

El cuadrangular inesperado, como emergente, de Bobby Kielty, finalmente fue la diferencia del juego luego de que Colorado amenazó y en serio tratando al menos de empatar el cartón a 5.

Esa línea contra la barda del izquierdo en la novena del también emergente Jamey Caroll, parecía la del empate, pero todo quedó en eso y el score final de 5-4 prevaleció para la coronación bostoniano y su gran mánager Terry Francona.

Sin duda, Boston respondió a los pronósticos con un poderosos equipo en todas sus líneas, con un pitcheo que se dio el lujo de tener inactivo a Tim Wakefiel, lesionado, pero ya vio su sustituto de hoy, Jon Lester, fajándose a la altura de este nivel de juego en Serie Mundial.

Los Big Papi, Manny, Youkilis, Crisp, Varitek, Pedroia, Lugo, Beckett, Schilling, Lester, Matsusaka, Timlin… uf, ¡clase de equipo que armó este año John Henry, el propietario d ela histórica franquicia.

Y no hay de otra, amigos:

¡Viva la Nación Roja!