Modelo arquitectónico de lo que será el nuevo Yankee Stadium
Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com
Desde que se inauguró en 1989 el entonces llamado Skydome de Toronto en el béisbol de las Ligas Mayores se han abierto 19 estadios nuevos y otros tres fueron renovados.
Los Azulejos arribaron a la Gran Carpa en 1977 como equipo de expansión de la Liga Americana y al construirse el 89 su Skydome, de frente al Lago Ontario, se convirtió en el primer estadio en utilizar la admirable tecnología retro.
Maravilló en su tiempo porque, además de su tecnología, estructura y diversidad de espacios y atracciones, de acuerdo a la temperatura imperante, el techo retractable tardaba tan sólo 20 minutos en abrirse o cerrarse.
Pero eso ya es historia.
Tan sólo veamos lo que hoy ocurre en la Gran Manzana, alrededor del Queens y en el Bronx, lo que sin duda representa el punto más alto de una explosión de construcciones de nuevos escenarios para jugar béisbol.
Y así es: tan sólo esperar que el próximo 2009 se inauguren el nuevo Yankee Stadium y el Citi Field de los Mets, ambos al aire libre y con pasto natural, que es lo mejor.
Catedrales del béisbol
Y ya lo dijo el comisionado Bud Selig: “Esta ola de nuevos estadios son “Catedrales de béisbol”…y el nuevo Yankee Stadium podría ser la más grande de todas”.
Tenga o no razón, lo cierto es que ya se puede echar vuelo a la imaginación en torno a lo que serán y significarán los dos nuevos parques de pelota de Nueva York.
Sabemos que al nuevo hogar de los Mulos se le está dando en su construcción y diseño un aspecto similar y con exterior de granito y piedra caliza en recuerdo al que tuvo el original, inaugurado el 18 de abril de 1923.
Ahí, los Yankees ganaron 20 Series Mundiales en el estadio original y seis más desde que fue renovado entre 1973 y 1976.
Se erige al lado del Yankee Stadium, con dimensiones del terreno idénticas al actual y podrá recibir a 53 mil aficionados que gozarán a lo máximo lujos y comodidades con espacios amplios para entrar ver el juego y salir cómodamente del estadio.
Obviamente, todo lo bueno cuesta caro, de tal forma que para la conclusión en febrero próximo de la obra, la in versión habrá de superar los US$1,300 millones, una suma mayor a los mil presupuestados originalmente.
Pero todo fuera como eso para el clan Steinbrenner.
También incluirá un restaurante de miembros exclusivos; nueva zona de conferencias con capacidad para reuniones virtuales por conexión de video para grupos corporativos y de ahí pasar a disfrutar el juego; personal del estadio estará disponible para procurar boletos de teatro o reservas de restaurante.
Habrá 51 suites de lujo, dos grandes suites a cielo abierto y ocho suites aptas para fiestas con una capacidad total de 410 personas; impulsará una gran actividad comercial y recreativa en el entorno y contará con una nueva estación de tren y nuevos estacionamientos.
Se afirma que creará un amplio crecimiento en esta área esperándose que los residentes del área disfruten de nuevos y modernos parques y mejores sistemas de transporte.
Y todo, en torno a la magia del béisbol.
Qué chulada, ¿no?
Obra fuera de serie
La semana pasada, acorde a la época y tecnología más moderna, instalaron la última columna de acero en lo que estará su enorme pantalla de video/televisión de 58 por 103 pies ubicada en el jardín central, será seis veces más grande que la del estadio actual
Su grandioso Monument Park prevaleciente desde 1932 volverá a ubicarse en el jardín central para seguir rindiendo honor/tributo a Babe Ruth, Miller Huggins, Lou Gehrig, Joe DiMaggio, Mickey Mantle…y otros notables de toda su historia en placas y números retirados.
También ofrecerá el “Salón de los Grandes” con una pantalla de video, con banderines de las grandes estrellas Yankees de todos los tiempos que estarán colgadas de un techo de vidrio que dejará pasar la luz durante el día.
La pantalla será similar a la gigantesca pantalla sobre el jardín central.
El Citi Field
En el caso del próximo estadio de los Mets, el Citi Field, lo que llama poderosamente la atención es que se erigirá a semejanza del Ebbets Fields de los Dodgers de Brooklyn hasta antes de mudarse en 1958 a Los Angeles.
Evocará la memorable época de los “Vagabundos” uniendo el antaño con el presente, con una estructura y arquitectura al estilo de cómo se están construyendo actualmente los nuevos escenarios para jugar béisbol.
Tendrá capacidad para 42,500 fanáticos, los que tendrán acceso a varios de los restaurantes climatizados, bares, clubes, y salones que en su mayoría proporcionarán vistas del terreno de juego y una gran selección de comida en el menú.
Dispondrá de numerosas atracciones permanentes en el plan maestro del parque nuevo agregando un ambiente familiar y que incluirá un área de entretenimiento más amplia (“Fan Fest”) que será ubicada en el nivel “Concourse” y la de picnic (“The Orchard”) estará localizada en un área adyacente al bateador.
Contará con múltiples terrazas para fiestas, y un museo interactivo con pertenencias de los Mets y exhibiciones del Museo y el Pabellón de la Fama del béisbol.
En fin.
