Detalles
* Asención Sánchez Vázquez
Por menos de lo sucedido hoy en la eliminatoria rumbo a Juegos Olímpicos en Carson, California, entre el seleccionado mexicano y el de Haití, que marcó el adiós de los futbolistas aztecas en su objetivo de asistir a Beijing, China, si el director técnico hubiese sido Ricardo Antonio Lavolpe, Hugo Sánchez Márquez pediría no solo su renuncia, sino pena capital… o cadena perpetua.
El 5-1 a favor de los pésimamente dirigidos por el otrora “Niño de Oro”, no les alcanzó para clasificar pese a ser favoritos, y mientras los mexicanos cayeron 2-1 ante Guatemala, Canadá los venció 5-0 y con ese resultado forzó a México a meterle 5 a los antillanos, pero sin recibir gol en contra, para aspirar, apenas, a la siguiente ronda de la Sub-23.
No existe margen de duda en estimar que Hugo Sánchez ha sido el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos. En alguna época consideré que ningún decir de Hugo afectaría su imagen. El cambio de opinión se dio cuando dijo que con él como técnico México aspiraba a ser campeón del mundo.
Después vinieron los severos ataques a Lavolpe, que tampoco es un dechado de virtudes y simpatías, pero los logros obtenidos por Hugo son más raquíticos que los 2 pesos dejados a la Bartola pa’los gastos del teléfono y la luz. Hugo ha fracasado como técnico de la Sub-23 y sin ánimo de pecar de pesimista, sucederá lo mismo con la mayor.
La admiración y respeto que se le tuvo como jugador, ha sido arrojado por la borda. No es más el gran motivador. Su arrogancia e incongruencia han hartado a casi todos los comentaristas deportivos, aunque no todos se atreven a manifestarlo. Para la televisión el fútbol es un negocio tan grande como la elección presidencial, de allí que a cada rato digan que la selección vuela y no le hacen los balazos.
Pero la realidad es terca y nos dice que mientras en el balompié nacional sobran “divos”, en otros países es más fuerte el patriotismo y la sed de triunfo. El otrora gigante de CONCACAF, como Goliat, encontró en esta eliminatoria a no pocos David.
Hugo dirigirá sus dardos al arbitraje, a los delanteros que se cansaron de errar, pero nunca al esquema táctico que sin pies ni cabeza él diseñó. TV Azteca ya pidió su cabeza pues su caja registradora no ingresará lo esperado. Televisa lució, en voz de sus comentaristas, más moderados, pero también señaló el rotundo fracaso.
Síntesis: Si Hugo Sánchez es, aunque sea por una vez en los últimos años, congruente, debe renunciar. Está sobre arenas movedizas y si se aferra a seguir rumbo al mundial, se ahogará en su propia sangre.
Babalú.
El 5-1 a favor de los pésimamente dirigidos por el otrora “Niño de Oro”, no les alcanzó para clasificar pese a ser favoritos, y mientras los mexicanos cayeron 2-1 ante Guatemala, Canadá los venció 5-0 y con ese resultado forzó a México a meterle 5 a los antillanos, pero sin recibir gol en contra, para aspirar, apenas, a la siguiente ronda de la Sub-23.
No existe margen de duda en estimar que Hugo Sánchez ha sido el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos. En alguna época consideré que ningún decir de Hugo afectaría su imagen. El cambio de opinión se dio cuando dijo que con él como técnico México aspiraba a ser campeón del mundo.
Después vinieron los severos ataques a Lavolpe, que tampoco es un dechado de virtudes y simpatías, pero los logros obtenidos por Hugo son más raquíticos que los 2 pesos dejados a la Bartola pa’los gastos del teléfono y la luz. Hugo ha fracasado como técnico de la Sub-23 y sin ánimo de pecar de pesimista, sucederá lo mismo con la mayor.
La admiración y respeto que se le tuvo como jugador, ha sido arrojado por la borda. No es más el gran motivador. Su arrogancia e incongruencia han hartado a casi todos los comentaristas deportivos, aunque no todos se atreven a manifestarlo. Para la televisión el fútbol es un negocio tan grande como la elección presidencial, de allí que a cada rato digan que la selección vuela y no le hacen los balazos.
Pero la realidad es terca y nos dice que mientras en el balompié nacional sobran “divos”, en otros países es más fuerte el patriotismo y la sed de triunfo. El otrora gigante de CONCACAF, como Goliat, encontró en esta eliminatoria a no pocos David.
Hugo dirigirá sus dardos al arbitraje, a los delanteros que se cansaron de errar, pero nunca al esquema táctico que sin pies ni cabeza él diseñó. TV Azteca ya pidió su cabeza pues su caja registradora no ingresará lo esperado. Televisa lució, en voz de sus comentaristas, más moderados, pero también señaló el rotundo fracaso.
Síntesis: Si Hugo Sánchez es, aunque sea por una vez en los últimos años, congruente, debe renunciar. Está sobre arenas movedizas y si se aferra a seguir rumbo al mundial, se ahogará en su propia sangre.
Babalú.
* Presidente de la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE)
asencion61@hotmail.com
tibosanchez@gmail.com