Total…
Mejor lo que debemos hacer es tomar el vuelo a Nueva York para darle la despedida y la bienvenida a ambas moradas, catedrales del béisbol moderno, sí señor.
Los Azulejos arribaron a la Gran Carpa en 1977 como equipo de expansión de la Liga Americana y al construirse el 89 su Skydome, de frente al Lago Ontario, se convirtió en el primer estadio en utilizar la admirable tecnología retro.
Maravilló en su tiempo porque, además de su tecnología, estructura y diversidad de espacios y atracciones, de acuerdo a la temperatura imperante, el techo retractable tardaba tan sólo 20 minutos en abrirse o cerrarse.
Pero eso ya es historia.
Tan sólo veamos lo que hoy ocurre en la Gran Manzana, alrededor del Queens y en el Bronx, lo que sin duda representa el punto más alto de una explosión de construcciones de nuevos escenarios para jugar béisbol.
Y así es: tan sólo esperar que el próximo 2009 se inauguren el nuevo Yankee Stadium y el Citi Field de los Mets, ambos al aire libre y con pasto natural, que es lo mejor.
Catedrales del béisbol
Y ya lo dijo el comisionado Bud Selig: “Esta ola de nuevos estadios son “Catedrales de béisbol”…y el nuevo Yankee Stadium podría ser la más grande de todas”.
Tenga o no razón, lo cierto es que ya se puede echar vuelo a la imaginación en torno a lo que serán y significarán los dos nuevos parques de pelota de Nueva York.
Sabemos que al nuevo hogar de los Mulos se le está dando en su construcción y diseño un aspecto similar y con exterior de granito y piedra caliza en recuerdo al que tuvo el original, inaugurado el 18 de abril de 1923.
Ahí, los Yankees ganaron 20 Series Mundiales en el estadio original y seis más desde que fue renovado entre 1973 y 1976.
Se erige al lado del Yankee Stadium, con dimensiones del terreno idénticas al actual y podrá recibir a 53 mil aficionados que gozarán a lo máximo lujos y comodidades con espacios amplios para entrar ver el juego y salir cómodamente del estadio.
Obviamente, todo lo bueno cuesta caro, de tal forma que para la conclusión en febrero próximo de la obra, la in versión habrá de superar los US$1,300 millones, una suma mayor a los mil presupuestados originalmente.
Pero todo fuera como eso para el clan Steinbrenner.
También incluirá un restaurante de miembros exclusivos; nueva zona de conferencias con capacidad para reuniones virtuales por conexión de video para grupos corporativos y de ahí pasar a disfrutar el juego; personal del estadio estará disponible para procurar boletos de teatro o reservas de restaurante.
Habrá 51 suites de lujo, dos grandes suites a cielo abierto y ocho suites aptas para fiestas con una capacidad total de 410 personas; impulsará una gran actividad comercial y recreativa en el entorno y contará con una nueva estación de tren y nuevos estacionamientos.
Se afirma que creará un amplio crecimiento en esta área esperándose que los residentes del área disfruten de nuevos y modernos parques y mejores sistemas de transporte.
Y todo, en torno a la magia del béisbol.
Qué chulada, ¿no?
Obra fuera de serie
La semana pasada, acorde a la época y tecnología más moderna, instalaron la última columna de acero en lo que estará su enorme pantalla de video/televisión de 58 por 103 pies ubicada en el jardín central, será seis veces más grande que la del estadio actual
Su grandioso Monument Park prevaleciente desde 1932 volverá a ubicarse en el jardín central para seguir rindiendo honor/tributo a Babe Ruth, Miller Huggins, Lou Gehrig, Joe DiMaggio, Mickey Mantle…y otros notables de toda su historia en placas y números retirados.
También ofrecerá el “Salón de los Grandes” con una pantalla de video, con banderines de las grandes estrellas Yankees de todos los tiempos que estarán colgadas de un techo de vidrio que dejará pasar la luz durante el día.
La pantalla será similar a la gigantesca pantalla sobre el jardín central.
El Citi Field
En el caso del próximo estadio de los Mets, el Citi Field, lo que llama poderosamente la atención es que se erigirá a semejanza del Ebbets Fields de los Dodgers de Brooklyn hasta antes de mudarse en 1958 a Los Angeles.
Evocará la memorable época de los “Vagabundos” uniendo el antaño con el presente, con una estructura y arquitectura al estilo de cómo se están construyendo actualmente los nuevos escenarios para jugar béisbol.
Tendrá capacidad para 42,500 fanáticos, los que tendrán acceso a varios de los restaurantes climatizados, bares, clubes, y salones que en su mayoría proporcionarán vistas del terreno de juego y una gran selección de comida en el menú.
Dispondrá de numerosas atracciones permanentes en el plan maestro del parque nuevo agregando un ambiente familiar y que incluirá un área de entretenimiento más amplia (“Fan Fest”) que será ubicada en el nivel “Concourse” y la de picnic (“The Orchard”) estará localizada en un área adyacente al bateador.
Contará con múltiples terrazas para fiestas, y un museo interactivo con pertenencias de los Mets y exhibiciones del Museo y el Pabellón de la Fama del béisbol.
En fin.
Total…
Mejor lo que debemos hacer es tomar el vuelo a Nueva York para darle la despedida y la bienvenida a ambas moradas, catedrales del béisbol moderno, sí señor.